Protestaron para que sus hijos realicen sus terapias en una institución pública de Roca

Madres y padres protestaron hoy afuera del hospital de Roca para reclamar un proyecto que contemple el acceso de las terapias a 130 niños que tienen trastornos de aprendizaje, en la Asociación de Ayuda al Niño Lisiado (Adanil).

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El grupo se viene organizando desde el 2019 y reclaman que se implemente el “Proyecto de Zona”.
Los cuatro años de lucha (con una pandemia de por medio) tuvieron altibajos debido a la falta de presupuesto. “Después de tanto trabajar, veníamos bien pero éste mes nos encontramos que los nenes que no tenían el Certificado Único de Discapacidad (CUD) no iban a ser autorizados para acceder a las terapias”, contó Ángeles Méndez, vocera de las madres autoconvocadas a Río Negro.

Detalló que hay chicos que aún no cuentan con este documento “porque en la Junta Evaluadora hay una demora de más de cinco meses para que sean llamados”.

“Es una reevaluación, los niños llegan diagnosticados allá y eso dificulta un montón cuando el examen dura 10 minutos o menos. Suena como burla, no solo en la parte de salud, sino también en educación porque no intervienen si no tienen el CUD”, detalló Méndez.

Por otro lado, indicó que se autoconvocaron porque “no todos los pacientes necesitan un certificado de discapacidad para poder acceder a terapias” debido a que hay niños con otros tipos de trastornos que no deben tener un CUD para acceder a una atención.
Tras ser informados sobre el “reajuste en las terapias por falta de dinero”, se reunieron con la directora del hospital Ana Senesi, con quién arreglaron que no se suspendan las atenciones.

El Proyecto de Zona

Hoy por la mañana también se concretó una reunión entre Senesi, José Luis Lucero, director de Adanil y Analía Ghiglione, pediatra del hospital quién diagnostica a los niños y lleva adelante el proyecto para que sean atendidos en la institución pública.

«En Cervantes los chicos están en una abandono total por una cuestión de que no existe la misma entrada que en Roca. Con este proyecto buscamos que todas las partes estén de acuerdo en que niños de otras ciudades puedan acceder a sus terapias en Adanil», subrayó Ángeles.

Esta idea contempla un cambio de lugar para las atenciones. En este sentido, Méndez remarcó que piden sacar a los niños del hospital. «Adanil es el lugar ideal para que estén nuestros hijos porque son sanos», insistió y agregó que «es una picardía que el dinero del Estado sea depositado en lugares privados».

«Alrededor de $100.000 se invierte por mes en las terapias de cada uno de nuestros hijos, entonces, ¿no sería más económico que le paguen a los profesionales de Adanil y los chicos sean atendidos en ese lugar?», concluyó y agregó que los trámites burocráticos son engorrosos para las madres que tienen que sacar turno a partir de la madrugada.