Ni aire acondicionado ni ventilador: el método que usan en Australia para mantener las casas frescas
Los australianos apuestan por soluciones sustentables para ganarle al calor. Conocé de qué se trata.
En Australia, el calor puede ser extremo. En zonas como el Outback o el norte tropical, los termómetros suelen marcar más de 40°C y el aire acondicionado no siempre es la mejor opción: consume mucha energía y encarece la factura de luz.
Por eso, cada vez más familias buscan diferentes alternativas sustentables para mantener sus casas frescas.
Cómo es el método australiano para mantener frescas las casas en verano
- 1. Paneles solares elevados: energía y frescura en un solo paso
En muchas viviendas australianas, los paneles solares no solo sirven para generar electricidad. También cumplen una función clave: protegen el techo del sol directo y ayudan a bajar la temperatura adentro de la casa.
¿Cómo lo hacen? Los paneles se instalan sobre estructuras elevadas, dejando un espacio de aire entre ellos y el techo. Ese colchón de aire funciona como una barrera térmica: el calor no pasa tan fácil al interior.
Además, la energía que producen los paneles puede usarse para alimentar ventiladores o sistemas de enfriamiento, al hacer todo mucho más eficiente y ecológico.
- Techos ventilados: el secreto está en el aire que circula Pero eso no es todo. Muchas casas en Australia suman techos ventilados para potenciar el efecto de los paneles solares.
El aire caliente que queda atrapado entre el panel y el techo se libera gracias a ventilaciones ubicadas de forma estratégica. Así, el calor no se acumula y el ambiente adentro se mantiene mucho más fresco, sin necesidad de prender el aire acondicionado.
- Pinturas térmicas: un aliado invisible contra el calor Otra técnica que se usa mucho es la de las pinturas térmicas. Los techos, debajo de los paneles, se recubren con productos especiales que reflejan el calor del sol.
Estas pinturas crean una capa reflectante que evita que el techo absorba el calor. El resultado: la casa se mantiene fresca incluso en los días más bravos del verano australiano.
Con estas estrategias, los australianos logran bajar la temperatura de sus casas sin depender del aire acondicionado. El resultado es un hogar más cómodo, facturas de luz más bajas y un impacto ambiental mucho menor.
En Australia, el calor puede ser extremo. En zonas como el Outback o el norte tropical, los termómetros suelen marcar más de 40°C y el aire acondicionado no siempre es la mejor opción: consume mucha energía y encarece la factura de luz.
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