Piden ayuda para que no cierre una cancha de padel tradicional de Neuquén
Hace casi dos décadas que tienen un litigio con un vecino, que los denunció por ruidos molestos. Aseguran que tomaron medidas, pero la justicia les sigue exigiendo acciones.
Alejandro Castañeda, el dueño de Bardas Padel, pide ayuda para no tener que cerrar sus canchas. Explicó que desde hace casi 20 años tienen un litigio con un vecino, que los denunció por ruidos molestos. Tras distintas instancias y haber tomado medidas, la justicia les exige más medidas, sino, cerrará el predio.
Castañeda contó a LU5 que abrió las canchas en 1991, en el barrio Santa Genoveva, pero su vecino se mudó entre el ’98 y el ’99. Sus quejas se deben a que una sus habitaciones quedó «pegada» a la cancha, por lo que hizo una denuncia en la municipalidad por ruidos molestos.
El dueño de Brdas indicó que comenzaron a trabajar con el Municipio desde el 2004 y durante el 2005 construyeron una doble pared de fondo y de costado, con una cámara en medio. Resaltó que todo fue con el asesoramiento de un técnico y que, luego, se realizó la medición con decibelímetro calibrado por normas IRAM, que arrojó que los ruidos eran «no molestos».
Sin embargo, el vecino mantuvo su queja, por lo que se estableció un horario de funcionamiento, con cierre de 13 a 16. Esto no calmó al denunciante, por lo que el proceso continuó. Castañeda señaló que el fallo de primera instancia fue a su favor, pero se dio vuelta «de una manera bastante extraña» cuando llegó a la Cámara. Apelaron, pero el Tribunal Superior de Justicia les denegó la solicitud. Así, tuvieron que pagar un millón de pesos por las costos judiciales y se quedaron sin más instancias.
La novedad fue que recibieron la orden de insonorizar, sino cerrarán el predio. «La cuestión técnica sobrepasó, hay una cuestión de mala fe porque no quiere tener un club al lado de su casa», lamentó Castañeda, quien expresó que decidió hacer pública la situación para buscar alternativas y ayuda porque son seis las personas que trabajan en el lugar.
Alejandro Castañeda, el dueño de Bardas Padel, pide ayuda para no tener que cerrar sus canchas. Explicó que desde hace casi 20 años tienen un litigio con un vecino, que los denunció por ruidos molestos. Tras distintas instancias y haber tomado medidas, la justicia les exige más medidas, sino, cerrará el predio.
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