Un laberinto de arroyos y canales drena las lluvias en la capital

La compleja red se encuentra al límite de su capacidad. El municipio proyecta un nuevo conector para mejorar los desagotes y espera por las obras para el Durán.

El subsuelo de la capital neuquina guarda un laberinto de corredores de los que mucho se habla pero poco se conoce. Se trata de la red de canales pluviales y arroyos que contienen, canalizan y desagotan el agua de lluvia y el excedente de los sistemas de riego.

La ciudad cuenta con 16 canales principales, de los cuales el 85% desembocan en el arroyo Durán y los restantes en el Villa María. Del total de pluviales, tres son en toda su extensión a cielo abierto, dos tienen al menos algunos tramos abiertos y el resto están entubados. Existen también tres recorridos que actualmente están en obra, siete con proyecto ejecutivo a ser construidos en el futuro y uno que se proyecta para la calle Ignacio Rivas, desde República de Italia hasta arroyo Durán.

A estos se suman alrededor de 50 pluviales conectores de menor extensión e importancia.

El diseño de los pluviales es un verdadero entramado de líneas que se conectan y desconectan de manera simétrica. Algunos reciben los líquidos de otros pequeños canales que bajan desde la meseta, otros nacen unidos a otro recorrido para luego terminar formando parte de un desagüe de mayor magnitud.

El agua de lluvia que recibe la red de pluviales desemboca en el Durán y Villa María para luego finalizar en el río Limay.

Red de colectoras

Contener el agua no es tarea fácil y mucho menos para una ciudad como Neuquén con un declive geográfico importante y con una barda que desprende arcilla en época de lluvias. Por esto fue necesario sumarle “colectoras” a los pluviales principales de la ciudad como el Saavedra, Rodhe y Combate de San Lorenzo.

Éste último, que nace al norte en calle República de Italia, recibe el caudal de líquido de otros seis pluviales menores. Además en la actualidad se está realizando la obra de un canal, cuyo naciente esta en el barrio Bardas Soleadas, baja por calle Huechulafquen y Rawson, para conectarse al canal Combate de San Lorenzo.

El Necochea, que pasa a la vera del Parque del Oeste en el barrio San Lorenzo, es el pluvial a cielo abierto más extenso que tiene la ciudad. De los que están entubados, uno de los más extensos es el que se encuentra a la vera de la Ruta 22, por Planas-Félix San Martín, cuyo recorrido va desde Chaco -en el oeste- hasta la rotonda del puente carretero Neuquén-Cipolletti.

Sobre calle Colón-Ignacio Rivas se tiene pensado un futuro pluvial que también desembocará en el Durán, pero según explicó el secretario de Obras Públicas del municipio no se realizará hasta que no esté finalizada la obra de saneamiento del arroyo Durán.

En números

El mantenimiento y la limpieza de los cauces es una tarea continua. La basura termina generando problemas de drenaje y atenta contra el escurrimiento.

Datos

50
son los pluviales que se conectan a los 16 canales principales. Terminan en dos arroyos y de ahí al Limay.
El mantenimiento y la limpieza de los cauces es una tarea continua. La basura termina generando problemas de drenaje y atenta contra el escurrimiento.

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