¿Qué va a pasar con la hembra de cóndor que rescataron los choferes que iban rumbo a Aluminé?

Con el correr de las horas se fue conociendo más información sobre el estado de salud de una cóndor hembra, hallada herida, a la vera de la ruta por dos choferes de larga distancia que pasaban en su recorrido habitual. Lamentablemente, la primer sospecha que tienen los profesionales del Parque Nacional Laguna Blanca es que fue atropellada.

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Los casos relacionados con el rescate o la liberación de cóndores andinos calan hondo en la zona, porque se trata de una especie en peligro de extinción, sobre la que se pone especial cuidado, con el fin de resguardar los pocos ejemplares existen y así apoyar su reproducción. Sin embargo, aún se dan situaciones como éstas, en las que el autor o autora del daño es desconocido y son otros conductores los que ayudan para ofrecerles asistencia y salvarles la vida.

Sobre lo ocurrido con este cóndor hembra hallado por Luciano Romero (34) y Andrés Kopecky (32), choferes de la empresa Albus, se sabe que el estado del ave rescatada es complejo. «Está bastante en mal estado, tiene sangre en el pico, así que evidentemente lo atropellaron como se sospechaba de entrada, pero bueno, eso es simplemente un diagnóstico basado en una inspección ocular, no tenemos ahora
acá como para hacerle placas y eso«, contó en diálogo con RIO NEGRO el trabajador de PN, Hernán Pastore.

En cuanto a los pasos a seguir, contó que lo van «a trasladar a Bariloche, donde se va a coordinar la derivación a Buenos Aires, para hacer estudios y ver qué tiene. Allí se le van a hacer las placas, análisis de sangre y se verá cómo podemos hacer para tratar de recuperarlo, traerlo de vuelta y de ser posible, liberarlo», concluyó Pastore.

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«Junto a mi compañero rescatamos un cóndor hembra que estaba tirado al lado de la ruta camino a Aluminé… Lo trasladamos hasta el centro de visitantes de Laguna Blanca dónde se lo entregamos al guardaparque para su recuperación», posteó en las últimas horas Luciano, en su perfil de Facebook. Según se sabe, en el caso de esta especie, lo que distingue a hembras de machos es el color del iris en sus ojos, rojos en el primer caso, marrones en el segundo.

Cubierta con una manta para resguardar sus alas (que en promedio pueden llegar a medir tres metros cuando están extendidas), el ave llegó en brazos al centro de conservación. «Estaba sin fuerzas, a unos 800 metros del comienzo de la Ruta 46″, dijo el joven.