Teorema

Como en un remedo del «teorema Baglini», podría afirmarse que la ebullición política es directamente proporcional a la cercanía de las elecciones. Es sano para la democracia, pero la más de las veces es confuso.

Una disputa jurídica sobre discrepancias entre la Carta Orgánica de San Martín y la Constitución neuquina por el llamado a convención municipal, ha abierto camino a especulaciones políticas de variado tono.

Para infortunio de los vecinos, la sustancia de la reforma sigue ausente de debates, a pesar de que el municipio supone en juego la mismísima autonomía municipal, con la decisión que asuma el Tribunal Superior de Justicia.

Daniel Vita es un abogado de vinculaciones con el MPN. Presentó un planteo de inconstitucionalidad del artículo 189 de la Carta Orgánica, por la elección de 20 convencionales para la reforma.

Vita ve colisión con el 187 de la Constitución provincial, que fija un margen de entre 12 y 25 miembros para las convenciones municipales, según la cantidad de habitantes. En ese caso, San Martín debería contar con 12 bancas.

Vita fue convencional por el MPN de San Martín en 1989. Conocía el artículo, cuya disputa cristaliza hoy pero nace con la enmienda constitucional de 1994.

Es cierto que su planteo surge con la ordenanza que declara la necesidad de la reforma, pues de lo contrario sería una mera cuestión abstracta. Es cierto que para el municipio, la actual redacción de la Carta Orgánica está en vigencia.

Pero Vita podría haber advertido antes a los ediles, al menos a los de su partido. Es que fue el bloque del MPN uno de los que insistió con hacer un llamado de 20 convencionales, cuando otros partidos ya se inclinaban por una convocatoria para 12 escanios, atentos al cambio constitucional del 94.

Entonces, nadie debería sorprenderse ni rasgarse las vestiduras por un ataque a la autonomía municipal cuando la discrepancia era previsible, sin perjuicio de admitir que la actual Constitución provincial consagra la autonomía por un lado y la limita por el otro. Pero esa es otra discusión.

La autonomía es un principio que debe defenderse a diario en terreno político, económico y financiero, pues es autónomo aquel que puede valerse por sí mismo.

De qué sirve que el municipio se diga autónomo con grandilocuencia, cuando el grueso de su presupuesto depende de recursos ajenos y de extrema incertidumbre, como las regalías.

En tanto, el entredicho jurídico aviva especulaciones políticas. Hay quienes ven una intención de demorar las elecciones, para que se sucedan luego o en simultáneo con la constituyente provincial.

Otros ven un tiro por elevación para desbaratar la lista de «Alternativa», que distribuye cargos entre seis partidos, con el PJ a la cabeza. Los puestos expectables se reducen para todos con una convención de doce miembros.

Algunos intuyen una maniobra urdida desde las alturas del gobierno provincial. Lo creen temeroso de que una derrota local decante en la memoria colectiva, cuando se elija a los constituyentes provinciales en 2005.

Hay quienes ven hasta un secreto ajedrez de los partidos mayoritarios, para disminuir las chances de los nuevos partidos locales. En fin…

Hasta la fecha de las elecciones está en duda por una medida cautelar, que la justicia acogió ante una presentación del MPN por los plazos de oficialización de listas.

Por lo pronto, lo único cierto es que la verborragia política crece a despecho del debate de ideas sobre la reforma, de aquello que es el contrato social de los sanmartinenses. Nada menos.

Fernando Bravo

rionegro@smandes.com.ar


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