Tras cinco horas dramáticas liberaron a rehenes

Los reclusos, que reclaman mejores condiciones, retuvieron a tres policías.

Más de veinte internos amotinados en la Unidad de Contención del Aprehendido (UCA) se entregaron anoche a la policía y el último rehén fue liberado, tras cinco horas de negociaciones, informaron a fuentes del Servicio Penitenciario de Córdoba.

Los portavoces informaron que los presos depusieron su actitud pasadas las 22:50, casi cinco horas más tarde del inicio del conflicto, en reclamo de mejores condiciones de detención, durante el cual dos guardiacárceles y un policía fotógrafo fueron tomados como rehénes.

Los incidentes comenzaron minutos antes de las 18, en la ex cárcel de Encausados, ubicada a sólo cinco cuadras del centro de esta ciudad, por lo cual el predio fue vallado y vigilado por decenas de patrulleros policiales.

Los rehénes sufrieron heridas, por lo que debieron ser asistidos por personal de emergencias médicas dentro del penal, tras lo cual los liberados fueron trasladados a un centro de salud de la zona.

El fiscal Alejandro Moyano ingresó pasadas las 19 en la cárcel para dialogar con los reclusos amotinados, con el objetivo de que depongan su actitud y liberen a los rehenes, dos de los cuales recuperaron su libertad a las 21 y las 22:30.

Cerca de las 23 fue soltado el último rehén.

El comisario Daniel Rivello confirmó a la prensa local que el motín comenzó porque «aparentemente había un problema» entre los internos y se produjo «la toma de rehenes», aunque un vocero de los guardiacárceles señaló que los reclusos exigían «mejores condiciones de detención».

René Zabala, del Sindicato de Policías, sostuvo que la situación era «crítica» en el interior de la UCA y todo se habría originado en el «sector posterior» del establecimiento penitenciario.

Zabala dijo que el penal aloja a «140 internos», pero que los custodios penitenciarios son sólo cuatro, según sus declaraciones a Canal Doce de Córdoba.

Zabala dijo a una radio local que los internos habían tomado todo un piso del edificio, por lo que las autoridades tomaron las mayores precauciones para lograr sin incidentes las liberaciones, ante la presencia de varios medios de prensa.

Familiares de los presos y los restantes guardiacárceles se concentraron desde el inicio del motín en torno al penal para seguir de cerca los acontecimientos.

Las cuadras que rodean al predio eran vigiladas por una gran cantidad de patrulleros de la Policía de Córdoba, mientras efectivos del grupo ETER y la Guardia de Infantería ingresaron al lugar y rodearon a los amotinados.

La revuelta se desató tres días después de que se leyera la sentencia en que fueron condenados 55 de los 59 presos que participaron en la trágico motín del 10 y 11 de febrero de 2005 ocurrido en la Penitenciaría de barrio San Martín y que acabó con ocho personas muertas.

Zabala, por su parte, negó anoche que el motín esté relacionado con los reclamos de mejoras salariales del personal penitenciario de Córdoba.


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