Un programa del Hospital Italiano brinda atención médica en el idioma natal de sus pacientes y respetando sus tradiciones

Desde 1999 funciona en el hospital porteño el Programa de Atención Médica Transcultural (PAMT), una iniciativa que contempla el trasfondo de personas extranjeras. Asimismo, trabajan asesorando a testigos de Jehová en las directivas anticipadas respecto a las transfusiones de sangre, y también cuentan con intérpretes de Lengua de Señas Argentina (LSA). A futuro, buscan incorporar comida kosher y halal a su menú. En 2023, se realizaron más de 700 intermediaciones idiomáticas y culturales.

En el año 1990, en Argentina residían alrededor de 42 mil personas de origen surcoreano, la mayoría escapando de la crisis financiera que atravesaba el país asiático. Muchos de ellos se encontraron con la necesidad de recibir asistencia médica en un país donde no conocían ni el idioma ni las costumbres. 

El doctor Esteban Langlois y la doctora Mónica Santagata del Hospital Italiano de la Ciudad de Buenos Aires vieron este problema de comunicación, y en 1999, comenzaron a trabajar con dos facilitadores bilingües en el hospital. Estas son personas que si bien no están certificadas como intérpretes, conocen la lengua por estar haber estado en contacto con ella a una temprana edad.

Así nació el Programa de Asistencia Médica Transcultural (PAMT). Esta iniciativa busca unir a los pacientes y a las familias de diferentes orígenes étnicos o religiosos con el equipo de profesionales de la salud del centro médico a través de facilitadores. 

Todo el proceso es desarrollado por parte del hospital. Los servicios se ofrecen no solo a afiliados al plan de salud del establecimiento, personas con medicina prepaga y pacientes que se atienden de manera privada sino que también pueden ser solicitados por el personal de salud y administrativo. Además, de ser necesario los facilitadores pueden ingresar al quirófano para hacer interpretaciones.

Facilitadores coreanos en los comienzos del programa en 1999. (Imagen: gentileza PAMT)

¿Qué significa ser facilitador?


A comienzos de los 2000, la población china en Argentina ascendió entre 30 y 50 mil habitantes. Fue en ese momento cuando se buscaron facilitadores de este idioma para atender en el hospital. Hoy alrededor de 120 mil chinos viven en nuestro país y son la cuarta comunidad extranjera más grande. 

Florencia Zhang es enfermera pero además trabaja como facilitadora del Hospital Italiano desde 2014. Sus padres son chinos, por lo que aprendió el idioma en su casa. Además, asistió al colegio chino AiYu, donde tuvo como profesora a Victoria Hsu, por entonces supervisora del PAMT y quien la recomendó para ingresar al hospital.

Wei Pei Pei, una de los 203 pacientes de la comunidad china que se atienden el Italiano, junto a Florencia Zhang, su facilitadora y mediadora cultural, quien asiste a Pei Pei y sus tres hijos hace más de nueve años. (Imagen: gentileza PAMT)

El horario de atención del programa en la sede central del hospital ubicado en Almagro es desde las 8 hasta las 20. Durante su jornada de trabajo, Zhang comparte los turnos con otro compañero, que también habla chino (para otros idiomas, se debe coordinar el servicio con antelación). Ella atiende al menos a cinco pacientes y fuera de su horario presencial está atenta a un teléfono de guardia en caso de alguna urgencia que necesite interpretación. Algunas de sus tareas son enseñar a las personas a pedir turnos de estudios médicos o con profesionales, asistencia a consultas psicoterapéuticas, traducciones escritas de indicaciones y consentimientos.  

Una de las pacientes que se beneficia con el servicio de Zhang es Wei Pei Pei, una mujer china que hace 13 años que vive en la Argentina y que se atiende en el hospital. Todos los años concurre a hacerse un chequeo anual. «Voy muy tranquila al hospital porque sé que siempre están para ayudarme. Gracias a los intérpretes y facilitadores puedo entender bien mis problemas y preguntar sin miedo mis dudas», comenta.

Dentro de la tradición china existe el “坐月子” (zuò yuè zi), que literalmente significa “sentarse el mes” y hace referencia al período donde la madre descansa y se recupera mental y físicamente. Pei Pei, quien tuvo a sus tres hijos en el hospital, pudo comunicar sobre la importancia de esta práctica a los médicos a través de Zhang.

