Teatros independientes: total incertidumbre

El cierre preventivo de las salas complica su supervivencia. Los gastos fijos se mantienen, pero sin ingresos. Piden ayuda a los Estados y buscan otras medidas para mantenerse.

Cines, teatros, bares, salas culturales, todo cerró como medida de prevención ante el avance del coronavirus. Fue una de las primeras acciones y, tal vez, una de las más efectivas para evitar el contacto social. Pero tras ello queda al desnudo una problemática que afecta a gran parte de los artistas regionales: el trabajo informal e independiente.
Para las salas de teatro independientes serán meses duros. Es que hay gastos fijos que cubrir y no existe la habitual entrada de dinero por funciones o alquileres de sala para ensayos y producción. Lo único que resta es apelar a ayudas estatales o privadas.


Desde el gobierno provincial ya se anunció que se iban a entregar aportes no reintegrables a las salas que estén inscriptas en el Instituto Nacional del Teatro, aunque aún no se definieron los montos (ver aparte).
En tanto, desde la Municipalidad de Neuquén se aseguró que “toda la situación está en estudio”.

El Arrimadero ocupa una sala histórica de la ciudad.


Lo cierto, es que los hacedores de artes escénicas se reunieron en asamblea y emitieron una resolución donde no sólo solicitan el “sostenimiento de los aportes económicos que se otorguen durante la duración de la crisis sanitaria, y hasta que se logre un retorno a la normalidad”; sino también que esos aportes sea de carácter no reintegrable.
También piden que esos aportes incluyan a “los y las teatristas y, además, todos aquellos/as que se dedican a las artes escénicas, aún en los casos en que no cuenten con monotributo” y especifican que en este se debe “poner especial énfasis en las personas que tienen en su actividad artística su único ingreso”.
Y por último, en el documento emitido por la asociación de teatristas se solicita que se tenga “en cuenta que los costos en Neuquén son mayores que en otras zonas del país”; y que en los casos de las salas y espacios culturales se analice cada situación en particular.

Esta crisis pone en evidencia la precariedad laboral de teatristas y la ausencia de programas sostenibles de parte del Estado”.

Cristina Mancilla, de Teneas.


“Se pide que se haga un análisis individual, para no hacer un reparto general que pueda incurrir en injusticias”, resaltó al respecto Cristina Mancilla, representante de Teatristas Neuquinos Asociados (Teneas).
En el mismo sentido, Pablo Todero, director del teatro Ámbito Histrión señaló: “el impacto en las salas varía en cuanto a las particularidades de cada sala, nosotros en el Histrión tenemos un pago de alquiler que representa mucha plata, en otros casos no hay pago de alquiler, pero si hay muchos gastos fijos.”
“Nosotros solamente de luz tenemos alrededor de 15 mil pesos y después todos los gastos fijos de un espacio que no dejan de existir por más que el espacio esté cerrado. Hacer frente a eso sin poder abrir, sin el pago de las horas de ensayo y los bordereaux, el ingreso por las obras, se hace casi imposible de sostener estos espacios y lo único que uno acumula durante este tiempo es deuda”, ejemplificó el director de teatro.

Teneas, además de contar con una sala para funciones, es un gran espacio de producción.


Y agregó: “se pidió al municipio y al Instituto Nacional del Teatro para que traten de instrumentar medidas que colaboren para llevar adelante esta situación tanto de los espacios teatrales como de los grupos y los artistas de forma individual que sostienen su economía desde este trabajo independiente, que cuando suceden estas cosas se cortan absolutamente los ingresos”.
Pero claro, mientras las ayudas llegan, los espacios piensan y buscan otras formas de hacerle frente a la crisis desatada por el cierre preventivo de las salas. “En el mientras tanto estamos planificando algunas cuestiones que tienen que ver con salir a pedir a algunos grupos privados ciertos aportes para poder sobre llevar la situación, pedir a cambio de algo futuro, organizar rifas o ventas de entradas futuras y una batería de cuestiones que hay que ver cómo se instrumentan porque la cuarentena implica que uno no puede salir demasiado, ni siquiera a entregar una entrada, entonces estamos viendo la forma digital de poder implementarlo y llevarlo adelante para empezar a palear la situación, que ya se empieza a poner muy difícil”, contó el director de Ámbito Histrión.

Vivir al día

90
el porcentaje de los teatristas que viven de la actividad, del día al día, del fin de semana, de sus talleres, según informaron desde Teneas.


Más allá de la actual crisis por el cierre preventivo de los espacios para evitar el contagio de coronavirus, está situación evidenció el problema del trabajo informal de los artistas y la falta de programas estables de fomento. Así lo señaló Mancilla.
“Con esta situación se nota la falta de una caja profesional donde se pueda aportar para una jubilación digna. Tampoco hay pensiones, ni fondos o seguros de desempleo. También se evidencia la ausencia de programas sostenibles en el tiempo desde la estructura del Estado, que no sean acciones puntuales sin continuidad”, detalló la integrante de la asociación que nuclea a los teatristas de la provincia.

El regreso no será cosa fácil

Por ahora, el cierre preventivo es hasta el 31 de marzo, aunque es probable que ese plazo se extienda; todo dependerá de la evolución de la evolución (o no) de la pandemia del coronavirus. Lo cierto es que la vuelta a la actividad no será simple.
“Habrá que ver el 31 de marzo qué sucede y más allá de que se nos permita abrir las puertas, el tiempo cerrado y la continuidad de una enfermedad de estas características va a seguir generando impacto en los ingresos y en la cantidad de gente que se acerque a los espacios. Son como muchas cosas a tener en cuenta”, señaló al respecto Pablo Todero, representante del teatro Ámbito Histrión. “Va a costar volver a traer a la gente a los espacios”, terminó reconociendo.

La ayuda provincial llegará en forma de subsidio

Si bien se estima que los teatros independientes recibirán múltiples ayudas para lograr sostenerse pese al cierre preventivo, aún no se conocen demasiadas medidas concretas.
La que parece estar más cerca de ser realidad es la que otorgará el gobierno provincial. Se trata de una propuesta que se anunció hace algo más de una semana cuando la provincia decidió suspender las actividades culturales para prevenir el contagio de coronavirus.
Lo cierto es que según informaron a Río Negro desde el Ministerio de las Culturas ya están en marcha el “Plan de Contingencia” que asistirá económicamente a las salas independientes de la provincia.
“Entendiendo que las mismas dependen de sus programaciones y actividades cotidianas para su sostenimiento, y que son precisamente los primeros meses del año los que dan comienzo con intensidad a las temporadas de espectáculos, clases y talleres, se activó un subsidio de emergencia a efectos de minimizar los perjuicios socioeconómicos que esos espacios puedan atravesar”, sostuvieron desde el ministerio provincial.
Además, señalaron que “se trata de un aporte no reintegrable que será percibido en dos cuotas cuyo monto se confirmará en los próximos días”.
Lo que sí se sabe con detalle es que las salas que recibirán el aporte serán las que están registradas (o en proceso de estarlo) en el Instituto Nacional del Teatro. Ellas son Piccolo Teatro de San Martín de los Andes), El Zaguán de Plottier y las capitalinas Ámbito Histrión, Teneas, Araca Teatro, El Arrimadero y la recientemente abierta Deriva.


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