Un gesto solidario en un barrio de Bariloche, en tiempos de cuarentena

Una mujer, que vive sola con sus dos hijos, confecciona barbijos con la idea de entregarlos después entre los vecinos que necesiten.

Escuchó en la televisión que se venían días complicados y sintió la necesidad de ayudar. Pensó que podía aportar una cuota de solidaridad en un momento difícil. Y decidió que podía hacer barbijos para los vecinos del barrio Nuestras Malvinas en el caso de que sean necesarios.

Brenda Aguilar vive con lo justo. No tiene empleo estable y sostiene sola su hogar, donde convive con sus dos hijos de 18 y 12 años. La mujer relató a Río Negro que tiene una máquina industrial y se puso en contacto con el presidente de la junta vecinal, Sergio Herrero, para tratar de conseguir tela.

El barrio Nuestras Malvinas está ubicado en el Alto de Bariloche. (Foto Archivo)

La cadena solidaria comenzaba a funcionar. En pocas horas, Brenda contaba con dos sábanas que utilizó para confeccionar los primeros 200 barbijos. Sus dos hijos colaboraron. Nadie más.

Brenda permanece aislada con sus hijos en su vivienda, que está ubicada en la calle Soldado Olavarría. Explicó que los barbijos están guardados y no se entregaron -por el momento- entre los vecinos. La idea es repartirlos después “entre las personas de riesgo del barrio que lo necesiten”.

El dinero escasea por estos días entre muchas familias del barrio Nuestras Malvinas que no tienen la posibilidad de salir a trabajar. Son familias que no tienen empleos permanentes. Por eso, cualquier gasto duele en el bolsillo.

Las telas que usa Brenda para diseñar los barbijos. (Foto Gentileza)

La idea de Brenda se difundió entre los vecinos del barrio y otras mujeres se sumaron en sus hogares a la iniciativa. El objetivo es estar preparados.

“Trabajé mucho tiempo con la costura, pero es un trabajo muy esclavizado”, comentó. En el verano pasado confeccionó remeras que vendió. Le quedaron hilos que usó ahora para coser los barbijos. Explicó que vive de empleos ocasionales. “Hago jardinería, vendo leña; hago lo que salga”, sostuvo.

Admitió que el coronavirus (COVID-19) le genera mucha preocupación. “Tengo miedo porque no sé lo que puede pasar”, contó.

Brenda hizo los barbijos en su domicilio con la ayuda de dos dos hijos. (Foto Gentileza)

Dijo que tiene alimentos porque para esta época del año, el dinero que reunió durante el verano lo invierte para comprar y guardar alimentos para pasar el crudo invierno de Bariloche. “Cuando empieza el invierno el trabajo se complica”, aseguró.

“Tengo mercadería para un tiempo, pero si esto sigue no sé que voy a hacer. En el tiempo veré, si me pongo a pensar en eso ahora me vuelvo loca”, manifestó. Por ahora, sigue adelante con los barbijos. Ya hizo casi 300.


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