Muerte de elefantes marinos por gripe aviar: se aprobó una Ley de protección en Chubut
La colonia de Península Valdés estuvo saludable hasta 2023 cuando la epidemia que mató al 97% de las crías. Qué se busca con la nueva norma impulsada en la Legislatura.
La Legislatura de Chubut aprobó ayer una Ley que declara la protección del elefante marino del sur en todo el territorio provincial, afectado en los últimos años por la epidemia de la gripe aviar que ya terminó con más de 18.000 ejemplares en Península Valdés.
Es que hasta 2022 esa colonia se mantuvo saludable, pero durante la temporada reproductiva del 2023 se vio gravemente afectada por la epidemia que mató al 97% de las crías y a un número indeterminado de adultos reproductores. Por eso, el estado de conservación de los elefantes marinos fue recategorizado de saludable a “vulnerable”.
La nueva norma busca contribuir a su recuperación protegiendo a estos animales en las costas chubutenses, especialmente en playas donde están expuestos.
Así, buscan definir estrategias basadas en evidencia científica e implementar acciones de monitoreo y manejo para proteger los hábitats críticos y las áreas esenciales para la especie frente a impactos humanos y ambientales.
Un ejemplo sería la promoción de prácticas de turismo responsable, estableciendo una zona de seguridad de 50 metros de «no aproximación» alrededor de los ejemplares cuando se encuentren en la costa, fuera de las áreas protegidas, con el fin de reducir el estrés y evitar alteraciones en su comportamiento natural en la costa.
Además, prevé un programa de concientización sobre la importancia de la preservación de la especie.
“La fauna chubutense es un espectáculo natural que atrae turistas de todo el mundo. Esta ley busca aumentar la protección de los elefantes marinos en toda la costa, concientizar a los visitantes sobre los cuidados necesarios y las consecuencias que su acercamiento puede generar, además de crear un fondo para solventar las tareas de conservación”, argumentó el diputado provincial Sergio Daniel González.
En la Península Valdés se concentra más del 80% de la única colonia reproductiva continental. En ese punto, están al resguardo, pero hacia el sur de esa área protegida, entre Punta Ninfas y Bajo de los Huesos, y en el sector de Isla Escondida, la población de elefantes no tiene ninguna protección.
La Ley recientemente aprobada es clave para definir un manejo precautorio y responsable en toda la costa respecto a las actividades que pueden realizarse, principalmente, durante la primavera que coincide con la etapa reproductiva de esta especie en las costas de Chubut.
Con esta iniciativa, Chubut marca un antecedente y permite reforzar el trabajo colaborativo de la comunidad, organizaciones y gobierno para la protección de esta especie.
El proyecto se logró por el trabajo conjunto entre WCS Argentina, el diputado Sergio González, la gerenta del Ente Mixto Rawson Turístico (Emratur) Natalia García, la fotógrafa de naturaleza Adriana Sanz, el diputado Fabián Gandon, la presidenta del Concejo Deliberante de Puerto Pirámides, Gabriela Bellazzi, la subsecretaria de Conservación y Áreas Protegidas Nadia Bravo, y Fernando Bersano, de la Dirección de Fauna y Flora Silvestre de la provincia.
Elefantes marinos: llevará años recuperar la población
De acuerdo a los especialistas, llevará décadas para que la población de elefantes marinos del sur de la Península Valdés se restablezca de la epidemia de gripe aviar que sufrió en 2023.
En abril de 2025 se publicó un estudio en la revista científica Marine Mammal Science realizado por WCS Argentina, Conicet y la Universidad de California Davis que indica que se podría necesitar el tiempo de tres generaciones humanas sin nuevos impactos para volver a ver a estos animales tan saludables y numerosos como estuvieron antes de la epidemia.
Características de los elefantes marinos
Los machos adultos se distinguen por su trompa prominente y por su gran tamaño, pueden pesar hasta 3,5 toneladas y medir hasta 5,5 metros de largo, mientras que las hembras pueden alcanzar los 3 metros y pesar unos 900 kilos.
Pasan la mayor parte del tiempo en el mar, donde recorren miles de kilómetros para alimentarse, buceando a profundidades de hasta los 2.000 metros en busca de peces y calamares. Cada año cumplen dos etapas terrestres: en septiembre y octubre se reproducen, y entre noviembre y marzo cambian la piel.
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