Melina y Úrsula, las encargadas de responder emergencias de salud mental en Neuquén

Reciben entre cuatro a seis llamados por día de personas que necesitan asistencia en Neuquén, con prevalencia en intentos de suicidio. Cómo intervienen y qué tipo de casos abarcan.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció este mes el fin de la emergencia sanitaria por coronavirus. La infección no dejó de existir, sino que cambió de fase: ahora es una enfermedad establecida y persistente. Las secuelas del distanciamiento social y el encierro aún sobreviven. Post-pandemia creció la demanda de atención de situaciones que afectan la salud mental, y este es uno de lo motivos por los cuales se incorporó una dupla de psicólogas al sistema de emergencias de Neuquén.

El SIEN se creó hace más de una década en la provincia (ver aparte). Tiene nueve bases operativas en la ciudad capital, una en Zapala y una en San Martín de los Andes. En total trabajan más de 170 personas, identificadas con camperones rojos que llevan el número al cual comunicarse en caso de emergencias: 107.

Este año se creó un nuevo dispositivo que funciona dentro del servicio llamado «Psico-SIEN». Lo integran dos psicólogas -Micaela Ortiz y Úrsula Fredes Estrella- que brindan atención especializada en salud mental. Ambas tienen formación en emergencias, crisis y catástrofes.

Quienes están viviendo una situación crítica marcan 107, el radio-operador hace una evaluación y allí deriva a las profesionales. Atienden todos los días, incluidos fines de semana, de 8 a 20 horas. Si amerita, están preparadas para la asistencia en terreno: se suben a la ambulancia con el personal médico y de enfermería y van hasta el lugar.

Allí definen si se requiere el traslado a una guardia de salud mental en los hospitales Castro Rendón, Heller o Bouquet Roldán, o quizás la intervención de otro dispositivo como el 148 de violencia de género, por ejemplo. Si la demanda es de las dos bases del interior de la provincia, la coordinación es telefónica.

Además cumplen un rol a nivel interno: acompañar al personal del SIEN. «Al ser un sistema de emergencia que está enfrentado a situaciones de alto impacto emocional, se brinda asistencia a aquellos agentes que lo necesiten, después de vivir una situación fuerte», explicó Fredes.


¿Qué es una emergencia vinculada con la salud mental?


El tipo de demanda que reciben es variada. «Todo lo que tiene que ver con intentos de suicidio es muy prevalente, y el consumo problemático. También pacientes de salud mental con abandonos de tratamiento, que llaman en un proceso de descompensación, ya sea el usuario o la familia», aseguró Ortiz.

Y agregó: «A veces hay demandas que uno las puede canalizar telefónicamente, que tienen que ver con una contención, una escucha activa, para poder ir clarificando, y en función de eso se evalúa si hay necesidad de intervención en terreno, y si es necesario ser trasladado a la guardia de salud mental para una evaluación de mayor complejidad».

En un mes de funcionamiento recibieron un promedio de cuatro a seis llamados diarios. Han actuado en situaciones de personas desde los 18 hasta los 80 años.

«Hemos encontrado muchos casos de violencia (de género) en donde no significa que haya un padecimiento de salud mental, pero sí que esa salud mental se ve afectada. Entonces es necesaria la articulación para poder acompañar con un dispositivo que funciona ya hace mucho tiempo (como el 148). Las infancias también se encuentran vulneradas frente a estas situaciones de salud mental, lo cual nos hizo la necesidad de poder intervenir tanto con el 102 como con el 148″, remarcaron.

En cuanto a las recomendaciones sobre cuándo pedir ayuda, Ortiz indicó: «si alguna situación me expone a un riesgo para mí o para terceros, ese es un límite de cuidado y de intervención».

«Muchas veces no tenemos tiempo de frenar y poder observar a quien tenemos al lado y poder hacer ese ejercicio de sentarnos, a veces un espacio de escucha, de poder estar atento, de poder identificar cuando esa persona ya no responde de la misma manera o dejó de dormir o hay alguna situación que llame la atención, poder detenernos, prestar atención, ofrecer ayuda. En caso de que nos supere,
porque a veces no se puede, a veces uno tiene toda la intención como familia, como amistad, abrir a una ayuda profesional y brindar esos canales. Y si no se sabe, bueno, el 107 también termina siendo una oportunidad para poder acompañar esta situación que tenemos», sumó Fredes.

El modelo de servicio a imitar, afirmaron las psicólogas, es el del SAME de Jujuy, «que son pioneros en esta modalidad de atención». En el SAME de Buenos Aires, dijeron, «hay un dispositivo específico de salud mental que se encarga de lo que son los eventos disruptivos. No brinda asistencia a personas con padecimiento de salud mental, sino que tiene que ver más con la crisis de emergencia y catástrofe». En Patagonia, hasta ahora, salvo la de Neuquén no hay experiencias similares.

El dato

8 a 20 horas
es el horario de atención que actualmente tiene el dispositivo de salud mental del SIEN, incluido los fines de semana. Para comunicarse hay que marcar 107.

Un poco de historia


El Sistema Integrado de Emergencias Neuquén (SIEN) nació en mayo de 2012. Es un servicio público, dependiente del ministerio de Salud, encargado de la asistencia extra hospitalaria de urgencias las 24 horas.

Trabaja personal médico, de enfermería, administrativo, choferes, radio-operadores.

No sólo intervienen en siniestros viales, donde es común ver las ambulancias, también participan en los operativos sanitarios de pacientes críticos provenientes del interior y la coordinación en los casos de ablación e implante del CUCAI Neuquén.

Además es el organismo responsable de realizar la logística de los traslados aeromédicos o vuelos sanitarios.

Parte de su tarea es la docencia a través de las capacitaciones de reanimación cardiopulmonar y primeros auxilios.

En septiembre de 2013 la Legislatura de Neuquén sancionó la ley 2870 que institucionaliza el SIEN y le da, entre otras atribuciones, la de coordinar un plan de contingencia para la atención de eventos con víctimas múltiples. Uno de los episodios más recordados en los que intervino fue en el derrumbe del techo del supermercado “Cooperativa Obrera”, en el que murieron siete personas y hubo una veintena de heridos, el 25 de octubre de 2012.


Adherido a los criterios de
Journalism Trust Initiative
<span>Adherido a los criterios de <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Nuestras directrices editoriales

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción