Los refugios de montaña de Bariloche reciben un aluvión de turistas

Están ubicados a más de mil metros de altura y mantienen el esquema de reserva. El registro de trekking muestra una baja del 11% en lo que va de enero respecto del 2020, pero estiman que se debe a un relajamiento. La ocupación es del 100%.

Los refugios de montaña son un reflejo del éxito de la temporada estival en Bariloche y desde el inicio del verano, registran un 100% de ocupación. Familias, parejas y grupos de amigos atraviesan kilómetros de senderos para pasar unas horas o quizás una noche a más de mil metros de altura, con los más cautivadores paisajes.

Todos los refugios continúan trabajando con el sistema de reservas que se dispuso durante la pandemia, cuando el aforo permitido era del 50%. “Este sistema llegó para quedarse y lo cierto es que ayudó a ordenar a la gente. Hoy los refugios y las zonas de acampe tienen su capacidad cubierta. De esta forma, la gente puede saber si hay lugar o no y organizarse de otra manera si sabe que tiene que ir y volver en el día”, indicó Fernando Márquez, vicepresidente del Club Andino Bariloche.

Este integrante de la comisión de auxilio vinculó el sistema de reservas a la disminución de accidentes en la montaña. “Hoy no registramos gente perdida. Solo algunos descompensados. Antes, cuando la gente no encontraba lugar en el refugio, bajaba rápido, apurada y muchas veces, sin equipo”, expresó y resaltó las condiciones meteorológicas durante los dos últimos veranos. “Han sido benignos y si toca pasar alguna noche a la intemperie, se aguanta”, expresó.

Tanto en enero como en febrero, los turistas son los principales usuarios de los refugios de montaña y las zonas de acampe. Los locales, en cambio, prefieren los meses de diciembre y marzo, cuando la caída de visitantes ya es notable en la ciudad.

En lo que va de la temporada de verano, los datos del registro de trekking no son del todo auspiciosos a pesar de que es obligatorio. Unas 10.363 personas completaron el formulario en diciembre del 2020 y fueron 7.208 el mismo mes del 2021, registrando una caída del 30,45%. Respecto a los primeros 13 días de enero, 7.565 visitantes llenaron el registro el año pasado y 6682, este año, lo que marca una baja del 11,68%.

El refugio Laguna Negra recibe unas 150 personas por día, muchas suben y bajan a la ciudad en el día. Foto: Gentileza

“Al relajarse las medidas respecto del Covid-19, también se relajó la gente respecto del registro, porque hoy hay más gente caminando”, manifestaron desde Parques Nacionales.

Pero insistieron en su obligatoriedad, considerándolo “el seguro de evacuación de la montaña. Ante cualquier problema que ocurra, se dispone de toda la información necesaria”.

El refugio Frey, a 1.700 metros sobre el nivel del mar ubicado a orillas de la laguna Toncek, en el cerro Catedral, es uno de los más concurridos ya que es de fácil acceso (se empieza a caminar desde la base del cerro Catedral) y es uno de los que menos horas demanda.

Su concesionario Federico Pajarín admitió que este verano hay más gente que otras temporadas. “No sube mucha gente sin reservar y es algo clave. Tenemos 35 plazas y también se puede acampar afuera. El acampe es gratuito, pero con reserva obligatoria a través de la página del refugio”, advirtió.

La laguna Toncek rodea al refugio Frey. Foto: Gentileza

El pernocte en un refugio como el Frey cuesta 2.500 pesos, 5.500 con pensión completa y 3.500, la media pensión.
El público es variado ya que además de barilochenses, reciben turistas de varios rincones del país, europeos y estadounidenses. Los intereses también varían. La mayoría sube hasta el refugio, come algo y baja o pernocta una noche. Otros suben a escalar y están quienes continúan travesías más complejas. “Es importante que la gente se registre en un cuadernillo donde especifique si viene por un día o a acampar porque te pasa algo y nadie sabe dónde estás”, planteó.

A 1.260 metros del cerro López, el refugio Extremo Encantado ofrece otra alternativa de paisaje. Se puede acceder a través de una caminata sin mucha pendiente de una hora y media o, en vehículo 4×4.

“Estamos a la misma altura que el refugio Roca Negra, pero en otra ladera del cerro López. Desde el deck se ve el lago Nahuel Huapi y Moreno y la cordillera”, describió Ariel Almuna, el concesionario del refugio.

Como se trata de un lugar relativamente nuevo y no tan conocido, el 60% los visitantes son barilochenses, el resto, turistas. “Nos visita mucha gente del Valle y toda la costa chubutense. También muchos de Buenos Aires y del norte que vienen escapando del calorón y se encuentran con que acá también la temperatura es altísima”, bromeó Almuna.

Este verano, alrededor de 150 personas transitan a diario el sendero a Laguna Negra, en el cerro Negro, en Colonia Suiza. Al igual que el Frey, se puede pernoctar (el valor es de 2.400 pesos) otros prefieren la zona de acampe (por 400 pesos que incluye el uso de baños y agua caliente) y hay quienes suben y bajan en el día.

Martín de Agostini, concesionario de este refugio, consideró que en los últimos años, la montaña se volvió “un producto de consumo” y reconoció que después de un año de pandemia, vuelven a tener “una temporada explosiva en términos de la ansiedad y la demanda de la gente”.

Coincidió que las reservas permiten tener un control del volumen de gente en los senderos. “El problema de que la montaña esté de moda es que circula mucha gente que no tiene noción. Indagan y se mandan a hacer cosas de un nivel técnico mayor a su conocimiento y experiencia. Es un milagro que haya tan pocos accidentes”, aseveró.

Reconoció que constantemente, recibe “preguntas que asustan por el nivel de desinformación. Hoy me preguntaron si desde Laguna Negra se puede ir hasta la laguna CAB por el camino de autos. Detrás de ese desconocimiento hay riesgos. Logramos abortar muchos, pero mucha gente va igual”.

De Agostini también administra el refugio Neumeyer, en el valle del Challhuaco, al sur de Bariloche. En enero, abunda el público joven y las familias de Buenos Aires, Córdoba y el Valle.

El pernocte es más exclusivo ya que no se mezclan grupos en las habitaciones. Una vez que se efectúa la resera, se bloquea el sistema. El pernocte en los “eco-dormis” arranca de los 7.800 pesos.


Adherido a los criterios de
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Adherido a los criterios de <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios