«Todo comenzó con un ratón»
Hoy se cumplen 80 años de la creación de Disney que logró ser el símbolo del emporio y de los Estados Unidos.
Fue el resultado de un infortunio, en un rapto creativo de Walt Disney, que acababa de perder a manos de su primer personaje exitoso, el conejo Oswald, una disputa por los derechos con la distribuidora de los dibujos animados. Pero logró lo que ninguna de sus creaciones: ser el símbolo oficial de su marca. Las dos orejas dibujadas en el airee que hablan de un imperio que aún hoy sigue en pie, exactamente 80 años después de que el roedor haya aparecido por primera vez en una pantalla. «Todo comenzó con un ratón», dice la leyenda de Disney. Y algo de eso hay.
Mickey Mouse nació hace 80 años, debutando en la pantalla un 18 de noviembre de 1928. Al buscar un reemplazo para Oswald, Disney pensó en un caballo, un perro, un gato, una rana y una vaca. Pero finalmente se decidió por un ratón como el que tenía de mascota años atrás. Cuenta la leyenda que se le ocurrió en el viaje en tren de Nueva York a Los Ángeles, tras fracasar sus gestiones por continuar con el conejo Oswald. El ratón antropomórfico recibió primero el nombre de Mortimer Mouse, en homenaje a la antigua mascota de Disney. Pero tuvo la sabiduría de escuchar a su mujer, Lillian, a quien le parecía un nombre demasiado pretencioso, y le sugirió Mickey en su lugar.
«Buscábamos un personaje atractivo y pensamos en un pequeño ratón que tuviese algo de la melancolía de Chaplin, que tratase de hacer lo mejor a su alcance. Cuando la gente se ríe con Mickey, es porque es tan humano, y ése es el secreto de su popularidad», reconoció Disney.
La idea era de Disney, pero el dibujo original fue de Ub Iwerks, un talentoso artista de origen holandés que lo acompañaba desde hacía casi una década en sus intentos de establecerse como productor de dibujos animados.
Mickey tuvo un éxito inmediato, gracias en buena parte al olfato de Disney para embarcarse en la nueva técnica del cine sonoro, inaugurada poco antes con «The Jazz Singer». Descartando dos primeros cortos animados mudos protagonizados por Mickey – «Plane Crazy», inspirado en la popularidad de Charles Lindbergh, y «Galoppin´ Gaucho»-, presentó «Steamboat Willie», en el que las acciones del ratón se sincronizaban con dos canciones, en el Colony Theatre de Nueva York, el 18 de noviembre de 1928.
Pero muchos críticos señalan que el ratón fue vaciado de características personales controversiales para poder erigirlo como el símbolo perfecto del emporio Disney, siempre apto para todo público. La misma figura de Mickey fue cambiando también, en lo que el biólogo Stephen Jay Gould sostuvo que fue el factor clave para transformar al personaje en el favorito de los corazones alrededor del mundo. Las proporciones de su cabeza se modificaron, sus extremidades se engrosaron y acortaron, a la vez que se agrandaron sus ojos. El efecto fue, según Gould, la creación de un personaje que las personas aman por encima de todo lo demás. Sea cual fuere la razón, Mickey se convirtió en el personaje más famoso del mundo, en un símbolo no sólo de los Estudios Disney, sino del dominio cultural estadounidense. Una encuesta en su país de origen reveló que al 97 por ciento de las personas le es más familiar que Papá Noel.
Mickey llegó a ser superestrella en los años de la Gran Depresión. En 1932 ganó un Oscar honorífico. En los cines se anunciaba el corto de Mickey junto al título de la película principal. Protagonizó 120 de cortos en dos décadas, gran parte de ellos actuando con la voz del mismo Disney, que nunca llegó a dibujarlo.
A partir de 1930, con la cesión por 300 dólares de la licencia para utilizar su imagen en utensilios escolares, comenzó el gran negocio de las franquicias, que sostiene hasta hoy gran parte del consorcio Disney. Ya en 1934 recaudaba por este concepto 600.000 dólares anuales. Desde computadoras, pasando por ropa interior hasta videojuegos, más de 7.500 productos llevan la imagen del ratón. Mickey es además el único personaje animado que tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. La fama es tanto más sorprendente, si se tiene en cuenta que protagonizó su última película en 1952.
Pero a fuerza de presencia incansable, cumple 80 sin planes de jubilarse. (DPA)
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