Un fuego imparable arrasó con el Club del Progreso en Roca

ROCA .- Reducido a cenizas. Así quedó gran parte del Club del Progreso luego de un dantesco incendio que se desató en la madrugada de ayer y que acabó con la cancha de básquet y el salón donde practicaban gimnasia artística alrededor de 90 chicos de Roca. Se presume que habría sido un acto de vandalismo.

Con llamas que excedían la altura del techo, de más de siete metros, y una voracidad no vista en siniestros desarrollados en el centro de la ciudad, gran parte de esta institución fundada en diciembre de 1934 fue devorada por el fuego.

Fue necesario la presencia de seis dotaciones de bomberos y de alrededor de 45 hombres para controlar el incendio desatado pasadas las 4 de la madrugada y que terminó de ser apagado cerca de las 10 de la mañana.

Cuando los uniformados llegaron el fuego ya estaba declarado, las llamas superaban el techo y los bomberos se concentraron en tratar de que no alcanzaran la cancha de pelota a paleta, en donde había almacenada pintura, además de proteger las instalaciones de la Dirección General Impositiva, lindante.

La mayoría de los vecinos del lugar mencionaron que se escuchó una fuerte explosión. No se sabe aún si esta fue al inicio del siniestro o cuando la acumulación de gases produjo estos ruidos. Al momento en que llegaron los bomberos el techo de la institución se estaba derrumbando. «Se pareció mucho a un incendio en un galpón de fruta, no hubo otro parecido en el centro», indicó Juan Mercado, encargado de prensa de los Bomberos Voluntarios.

Después de la extinción del fuego se procedió a colocar cintas de «peligro» alrededor de la zona siniestrada por la posibilidad de derrumbe de las paredes del gimnasio. Existía especial atención por la estructura que divide la cancha de básquet, del salón donde se practicaba gimnasia artística. Los materiales que se encontraban en los dos edificios tuvieron mucho que ver con la rapidez con que se propagó el fuego. El techo de machimbre, el piso flotante y las colchonetas de goma espuma eran sólo algunos de los objetos que estaban en el lugar.

Las causas del fuego aún no están claras, ayer se barajaban varias hipótesis: la primera hablaba de una pareja de jóvenes que estaban cerca del lugar y que fueron vistos en actitud sospechosa por el sereno. Otra versión mencionaba un desperfecto eléctrico, y la tercera indicaba que una pérdida de gas podría haber sido la génesis del siniestro.

El presidente de la Comisión Directiva de la entidad, Angel Cozzi, indicó que la primera hipótesis era la que ellos manejaban. «Creemos que fue un acto vandálico», señaló. También criticó al sereno por no estar en el lugar en el momento en que se inició el fuego. De hecho este hombre, de apellido Guzmán fue duramente increpado por algunos socios de la institución. Cozzi afirmó que «si el sereno hubiese estado en su trabajo esto no hubiese pasado». Por esa razón Guzmán será convocado a declarar por orden de la Justicia.

Además, Angel Cozzi dejó aclarado otro tema que circuló con insistencia en Roca: «el club está totalmente saneado» dijo, descartando versiones.

Pese al duro golpe que significó este hecho, en los alrededores de la institución las conversaciones giraban en torno a cómo reconstruir lo que se perdió en la madrugada de ayer. Esto era mucho más difícil de sobrellevar para dos profesores de gimnasia a los que las llamas consumió el esfuerzo de cuatro años de trabajo en el club. Silvana Montanari y Oscar «Cacho» Collueque, daban clases de gimnasia artística a cerca de 90 chicos, la mayoría nenas. Con mucho esfuerzo habían armado un completo y moderno gimnasio que se quemó totalmente.

Tanto los directivos de la institución como las familias que tienen hijos o desarrollan actividades deportivas y sociales en el club, visitaron durante toda la mañana la intersección de San Martín y Maipú, en donde están ubicadas las instalaciones del Club del Progreso. Rostros con lágrimas en los ojos eran una constante en chicos y grandes, lo que demostraba a las claras la importancia que la entidad tiene para muchas personas, de distintas generaciones de Roca.

Según lo manifestado por Cozzi la institución cuenta con una póliza de seguro que cubriría parte de los daños sufridos. Esta era la preocupación de los relacionados con la institución.

Para mañana está programada la visita de los representantes de la aseguradora. Hasta ese día se deberán mantener las condiciones en que quedó la zona siniestrada para poder realizar los peritajes.

Bomberos y policías trabajaron para develar las causas.

Cuarenta y cinco bomberos y cien mil litros de agua

Seis dotaciones de bomberos, 45 hombres y cerca de 100.000 litros de agua arrojados en el lugar, debieron utilizarse para poder controlar el incendio producido en el Club del Progreso.

A las 4,40 dos policías peatonales concurrieron al club al escuchar explosiones y detectaron un incendio declarado. Llamaron al Comando Radioeléctrico, y de allí se avisó a Bomberos, Camuzzi y Edersa.

Al arribar, los Voluntarios se encontraron con un incendio declarado que abarcaba tanto la cancha de básquet como el salón contiguo en donde se practicaba gimnasia artística. En esos momentos se produjo el derrumbe del techo de la entidad.

Los uniformados se concentraron en limitar el fuego a la zona en la que ya estaba iniciado. Hubo mucho temor porque en el sector que está pegado a la Dirección General Impositiva.

Según la información que manejaban los brigadistas el incendio habría comenzado en la esquina de San Martín y Maipú. Pero no arriesgaron sobre el origen de las llamas.

Juan Mercado, encargado de Prensa de los Bomberos Voluntarios, indicó que las llamas sobrepasaban el techo del edificio, ubicado a unos siete metros. «Se pareció mucho a un incendio en un galpón de fruta, no hubo otro parecido en el centro», afirmó.

La tarea de los bomberos fue rápida porque fueron asistidos por la policía provincial y por los camiones regadores de la Municipalidad, que posibilitaron contar con agua durante las dos horas en que más se debió trabajar com más énfasis.

Después de dos horas de trabajo el incendio fue controlado y los brigadistas se limitaron a remover los escombros para enfriar los materiales quemados.

Mercado destacó que en esta oportunidad tuvo una de sus primeras participaciones el nuevo destacamento ubicado en la zona norte de la ciudad. Precisamente ellos fueron la segunda dotación en llegar a la zona del siniestro. Después, sucesivamente, fueron arribando las demás autobombas a la institución deportiva. La tarea de los bomberos concluyó cerca de la diez de la mañana, y comenzaba el peritaje.

«Haremos todo por reconstruirlo»

ROCA .- «Se consumió el esfuerzo de muchos años de trabajo», sintetizó Angel Cozzi, presidente del Club del Progreso.

Anoche estaba prevista una reunión ampliada de la Comisión Directiva de la entidad para analizar de qué forma se inicia la reconstrucción de la parte siniestrada del Club.

A partir de la información que se obtuvo en la aseguradora, por la noche se explicó a los socios lo que había pasado y cómo se podía salir de esta situación.

En la vereda de la calle Maipú las conversaciones hacían referencia a horarios de reunión para comenzar a reunir fondos y comprar los equipos necesarios para las actividades deportivas y recreativas.

«Lo que manifestó la comunidad de Roca es que el Club es una institución querida por la gente. Con su ayuda vamos a juntar los recursos y volver a ocupar el lugar que teníamos», expresó el presidente.

Cozzi indicó que van a tratar «de aprovechar el entusiasmo de la gente para convocarla a trabajar todos los días».

«Ninguno de los que pertenecen al club deja de sentir ésto como una gran pérdida. Pero vamos a hacer todo lo posible para salir adelante», concluyó.

En sintonía con el deseo de comenzar a trabajar de inmediato en la reparación de los destruido la comisión de gimnasia artística se reunirá hoy a las 22 en la escuela 168.

En esa misma institución comenzarán desde hoy las clases de gimnasia ya que se les cedió un lugar y algunos elementos básicos para desarrollar la actividad.

Una profesora fue elocuente con su afirmación: «no tenemos que parar ni un día».