Solidaridad, el mejor menú de la cocina de Verónica

Dos veces a la semana, una vecina de Choele Choel prepara en su casa y entrega viandas a quienes se acercan. Empezaron siendo 20 chicos pero ya suman 47 los que van por un plato.

Con 31 años, Verónica Moreno, decidió que cruzarse de brazos y mirar desde lejos a chicos con necesidades no era la respuesta adecuada. Decidió ponerle el hombro, el corazón. Y así nació la idea de “darles de comer, al menos algunos días de la semana” a quienes más lo necesitaban.

“No se cocina distinto. Se cocina lo mismo que vamos a comer nosotros, sólo que para muchos más”, sostuvo.

Mientras prepara el menú del día –junto con Graciela, una vecina que ofreció su ayuda– Verónica menciona que ahora son 47 los chicos y adolescentes que llegan hasta su casa a pedir la vianda.

“Comenzaron siendo 20, pero el número no ha dejado de crecer”, asegura la mujer.

La idea nació hace tiempo. Verónica asistía a un merendero que funcionó primero en el barrio Maldonado y que luego lo hizo en el barrio Villa Unión. Pero no prosperó así que decidió hacer algo por su cuenta.

Tras hablarlo con su marido, comenzó a cocinar en su casa. Dos veces por semana les dan viandas a los chicos. “La idea no es que vengan a comer acá, sino que coman con su familia, que no se pierda ese vinculo”.

Quienes van

Los chicos comienzan a llegar 20 o 20:30. “Vienen de distintos barrios, por lo general del nuevo, Néstor Kirchner y del Villa Unión”.

Verónica no exige edad para pasar a buscar la vianda. “Por lo general son adolescentes como máximo. Pero también comen los padres. Tenemos de todo, madres solteras, una familia que son siete hermanitos, otra cinco”.

“Los chicos se acercan porque se trasmite boca en boca. Ellos se conocen y van hablando de esto. Al principio vienen y te preguntan, medio con vergüenza. Pero yo les digo: avísame así los cuento a la hora de cocinar. Y sólo eso. Si bien hay como una generalidad en la edad, esto se dio así. Nuestra idea es sólo ayudar al que le hace falta”.

“ Al principio medio que no venían pero después comenzaron a venir. Es que siempre la idea es que coman en familia” sostuvo la vecina.

“Primero eran 15, después 20 y hasta se llegó 30 y pensamos que ese era el número. Pero la semana pasada –siempre cocinamos mucho más, porque los que no tienen familia numerosa tienen una comida para el otro día– fueron 47 y le pudimos dar a todos”, destacó con orgullo.

En la cocina no sólo se olía un aroma delicioso, estaba cocinando arroz con pollo mientras hablaba, sino un sentimiento de enorme amor hacia los demás. “Otra cosa que no queremos es decir : “no, no tengo”. Prefiero que sobre”, dijo la mujer.

Réplicas

Con respecto a los productos comentó que “a veces los ponemos nosotros. Pero otras, como hoy, no ponemos nada. Conseguimos el pollo y el arroz. Y pasé a comprar las verduras y el chico del almacén me preguntó: Vero, ¿cuándo tenés merendero? y entonces me donó las verduras. Es buenísimo como va creciendo. Nosotros decimos a la gente que quiere ayudar y no puede dar nada, que done tiempo que es también valioso. Eso ayuda tanto o más”, apuntó.

La mayoría de las veces los productos los compra Verónica, pero otras veces recibe mercadería o verduras de los que se enteran de su emprendimiento.

Datos

La mayoría de las veces los productos los compra Verónica, pero otras veces recibe mercadería o verduras de los que se enteran de su emprendimiento.

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora