Preocupan los incidentes de violencia entre padres y alumnos en escuelas de Bariloche

Dos situaciones en una escuela secundaria obligaron a suspender las clases hasta este lunes. Aseguran que a los incidentes entre estudiantes, ahora se suman los padres "con una impronta violenta".

Una escuela secundaria de Bariloche debió suspender las clases la semana pasada tras dos hechos de violencia que involucraron a unos diez alumnos y algunos padres. Si bien estos casos trascendieron, las autoridades escolares aclaran que todas las escuelas atraviesan problemas de convivencia, “en mayor o menor grado”.

“En este escenario ya de por sí complicado, tenemos un nuevo componente: las intervenciones de los padres que complejizan el camino de la resolución de conflictos. Las cuestiones de convivencia deberían abordarse de forma conjunta con la escuela”, señaló el supervisor Ricardo Fernández, pero subrayó que, en el último tiempo, han detectado la “irrupción del adulto que, no aparece como facilitador para la resolución de conflictos sino al contrario: le suma una impronta violenta”.

Los dos recientes episodios de violencia tuvieron como protagonistas a alumnos de la escuela secundaria 37 “Ángel Gallardo”, ubicado en Costanera y Luelmo, al este de Bariloche. El primer altercado se generó el último miércoles a la salida del colegio, alrededor de las 18.30, en inmediaciones de la escuela cuando dos estudiantes golpearon a otra.

“Hablamos de estudiantes de segundo y tercer año. También intervino un alumno de quinto año que quiso defenderla, pero se metió otro pibe a increparlo. En un momento, apareció el tutor de uno de los chicos que, según dijo, solo intentó separarlos, aunque los chicos dijeron otra cosa”, relató Fernández.

Según las versiones de los jóvenes, prosiguió el supervisor, “este padre se metió porque uno de los pibes le habría pegado a su hijo. Luego, apareció el papá del supuesto agredido y los adultos se pelearon entre sí. De modo que una pelea que se circunscribía a una cuestión de estudiantes derivó en los padres”.

Ricardo Fernández es supervisor de nivel medio. Foto: archivo Chino Leiva

Uno de los padres hasta increpó al director del colegio que derivó en una exposición policial.

La segunda agresión se produjo apenas unas horas después e involucró a una estudiante de segundo año del colegio 37 y la madre de una compañera. Sucedió a la salida de las clases de gimnasia en la escuela 201.

“Según la versión de la nena, cuando salió del gimnasio la siguió una mujer en auto. Le acusaba de haber agredido a su hija (también estudiante). En el trayecto, logró dar aviso a su madre y corrió hasta la escuela”, puntualizó Fernández.

Según indicó, la mujer ingresó al colegio y golpeó a la estudiante de 14 años. “En eso, llegó la madre de la estudiante agredida y se produjo una gresca entre ellas, hasta que llegó la policía. Hay denuncias cruzadas de las mujeres”, aseveró.

Fernández recordó que, tiempo atrás, la madre de la estudiante agredida reconoció que la joven “es disruptiva y tiene dificultades para la convivencia. Venía pidiendo el pase de colegio, pero cambiarla de escuela, no resuelve el problema. No se lo dimos porque entendimos que no había una situación tan grave, más aún cuando falta para el cierre del ciclo lectivo”.

Ante las dos situaciones, las autoridades optaron por suspender las clases en la escuela 37 hasta este lunes. Sin embargo, los profesores trabajaron con los equipos técnicos y los referentes del programa provincial “Te cuido” que nació ante los casos de suicidio y luego, se amplió a la convivencia escolar.

Los referentes de este programa asesoran a los docentes para abordar estas temáticas en las aulas. “El escenario escolar, a poco de finalizar el ciclo lectivo, es complicado y la idea es ponerlo en el camino de la tranquilidad”, acotó.

El rol del adulto

Fernández manifestó la necesidad de interpelar “el rol del adulto”. “Yo entiendo razones por las cuales un papá o mamá defiende a sus hijos, pero es a través de otros canales. Algunas familias no pueden encontrar el camino del diálogo”, admitió.

A mediados de septiembre, el padre de un alumno de la escuela 138, en el barrio San Francisco III, agredió a un profesor argumentado que había proferido ciertos calificativos que hirieron al joven. El docente fue apartado de su cargo mientras se lleva adelante la investigación de la Junta de Disciplina, pero el hecho motivó una jornada de reflexión y trabajo por parte de los supervisores y el Equipo Técnico de Apoyo Pedagógico en esa escuela.

Respecto a las reiteradas situaciones de violencia, el docente y supervisor entendió que “la escuela “no es una isla y está circunscripta a lo que pasa en la sociedad. En la escuela se generan conflictos graves, pero hay mecanismos escolares para resolverlos, como la mediación”.

Consideró que muchos conflictos que se desatan en la escuela se inician y se potencian con “el uso mal uso de las redes sociales”. “Por otro lado, estos estudiantes, bajo el efecto de la pospandemia, no han encontrado en la convivencia el diálogo como el mecanismo de resolución de conflictos«, agregó.


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