Un árbitro agredió a un jugador en inferiores
CIPOLLETTI (AC).- La violencia en la que está inmersa la Liga Deportiva Confluencia ya no sólo atañe a la primera división ni es exclusiva de los jugadores. El domingo en Catriel se tuvo que suspender el partido porque un jugador local agredió al árbitro, pero el sábado ocurrió un hecho más grave aún: un juez le aplicó un golpe de puño a un chico de la séptima división de Pillmatun en pleno partido.
Han pasado sólo cinco fecha en lo que va del torneo y ya se produjeron varios hechos de violencia que superan lo estrictamente deportivo. Ya no sólo se ve una pierna fuerte o algún insulto. La cosa está pasando a mayores y quienes comandan la Liga deben tomar cartas en el asunto, porque jugar en la Confluencia se está transformando en algo demasiado peligroso.
El domingo, cuando Cipolletti le ganaba 2 a 0 a Catriel como visitante, Pablo Campillay, del equipo petrolero, le aplicó un golpe de puño al árbitro Víctor Villablanca, luego de que el juez le mostrara la tarjeta roja. El partido fue suspendido.
Pero el sábado ocurrió u hecho más grave y con pocos antecedentes en la Confluencia. Pillmatun y Deportivo Roca debían jugar en séptima división, pero el partido se demoró porque faltó el árbitro principal, Rubén Reyes. Los líneas se repartieron la cancha y dirigieron.
En un momento un jugador cipoleño reaccionó por un fuerte falta de un rival. El juez Carlos Fuentes (que estaba en el otro sector de la cancha) observó la situación y corrió a expulsar al chico de Pillmatun, que fue a increparlo. En eso momento el propio árbitro le pegó un golpe de puño en la cara. La reacción del colegiado motivó la exaltación de jugadores y cuerpo técnico de ambos equipos. Fuentes fue protegido por el presidente de Pillmatun, mientras seguía arrojando piñas y patadas contra los chicos. Luego en el vestuario dijo sentirse arrepentido. Por la tarde se realizó una exposición policial en la Comisaría 24 de esta ciudad.
CIPOLLETTI (AC).- La violencia en la que está inmersa la Liga Deportiva Confluencia ya no sólo atañe a la primera división ni es exclusiva de los jugadores. El domingo en Catriel se tuvo que suspender el partido porque un jugador local agredió al árbitro, pero el sábado ocurrió un hecho más grave aún: un juez le aplicó un golpe de puño a un chico de la séptima división de Pillmatun en pleno partido.
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