Tomás se topó con un auto volcado en la Ruta 237 y brindó el primer auxilio a los dos heridos

Un Fiat Mobi volcó ayer por la tarde a 50 kilómetros de Bariloche. Una mujer quedó atrapada en el auto y un niño salió despedido. Por la gravedad del caso, se barajó la posibilidad de trasladarlo en helicóptero que finalmente, se desestimó.

Tomás Banderet regresaba de Bariloche hacia Añelo por la Ruta 237, a la altura del kilómetro 1593, en el sector conocido como Rincón de Creide, cuando una nube de tierra lo sorprendió. Observó un auto volcado con una mujer atrapada en su interior y un niño que había salido despedido, a unos pocos metros. Eran las 18 horas del miércoles y se encontraba a unos 50 kilómetros de Bariloche.

El auto, un Fiat Mobi blanco, se encontraba en la banquina en el carril contrario. «Estaba apoyado sobre el techo con las cuatro ruedas hacia arriba«, describió Luis Pérez, comisario de Villa Traful.

«Estaba volviendo para Añelo cuando vimos un tierral tremendo y un auto volcado. Por suerte, tenía un botiquín en mi camioneta y en su momento, hice un curso de RCP, de modo que se sobre primeros auxilios», comentó Tomás a diario RÍO NEGRO.

Ante la desesperación, intentaron pedir ayuda, pero no había señal en ese sector. Otros autos empezaron a frenar. «Según nos comentaron algunos conductores, la señora venía maniobrando mal y pasando autos entre las curvas. Aparentemente, volcó porque mordió la banquina y pegó un volantazo«, advirtió Tomás.

Al acercarse al vehículo, comenzó a «hacerle preguntas de rigor la mujer y al niño para ver si estaban bien. Estaban conscientes pero muy golpeados». El niño salió despedido del auto ya que, según indicó, «iba en el asiento trasero, sin cinturón de seguridad».

«Tiene 9 años y estaba consciente. Me respondió todo lo que le pregunté. La mujer me insistía para que tome su celular. Y solo me decía ‘1390’. Al principio, no le entendía hasta que comprendí que era la contraseña. Le pregunté con quién quería que me comunicara y pidió que llamara su hija, pero no había señal», relató. En un momento, llegaron dos bomberos.

Según Tomás, el niño sufrió fractura de mandíbula, tenía muchos raspones, «tenía un tajo en la cabeza y en el mentón». «Lo agarré entre brazos, estaba asustado, me decía que necesitaba acomodarse. La mujer se fracturó el brazo y tenía moretones en la cara«, planteó. Por su condición de gravedad, las autoridades sanitarias evaluaron trasladarlo en helicóptero hasta Bariloche, pero se desestimó porque se requería inmediatez.

Tanto él como su abuela, de 65 años, permanecen internados en el hospital Ramón Carrillo. De acuerdo al último parte médico, el niño sufrió politraumatismos graves, fue intervenido quirúrgicamente y permanece en la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica. Su estado es grave. En tanto, la mujer está en seguimiento por una fractura de brazo.

Pérez recalcó que, en este momento, se realizan las pericias en el vehículo y en el lugar del accidente para determinar si se produjo una falla mecánica, pero «lo que se pudo observar a simple vista es un derrape hacia la banquina». «Cuando la mujer quiso retomar el control del auto, se cruzó de carril y terminó volcando», describió.


Tomás Banderet regresaba de Bariloche hacia Añelo por la Ruta 237, a la altura del kilómetro 1593, en el sector conocido como Rincón de Creide, cuando una nube de tierra lo sorprendió. Observó un auto volcado con una mujer atrapada en su interior y un niño que había salido despedido, a unos pocos metros. Eran las 18 horas del miércoles y se encontraba a unos 50 kilómetros de Bariloche.

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