Traficaban 127 costillares en dos camionetas

Tras persecución, los atraparon entre Chichinales y Roca. La carne venía de la provincia de Buenos Aires.

PROVENÍA DE BUENOS AIRES

ROCA/CHICHINALES (AR/AVR).- Habían sintonizado la frecuencia policial y cuando pensaron que ya no había efectivos en el puesto caminero de Chichinales, cerca de la 1:20 de ayer, pasaron a toda velocidad en una Volkswagen Amarok y una Toyota Hilux cargadas de carne. Los descubrieron y persiguieron por la Ruta 22 hasta que los atraparon y comprobaron que llevaban 127 costillares de vaca escondidos en los asientos traseros y las cajas de las camionetas.

El gran operativo policial arrancó en Chichinales y terminó en el centro de Roca. El resultado: más de 2.000 kilos de carne incinerada y un detenido.

El operativo comenzó cerca de la 1:20 cuando por Chichinales pasaron las dos camionetas a altísima velocidad, lo que llamó la atención del personal del Cuerpo de Seguridad Vial. Le hicieron señales para que se detengan pero hicieron caso omiso y siguieron. Por lo que rápidamente se montó una persecución.

Unos kilómetros más adelante el conductor de la Amarok (NGW286), un comerciante de 36 años, oriundo de Bariloche, se detuvo.

Había sacado el asiento trasero y entre ese lugar y la caja, llevaba 57 costillares, 27 bolsas de achuras congeladas y 8 bolsas de hígado congelados. En total 1.257 kilos de carne, que no tenía ningún tipo de documentación sobre su procedencia, en tanto que tampoco el vehículo contaba con el resguardo necesario para el transporte, ni las guías correspondientes para el traslado. Luego se descubrió una factura de un frigorífico de Coronel Pringles, provincia de Buenos aires.

Inmediatamente se dio intervención a la Dirección de Ganadería con asiento en Roca que dispuso que se decomisara la carne para su posterior destrucción, en tanto que se labró un acta de infracción para el conductor de la camioneta.

Paralelamente otro grupo de efectivos del Cuerpo de Seguridad Vial de Roca mantuvo la persecución sobre la Hilux (HBV863), que continuó a toda velocidad, eludió otro control policial y se metió en el casco urbano roquense. Recién se la pudo detener en avenida Roca y Canadá.

El conductor, un comerciante local de 67 años, llevaba otros 70 costillares que pesaban 880 kilos, que habían sido comprados en el mismo lugar y que también fueron incinerados. El hombre quedó detenido por resistencia a la autoridad. Además se secuestraron equipos de comunicación.

En la causa intervino el Juzgado de Instrucción Nº 4 a cargo de Rubén Norry, y la investigación la lleva adelante el fiscal Miguel Fernández Jahde.


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