Roca diversifica la producción e impulsa la idea de una alimentación más sana

En el barrio La Rivera, el centro comunitario se convirtió en un lugar de aprendizaje y puesta en valor de todo tipo de frutas y verduras. En ese espacio comunal funcionan hornos para deshidratados con la misma modalidad de las cocinas comunitarias.

La producción se diversifica, eso es una realidad. Las típicas tareas que se hacen en la chacra con peras y manzanas empieza a tomar otra forma. Frutos secos y horticultura tienen un lugar ganado. Pero qué hacer con esa producción además de venta directa, consumo local… en esta etapa es donde entra el acompañamiento de la comuna en capacitaciones, para orientar al pequeño productor o emprendedor.

“Todo surge cuando aparece esta Secretaría de Producción con la primera gestión de María Emilia Soria. Esto arrancó de la mano del ingeniero agrónomo Mario López, él es ideador del programa “La chacra alimenta” y el centro productivo. Nosotros decidimos continuar con la idea de base y de hecho vamos a lograr la primera comercialización de lo que nace y se produce ahí”, comentó Florencia Ghirardelli, al frente de la Secretaría de Producción local.


“La idea inicial era tener un galpón que acompañe a la chacra que estaba en producción en el barrio El Petróleo. Así se planteó. Cualquier vecino de cualquier barrio podría llegar ahí a trabajar la tierra. Pedimos maquinaria, para todo tipo de cultivo para diversificar la producción. El tiempo fue llevando a que unos prosperen y otro no. Llegamos a plantar trigo, también, en la chacra”, agregó Ghirardelli.

Las seis hectáreas de tierra se dividieron para los grupos que arrancaron sembrando verduras en pequeñas cantidades. Antonio es quien trabaja la tierra de manera constante y los acompaña Ignacio, el ingeniero agrónomo. Entre ellos coordinan y asesoran a los grupos. No fue fácil mantener los grupos, a medida que hay gente interesada y se crean vacantes”, comentó Rocío Aís, también de la Secretaría de Producción.


Lo que se cosechó el año pasado fue aprovechado por los CECIS locales. Se siembra aunque no haya grupos designados, incluso hay herramientas para utilizar ahí. “Cuando llega la maquinaria, la segunda parte era para armar el galpón. El convenio era entre el municipio y Nación, se financiaba la maquinaria y la infraestructura para poder procesar la materia prima. Los fondos no llegaron y el galpón no se construyó”, dijo Aís.

“La maquinaria que si llegó fue para facilitar las tareas en la chacra y un agregado de valor a los cultivos. Los hornos deshidratadores son algunos de los ejemplos”, especificó Ghirardelli. Fue así que se comenzó a buscar un espacio para acondicionarlo y poder usar esos elementos adquiridos.

Las chicas, bajo el asesoramiento de Andrea Vergara (derecha), elaboran los deshidratados.


“El centro comunitario de La Rivera casi no tenía actividades. Se acondicionó y se convirtió en el primer Centro Productivo, esperemos que de muchos, ya que tenemos proyectos para extracción de miel, poder producir la semilla para hacer hongos en sustratos, queremos diversificar la producción por toda la ciudad”, expresó Aís.

El centro tiene un año de funcionamiento, los hornos deshidratadores un poco menos. En este espacio se acompaña con asesoramiento constante y ciclos de charlas a cargo de expertos.


Los deshidratados marcan tendencia



El centro de deshidratados comenzó a mediados de abril de este año. Quien asesora y está constantemente orientando a los vecinos en este espacio es Andrea Vergara, técnico en Control Bromatológico, que además está haciendo la licenciatura en calidad e inocuidad alimentaria.

«El deshidratado es lo que estamos trabajando actualmente. Esto es un mundo. La gente piensa que solo es algo seco para consumir, pero no es así. En relación a la materia prima que se traiga se pueden hacer otro tipo de productos”.

Andrea Vergara, técnico en Control Bromatológico.

Actualmente son 12 personas que usan este centro en distintos días y turnos, pero solo 5 tienen productos a la venta en las distintas ferias y dietéticas de la ciudad. “La idea es formar y encaminar a la persona para que su producto se posicione en el mercado”, comentó Andrea.


“Por ahora solo están deshidratando frutas que usan para hacer barritas saludables, además verduras para sopas y también para blenders de té. Los aromas y sabores se concentran, solo se le agrega limón a las manzanas para que no se oxiden”, agregó.

“El producto no necesita ni frío ni calor y no ocupa espacio, entre los beneficios. Además es increíble la crocantés y el aroma de los deshidratados, se conservan muy bien. Se hace y se envasa enseguida”, concluyó.


La producción se diversifica, eso es una realidad. Las típicas tareas que se hacen en la chacra con peras y manzanas empieza a tomar otra forma. Frutos secos y horticultura tienen un lugar ganado. Pero qué hacer con esa producción además de venta directa, consumo local… en esta etapa es donde entra el acompañamiento de la comuna en capacitaciones, para orientar al pequeño productor o emprendedor.

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