Un hospital pequeño que atiende como uno grande
El hospital que tiene en la actualidad Villa La Angostura es el mismo de cuando la localidad era la mitad. La ampliación y el quirófano son las ilusiones. Prevén refuerzo para la temporada.
VILLA LA ANGOSTURA (Especial) – Un pequeño de corazón grande. La frase le cabe al hospital de la Angostura que con el mismo edificio que hace doce años y muy poco más personal duplicó la cantidad de pacientes atendidos, pasando de 3.000 o 4.000 almas a las casi 9.000 personas que actualmente recorren las calles de la villa, sin contar el pico de la temporada turística con más de 2.000 plazas de ocupación efectiva.
Tal la rápida definición de situación brindada a «Río Negro» por Alejandra Piedecasas, su directora, quien pese a su juventud ya lleva seis años en conducción hospitalaria.
«Nuestro hospital -dice la profesional que realizó su residencia en General Roca- es de tercera complejidad. Con características de rural, eso significa que únicamente cuenta con médicos generalistas», salvo por una pediatra de nombramiento reciente.
De la entidad depende el puesto sanitario de Villa Traful -con un médico, una enfermera y un agente comunitario- y el centro de salud del barrio Las Piedritas.
Un refuerzo transitorio para la temporada de invierno, que constará de un médico para guardia, un traumatólogo y un radiólogo llegará próximamente, lo cual traerá tranquilidad a los prestadores de servicios turísticos, informó la profesional.
Cotidianamente, detalla Piedecasas, son «ocho médicos, 17 enfermeras, dos odontólogos, 10 mucamas, además de variado personal técnico (como bioquímicos o radiólogo), administrativo y choferes», que conforman el equipo con el cual se atienden, por ejemplo, las 3.394 consultas registradas en abril pasado y las urgencias en la guardia que está abierta las 24 horas.
La ampliación del edificio, la adecuación de la planta de personal y la apertura de un quirófano son las principales necesidades que la directora defiende con convicción contagiosa.
«En lo inmediato, el objetivo es poder completar el recurso humano», lo cual implica la incorporación de dos médicos generalistas, un sicólogo, cuatro enfermeras y un técnico radiólogo.
Pero eso no es lo único, dice quien se define como partidaria del «quirófano sí» en alusión a una polémica que creció al unísono con la cantidad de residentes y que aún enciende los ánimos montañeses.
Es que la carencia de ese servicio obliga a la derivación de toda cirugía menor, desde un apendicitis a una cesárea hacia San Martín y Junín de los Andes o, eventualmente, Bariloche, ciudad con la que hay un convenio con las clínicas privadas.
El gobernador, recuerda Piedecasas, prometió la ampliación para el año que viene. «Nosotros pretendemos que se adelanten los tiempos».
En cuanto al quirófano razona que, en realidad, el costo en obras edilicias es el menor a computar. «Lo más oneroso viene después; porque al servicio hay que mantenerlo». Una sala de operaciones implica mucho equipamiento, banco de sangre, insumos permanentes y, sobre todo, profesionales -un cirujano, un anestesista, un tocoginecólogo y un clínico- que son lo más caro.
De todos modos, un quirófano para 2004 es una mejora que contempla un estudio pormenorizado sobre las necesidades del hospital angosturense realizado por el área Salud provincial en 2002.
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