Tomó un té con ella y luego la mató: perpetua

Máxima pena a un joven por crimen de una anciana. Ocurrió en Cinco Saltos, en marzo del año pasado.

CIPOLLETTI

CIPOLLETTI (AC).- La Cámara Primera condenó a perpetua a Johnatan Lirian por el asesinato de Adelina Aranda, de 80 años, en Cinco Saltos. Se dio por acreditado que el joven de 25 aprovechó la confianza que mantenía con la anciana, entró a robarle y después la estranguló. Los jueces no admitieron el pedido de indemnización para la familia de la víctima pero sí ordenaron investigar a las personas que revendieron los elementos sustraídos de la vivienda.

El crimen de Adelina, quien en el barrio era conocida como Laura, ocurrió en los días previos al 13 de marzo de 2014 en su casona de la calle Contralmirante Cordero 740, a tres cuadras de la Comisaría Séptima. La mujer fue hallada en la bañera, en un intento de hacer pasar el caso por una muerte natural. Sin embargo su domicilio estaba todo desordenado y faltaban electrodomésticos, dinero y objetos de valor.

Los investigadores dieron con Lirian porque el muchacho conocía a la anciana y le hacía trabajos de mantenimiento en la casona. Según las pruebas, el día del homicidio tomó una taza de té con ella y después la estranguló en la bañera. Finalmente llamó a un amigo, le pidió que acudiera al domicilio con un vehículo y cargó todo lo que pudo. La mayoría de los elementos fueron secuestrados en la casa del suegro de Lirian, quien también había realizado algunas reparaciones en lo de Adelina. El resto de los objetos fueron revendidos.

En los alegatos, el fiscal de cámara Ricardo Maggi ponderó la prueba científica y recordó que encontraron una huella dactilar del procesado en una taza de té, que además había una impronta del calzado y que los objetos robados fueron recuperados en el domicilio de sus allegados. Con eso reclamó prisión perpetua por “homicidio criminis causa” y una indemnización de 100.000 pesos para los hijos de Adelina. Este último aspecto no fue considerado en la sentencia, aunque los integrantes de la Cámara Primera ordenaron remitir copias de la declaración de los testigos para que en la Fiscalía inicien una investigación por el delito de “encubrimiento”. Se encuentran bajo sospecha el suegro de Lirian, su hija (pareja del condenado), el muchacho que colaboró para cargar las cosas en el auto y otros dos que habrían participado de la reventa de los electrodomésticos y herramientas de la víctima.

El defensor Claudio Romero, en su alegato, había solicitado la nulidad de todo el proceso con el argumento de que Lirian fue indagado sin abogado. El tribunal no admitió esta petición. En sus últimas palabras Lirian dijo: “Yo no maté a la señora, sí me involucro en el hecho de retirar las cosas y por eso pido justicia por los dos lados”. En la anteúltima audiencia del juicio, el imputado había declarado que cooperó con el robo “bajo amenaza”, porque los ladrones le advirtieron que si hablaba “iban a pagar sus hijas”. Agregó que el día del crimen fue a pedirle “una changa” a la octogenaria y fue en esas circunstancias que aparecieron delincuentes y los amenazaron.


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