Un jardín patagónico encantado a orillas del lago Nahuel Huapi

El pueblo, al que le llaman villa, parece sacado de un libro de cuentos de hadas y duendes. Las construcciones cubiertas de piedra y madera, metidas en el bosque, con algunos lagos cristalinos de marco y las montañas de centinela, generan un escenario ideal para ser protagonistas de diferentes aventuras.

En Villa la Angostura se puede descansar de todo respirando el aire puro de la Patagonia y salir al encuentro con la naturaleza en cabalgatas por el Cerro Belvedere, excursiones por los Siete Lagos, caminatas, escaladas, rappel, canopy, paseos en fourtrax y mountain bike.

Cuando el sol calienta esta tierra y la nieve se derrite, el trekking por diferentes senderos rodeados de bosques milenarios es lo que se recomienda. Dos de los tramos más bellos que no se deberían dejar de hacer son el que une Villa Traful y Villa La Angostura a lo largo 35 km de mágico recorrido a través de cordones montañosos y vistas inmejorables. También el sendero de 12 km que une Villa La Angostura con el Bosque de los Arrayanes, permite combinar la opción de realizar un tramo del paseo en las embarcaciones que recorren el majestuoso Lago Nahuel Huapi.

El bosque de Arrayanes, por su parte, es el único arrayanal arbóreo del mundo que puede ser visitado. Y al estar ahí, puede tirar la línea, ya que la pesca deportiva en el lago Nahuel Huapi y en los arroyos y ríos de la zona se puede practicar en todas sus modalidades, para capturar la trucha marrón, arcoíris y fontinalis.

Los paisajes tranquilos son el refugio de presidentes y reinas pero también llegan allí pescadores, mochileros y jóvenes que eligen cada año algunos de los campings. Desde esos destinos, a orillas de hermosos lagos, también se pueden iniciar excursiones.

Las opciones que existen para pasar el día en la playa ya sea que queramos simplemente descansar en alguna en los alrededores. Los balnearios destacados para disfrutar este verano son los de Lago Espejo, Lago Correntoso, Bahía Brava y Mansa y Puerto Manzano.

Las dos primeras se caracterizan por su gran extensión y porque el agua que las baña posee una mayor temperatura lo que las hace ideales para aquellos que deseen darse un chapuzón, las playas de las Bahías Mansa y Brava ofrecen un gran abanico de actividades relacionadas a la navegación tales como alquiler de kayaks, pedalines, paseos en lanchas y veleros. Para los que gusten de playas más intimas y exclusivas Puerto Manzano sin duda será la opción.

Se puede visitar, entre otras cosas, el Cajón Negro, un valle enmarcado por los cerros Inacayal, Belvedere y Filo Belvedere al que se accede caminando o a caballo. Las vistas desde allí con verdes pastizales invitan al descanso y la contemplación, mientras se escucha el sonidos de los arroyitos de aguas cristalinas.

Todo se combina con una propuesta gastronómica amplia y exquisita. La trucha y el cordero en manos de muy buenos chef de la zona, son dos de los productos regionales que se recomienda probar. Y las fábricas de cerveza artesanal son una visita impostergable, donde se pueden degustar las diversas variedades de producción local.

Las casas de té aportan algo para compartir a la tarde. Es la pausa en un ambiente donde se preparan especialidades dulces y saladas con tortas, cupcakes y dulces de frutos rojos son algunas exquisiteces para probar con aires patagónicos.

Los hoteles son de primer nivel. Pasar una noche en la Villa no es de lo más económico, ya que un hotel para dos puede partir de los 2.500 pesos y una cabaña para cuatro personas llegar a los 7.000 pesos el día, pero los servicios son de lujo y la atención también.

Tal es así, que recientemente la agencia de reservas de viaje Booking.com reconoció a la localidad como uno de los destinos más hospitalarios del mundo, en base a los comentarios realizados por viajeros de todo el planeta.

Para cerrar un día pleno, en la Avenida Arrayanes, una variedad de comercios completan el paseo. Chocolates, artesanías, ahumados, cervezas artesanales y artículos de decoración son solo algunas de las opciones para llevar un souvenir desde el corazón del Corredor de los Lagos.

En la oficina de Parques Nacionales, junto al muelle de Bahía Mansa, se encuentra el puesto de información turística. También hay gastronomía, alquiler de bicicletas y canoas.

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