Pesar en Cipolletti por la muerte del abogado Carlos Segovia

El también escribano fue una figura destacada en la lucha por los derechos humanos en Río Negro y Neuquén. Se opuso a la dictadura, fue fundador de la APDH y lideró la Corriente Militante por los DD.HH.

Un profundo pesar causó en la comunidad cipoleña y entre los organismos de derechos humanos de Río Negro y Neuquén, la muerte del abogado y escribano Carlos Segovia, de dilatada y destacada trayectoria en la región.

“Cuqui” Segovia, como era conocido entre sus familiares y amigos, fue uno de los pioneros en la defensa de los derechos humanos en la región y era reconocido por su solidaridad con las causas humanitarias y su vocación solidaria. Falleció el jueves pasado en el hospital Castro Rendón de Neuquén.

Segovia tenía 88 años. Nació en Rawson en 1935 y llegó al Alto Valle a principios de la década del 70, luego de trabajar en Catriel. Se instaló en Cipolletti, se casó con Amneris Biglione, tuvo tres hijos (Martín, Leandro y Mariano), y dos de ellos siguieron sus pasos como abogados, según destacó una reseña de LU19.

En los años 60 militó en el desarrollismo, siendo seguidor del presidente Arturo Frondizi y y secretario privado de su sucesor, el presidente José María Guido Junto (1962-1963). En los ‘70, junto al por entonces obispo de Neuquén Jaime de Nevares, fundó la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos en plena dictadura y conformó un importante grupo de militantes. Allí conoció a su actual pareja, Noemí Alemany.

Tras la llegada de la democracia impulsó, en la década de los ‘90 la Corriente Militante por los Derechos Humanos. Tuvo una destacada intervención en el impulso a la investigación por la desaparición del soldado Omar Carrasco, en Zapala, que en lo jurídico terminó en un juicio y condena a los responsables directos y en lo político, llevó al fin del servicio militar obligatorio.

La agrupación Zainuco señaló que “tantos años compartiendo la ardua tarea que nos toca a todos y todas los que estamos atentos y luchando por los derechos humanos”. El periodista Julio Beby Salto, destacó que “deja un bello legado familiar y años con múltiples ejemplos de solidaridad, valentía, honestidad profesional y firme defensa de los derechos humanos y en líneas generales de gente humilde con problemas. Marchó por causas justas. Criticó con prosa experta y dura lo que consideró injusto”.

Segovia se mantuvo lúcido y activo hasta el final. Era un colaborador habitual de columnas y cartas de lectores en Río Negro, donde cuestionaba los abusos del poder, las manipulaciones en la Justicia y los ataques a la libertad de prensa. Su última carta fue publicada el 4 de mayo pasado, donde realizó una dura críticas al proyecto de “vouchers educativos” del precandidato libertario Javier Milei y defendió el rol de la escuela pública.


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