Un derrumbe progresivo

» Convencido de que no manejaba más que el metro cuadrado que pisaba.

» Con todo su sistema nervioso bajo agobiante tensión, al borde del colapso. Así llegó al final de su gestión el gobernador de Santa Cruz, Carlos Sancho.

Este diagnóstico fue suministrado ayer por una fuente vinculada a los análisis de situación que realiza la Secretaría de Información del Estado (SIDE).

Señaló que hace semanas «como mínimo», la SIDE comenzó a informar al gobierno que desde lo personal, el mandatario santacruceño estaba en curso de sentir que la crisis lo superaba a velocidad uniforme, y que en consecuencia el destino de su poder estaba librado a la dinámica del proceso en marcha.

Una expresión definida de ese estado de ánimo lo dio el hecho de que prácticamente Sancho se ocultó, dejando que creciera la percepción que él estaba afuera de la política y que la conducción del gobierno no le perteneciera nada más que a la calle. Hablaba con poco miembros del gobierno y en la realidad, en lo bueno o lo malo de las decisiones que se adoptaron, el gobierno lo ejerció el ministro de Gobierno Daniel Variazat acotó.

La SIDE siguió paso a paso el abatimiento de Sancho. Y fue conformando su punto de vista a partir de conjugarlo con datos recogidos en otros sitios del sistema de inteligencia y seguridad nacional, especialmente Gendarmería Nacional.

Por tener Santa Cruz un área de frontera muy amplia a su cargo, Gendarmería está presente en todos los planos de la provincia y fue ese cuerpo el que también vio venir el desplome del gobernador dijo la fuente.

Y acotó: para la SIDE hubo dos hechos que denunciaban la decadencia del poder de Sancho: carencia de iniciativas destinadas a solucionar el conflicto en lo inmediato. Creciente dependencia de lo que sobre el tema, decidía por encima de él el gobierno nacional.

Es posible dijo la fuente con más de 20 años vinculada al análisis político para la comunidad de inteligencia hacer una comparación con lo sucedido con Neuquén a la hora de la huelga docente en esa provincia y la muerte del maestro neuquino Carlo Fuentelba: el gobierno de Jorge Sobisch, jaqueado por la situación, igualmente existía.

En Santa Cruz, en cambio, estaba dejando de existir.

Y acotó la fuente: Todas las mañanas, no bien ingresaba a Casa Rosada, el presidente Kirchner recibía al titular de la SIDE, como es costumbre en cualquier gobierno: dotar al presidente de información… la CIA lo hace con Bush, el MI 5 con Tony Blair y la SIDE con Kirchner… y todas las mañanas se le notificaba que Sancho se derrumbaba un ladrillo más… luego, el derrumbe.


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