De izquierda a derecha: Gastón Rodriguez (supervisor del PAMT), Hernán Michelangelo (coordinador) y Florencia Zhang (facilitadora). (Imagen: gentileza PAMT)

El cuidado integral de los pacientes


En 2006, se incorporó la atención a personas de la comunidad de testigos de Jehová, quienes rechazan las transfusiones de sangre por su interpretación de la Biblia. Así se generó un plan de intervención para lograr que los profesionales entiendan la postura y se gestione con los pacientes una directiva anticipada en la que declaran su negativa frente a las transfusiones. En 2023, se realizaron 33 encuentros con personas de la comunidad de testigos de Jehová para el intercambio y la firma de la directiva anticipada con sus elecciones y deseos en relación al cuidado de su salud.

Fernando Miguel de Pablo hace un voluntariado como parte del comité de enlace con los hospitales para los testigos de Jehová. Allí, ayuda a facilitar trámites y asesora al personal médico sobre la atención de distintas patologías sin transfusiones. Desde 2018 se asoció al plan de salud del Hospital Italiano y remarca la atención de parte de la institución no solo para él sino para pacientes que profesan su religión y que vienen a atenderse desde todas partes de la Argentina.

“A veces no pueden atender o ser operados en otro lado y la única objeción es que no conocen estrategias para realizar su trabajo sin transfusiones”, afirma. “En el Italiano no se presenta ese conflicto porque si bien hablan de la dificultad que habría en caso de operaciones de envergadura, no hay objeción. Diagraman trabajando en equipo una estrategia adecuada para el paciente respetando su postura y se le dan alternativas”.

El Hospital Italiano al momento de ingresar pacientes testigos de Jehová pide el documento de directiva anticipada original o firmado por un escribano. “Respetamos y avalamos ese pedido porque los consideramos parte de nuestra obligación para recibir un trato respetuoso y digno”, comenta de Pablo. No obstante, muchas veces derivan pacientes de urgencia desde otros centros y que desconocen ese requisito, entonces las intervenciones tienen que ser postergadas.

Mediante intérpretes de Lengua de Señas Argentina (LSA), el programa lleva asistidas a más de 100 pacientes del hospital. Imagen Freepik

Más servicios


Hoy el Hospital Italiano trabaja junto a la empresa Go Global, la cual brinda intérpretes certificados para atender a personas de diversas nacionalidades y que usan la Lengua de Señas Argentina (LSA). Durante el 2023, el PAMT realizó 633 intermediaciones de idioma y cultura china, 51 de idioma y cultura coreana, 50 de LSA y 15 facilitaciones de idiomas inglés, japonés, francés, portugués y ruso.

Para realizar la atención de otras lenguas que no sea el chino se intenta coordinar entre 24 y 48 horas antes con los pacientes su turno y asignarles el intérprete correspondiente. De no poder ir a la sede de manera presencial se recurre a videollamadas al momento de la atención. Gastón Rodríguez, supervisor del PAMT, comenta: “La demanda de la sede central, donde estamos ubicados hoy, es importante. En los centros periféricos deberíamos tener personal permanente y por ahora no está la posibilidad de contratar a alguien”.

En el 2020, se incorporaron las normas IRAM-ISO 13611:2016 de la Organización Internacional de Normalización (ISO, por sus siglas en inglés). Estos son lineamientos para la Interpretación en los Servicios Comunitarios que ayudan al acceso a los servicios para las personas que tengan una competencia limitada en la lengua. “Estas normas nos dan un marco regulatorio de cómo realizar interpretaciones por facilitadores dentro de un medio asistencial”, afirma Rodríguez.

Asimismo, el programa lleva asistidas a más de 100 personas a través intérpretes de LSA en distintas instancias. Una de ellas es el acompañamiento en el parto, donde las pacientes aseguran sentir la emoción del nacimiento a través del relato del intérprete. 

Uno de los desafíos a los que se enfrenta actualmente el programa es la incorporación de la comida kosher, aquella que respeta los preceptos de la religión judía, y la comida halal, que incluye los alimentos permitidos por la religión musulmana. El equipo logró que las personas de estas religiones pertenecientes al Plan de Salud del Italiano (el sistema de medicina prepaga del hospital) recibieran un reintegro del dinero invertido en su alimentación durante su estadía. “La comida es parte del tratamiento de un paciente internado. Estamos analizando realizar convenios con empresas autorizadas que fabriquen los alimentos con características especiales pero es un tema complejo”, afirma Rodríguez.


Este contenido fue originalmente publicado en RED/ACCIÓN y se republica como parte del programa «Periodismo Humano», una alianza por el periodismo de calidad entre RÍO NEGRO y RED/ACCIÓN.



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