Un equipo del hospital neuquino logró reducir la mortalidad materna por acretismo placentario

Desde el 2008 asisten a pacientes con esta patología, asociada a las cesáreas.

Salud

Laura Loncopan Berti

lauraloncopan@rionegro.com.ar

NEUQUÉN (AN).- Un equipo interdisciplinario del hospital Castro Rendón, creado en el 2008 y único en su tipo en el Alto Valle, asiste a pacientes con acretismo placentario, una patología que se presenta en el embarazo y que se ha incrementado debido al aumento del índice de cesáreas. La intervención de los profesionales ha permitido reducir la mortalidad materna y neonatal por estos casos.

El acretismo consiste en una adherencia anormal de la placenta a la pared uterina por la cual el alumbramiento puede conducir a una hemorragia masiva.

“Antes del 2008 estas pacientes, a veces con diagnóstico o no, se morían. En el hospital teníamos muertes maternas por acretismo placentario. En 2008, el doctor Marcelo Kolar formó el equipo y pudimos comenzar a operar a las mujeres”, dijo la ginecóloga Lorena Cabrera (M.P. 3763), una de las integrantes del grupo que está formado por especialistas de los servicios de obstetricia, urología, hemoterapia, terapia intensiva, neonatología y anestesiología.

En 2015 se realizaron 5 intervenciones en el hospital, y 35 desde el 2008. El último caso fue una paciente de emergencia derivada del hospital Cipolletti.

35 operaciones por esta patología se hicieron del 2008 al 2015 en el hospital.

Una de las causas principales del aumento de esta patología es el crecimiento de las cesáreas. “Hace 20 años el número de cesáreas en el hospital no superaba el 10%. Y hoy es de un 35%, y en el ámbito privado es mucho más alto (trepa hasta el 90%)”, aseguró Kolar (M.P. 1315), el mentor del equipo. (Ver recuadro)

El médico indicó que el aborto medicamentoso -con el uso del misoprostol- disminuye la posibilidad del acretismo, no así los legrados. “Al haber una lesión, provocada por una cesárea o por un legrado, la placenta puede insertarse en ese lugar y no en el que corresponde, que es en el fondo del útero”, agregó.

Kolar contó que la idea de formar el equipo surgió luego de que se incrementaran los casos de acretismo, con pacientes que llegaban con sangrado al hospital. “Al principio empezamos a derivar a centros de Buenos Aires y eso implicaba el desarraigo de las mujeres durante meses, con un costo social muy alto. Más los costos económicos. A partir de ese momento, nos pusimos en contacto con el hospital Argerich y armamos el grupo. La técnica quirúrgica desarrollada era compleja, pero teníamos un grupo de ginecólogos que estaba acostumbrado a resolver patologías oncológicas, así que pudimos hacerlo”, explicó.

Sin título-1

Datos

35 operaciones por esta patología se hicieron del 2008 al 2015 en el hospital.

Salud

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora