Rechazan la propuesta de Ortiz Luna para mujeres en riesgo de femicidio: «no somos bomberos»

Trabajadoras de la Línea 148 rechazan la decisión del gobierno provincial de unificar todas las atenciones telefónicas en el 911: “somos un servicio de atención especializada”, explican. Además, denuncian falta de personal en el dispositivo.

“Hay que ir presencial”, responde Johana Berón del otro lado de la Línea 148, “tenes dos opciones”, a 6 años de trabajar ahí ya se lo sabe de memoria, “una en Fortín Confluencia 4250 y la otra en Leloir 881”, a su alrededor, pegado en las paredes de su box, tiene información que le sirve para contener a quienes llaman: un listado de las señales para estar alerta ante violencias machistas, números telefónicos de las comisarías, información para hacer el seguimiento de quien llama, contactos para derivar.

Del otro lado mujeres, infancias, adolescentes llaman para pedir ayuda ante violencias, para denunciar que la policía hoy no hizo el rondín, o incluso para pedir una ambulancia ante una emergencia. Es que, vivir en Neuquén y ser mujer, no binarie, trans, travesti o disidente es un peligro. Sí, así lo muestran las estadísticas: Neuquén es la provincia con la tasa más alta de femicidios del país. Durante 2023 hubo 9 y el asesinato de Cynthia China Lagos, oriunda de Zapala de 35 años, esta semana confirma la urgencia en la que se vive.

Los Estados tienen normativas, pactos internacionales y leyes que los obligan a tener políticas públicas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia machista. Una es la Ley provincial 3390 que le dio marco en 2023 a la Línea 148 y al Dispositivo de Atención a Varones. Es decir, el mantenimiento de la Línea 148 que atiende 24 horas los 365 días del año es una obligación del Estado. Y Neuquén lo requiere: en 7 años se atendieron 20675 situaciones de violencia. Y solo el año pasado – hasta el 30/11/23 – ingresaron 3510 situaciones nuevas (una mujer puede llamar más de una vez).

Johana es una de las trabajadoras de la Línea 148, atiende en promedio 30 llamadas por día. Y hoy, junto a sus compañeras, está en estado de alerta y asamblea permanente. Su situación es particular: la Línea 148 está sin Dirección – Soledad Crespín renunció, así lo confirmó Ortiz Luna a RÍO NEGRO RADIO – y desde que asumió el nuevo gobierno provincial el dispositivo fue reubicado en la estructura ministerial. Antes dependía del Ministerio de las Mujeres y de la Diversidad, pero con el gobierno de Rolando Figueroa, quedó bajo la órbita del Ministerio de Jefatura de Gabinete, dentro de la Secretaría de Emergencia y Gestión del Riesgo, a cargo de Luciana Ortiz Luna.

“Solo atendemos la línea, porque es un servicio que no vamos a abandonar”, especifica Johana, “el resto de las tareas, como los seguimientos, no los podemos garantizar”. Con el cambio de gobierno también hubo cambio en el personal. “Con los seguimientos lo que hacemos es dar una continuidad a las situaciones”, explica. Por ejemplo: si durante un fin de semana llama una mujer que necesita atención psicosocial, este equipo toma contacto durante la semana y abordan su situación. O mujeres que llaman con mucha angustia y el equipo de seguimiento las acompaña con el correr de los días. Hoy tienen169 situaciones que deberían poder garantizar seguimiento. Y este equipo también hace el monitoreo de quienes están en “riesgo de femicidio”, es decir, mujeres en una situación de vulnerabilidad extrema. Hoy hay 30 mujeres en esta situación, 10 de ellas se sumaron desde que comenzó el año. “Bueno”, continua Johana, “ese trabajo ya no lo podemos garantizar, este equipo está totalmente vaciado”.

“Nos falta personal”, explica Johana. Si bien Luciana Ortiz Luna aseguró que “a la Línea 148 hay que fortalecerla y hacerla crecer” y contó que la nueva estructura de trabajo “es con la que venían trabajando” las trabajadoras del 148 alertan sobre su situación: para funcionar como lo hicieron hasta el año pasado “necesitamos nueve compañeras en el equipo telefónico, nueve compañeras en semana y nueve en fin de semana. El total de 18 personas nos permite garantizar la atención 24 horas. Hoy tenemos 12”.

Y hay otro punto que a Johana y a sus compañeras le preocupa: la propuesta del nuevo gobierno provincial de unificar todas las atenciones telefónicas en el 911.  “Nosotros no somos ni bomberos, ni defensa civil, ni la policía, somos un servicio de atención especializada. Nuestra escucha no es como la de cualquier emergencia”, dice Johana, “las situaciones que atendemos acá necesitan un abordaje integral, profundo, en coordinación con otros organismos, las situaciones de violencia son complejas, muchas veces atravesadas por consumo problemático, por vulneración económica, por ejemplo”.   Y concluye: “nuestras intervenciones tienen que ver con poder sacar a esa mujer o al menos que merme, las situaciones de violencia por la que está atravesando”.

Johana entró a trabajar a las 12:45 y a las 13:00 ya respondió un llamado. En promedio atiende 30 por día. Del otro lado mujeres que piden ayuda, que necesitan saber cómo hacer para que el padre de sus hijos pague la cuota alimentaria, o cómo denunciar las amenazas de su expareja, o incluso entender qué es ese papel que les envió Poder Judicial. El teléfono vuelve a sonar. Johana se prepara, respira y atiende: “Hola buen día, de este lado Johana”.


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