Una sede universitaria tendrá un nombre vinculado al primer triple crimen de Cipolletti
Será una sede de la facultad de Ciencias de la Educación. El primer triple crimen ocurrió en 1997.
Ofelia donó el archivo recopilado durante 25 años del primer triple crimen. Foto: Flor Salto.
Luego de 25 años, la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional del Comahue decidió brindarle reconocimiento a la madre de una de las víctimas del primer triple crimen de Cipolletti. Por eso, una sede de la ciudad se llamará Ofelia Mosconi Villar.
El Consejo Directivo decidió denominar la sede de calle Sáenz Peña con el nombre de la mamá de una de las víctimas. Desde ahora, la sede ubicada en calle Sáenz Peña 35 se llamará Ofelia Mosconi Villar.
Ofelia es la mamá de Verónica Villar, una de las víctimas del triple crimen que ocurrió el 11 de noviembre de 1997 y conmocionó a la ciudad.
El proyecto fue presentado por la Secretaría Académica, la Secretaría de Bienestar y la Biblioteca se aprobó por unanimidad por el Consejo Directivo de la facultad. Según el vicedecano, Claudio Martínez esta situación se dio porque «el proyecto trasciende cualquier tipo de disputa política y porque es importante que las sedes de la facultad lleven un nombre significativo que represente algo para la ciudad y la memoria colectiva de la región«.
Además, Martínez dijo que «es una propuesta que se viene trabajando previo a la pandemia con las secretarías y la biblioteca, luego de la pandemia se retomó el proyecto y en la última sesión del consejo directivo se aprobó otorgarle el nombre de Ofelia Mosconi Villar. Nos parece muy importante la propuesta ya que Ofelia donó el archivo histórico del triple femicidio de Cipolletti a la biblioteca. Es una responsabilidad muy grande tener el archivo que a partir de ahora será para el acceso de todos y todas. Tener el archivo implica seguir manteniendo la lucha por la verdad y la justicia».
Verónica Villar, María Emilia González y su hermana Paula salieron la tarde del domingo 9 de noviembre de 1997 a caminar en lo que en ese momento delimitaba el casco urbano de la ciudad, Circunvalación y San Luis.
Cayó la noche y también la preocupación de los Villar y los González. No era normal que las chicas se fueran tanto tiempo sin avisar. Los familiares hicieron la denuncia en la Comisaría 79 pero la policía dijo que tenían que esperar 48 horas. Recién al día siguiente y por insistencia de la sociedad, la policía comenzó a rastrillar zonas rurales de la ciudad.
Finalmente fue un vecino quien encontró los cuerpos en la zona de Los Olivillos. Presentaban marcas de ataduras y otros maltratos, golpes y heridas de bala.
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