Un showman entre nosotros: entrevista con Darío Barassi

El conductor del momento de la tevé argentina dialogó con Río Negro sobre el presente y futuro suyo y de "100 argentinos dicen", el éxito de entretenimientos de la tarde.

Todos conocemos a Darío Barassi. Quién más, quién menos, todos quienes vemos tevé lo conocemos. Sobre todo desde que está al mando de “100 argentinos dicen”, el gran éxito de la siesta argentina que se emite por El Trece. Pero, ¿qué sabemos de Darío Barassi? Empecemos.  

Sanjuanino del 83, es conocido por el apellido que usa en su vida cotidiana, el de madre. Es un conductor, humorista, actor y abogado recibido en la UBA con honores. Es lúdico, ágil, divertido, de respuestas veloces, dispuesto siempre al juego. “Un bombón” muy guapo como dirá alguna vez una concursante del programa. Los demás reirán, él denunciará que se siente acosado y todos reirán aún más. Un Barassi auténtico  

A la tevé llegó, como muchos, a través de un casting. En 2008, buscaban a un cronista divertido para el magazine de las mañanas de Telefe, “AM, Antes del Mediodía”. Fue a la convocatoria para acompañar a un amigo. En la prueba estaba el ex Gran Hermano Gastón Trezeguet, pero el productor del programa, que se entusiasmó con los chistes de Barassi le propuso a él y no a su amigo el puesto de trabajo.  

Tiempo después, le llegó el turno al teatro, donde debutó en “Chicos Católicos…”; luego vino la ficción para tevé y se lo vio en “Soy Luna”, “Educando a Nina”; “Historias de la primera vez”. Y otra vez teatro, ahora junto a Verónica Llinás para “Carcajada Salvaje.  

Ser conductor nunca fue un objetivo, un norte. No sabía que lo iba a disfrutar tanto y a sentirme tan cómodo como me está pasando».

Está casado con la psicóloga Lucía Gómez Centurión y juntos son padres de Emilia, gran protagonista de la cuenta de Instagram de su papá.  

Los participantes de “100 argentinos dicen” suelen entrar con facilidad en el juego, y hasta le piden formar parte de las galas especiales, como máximos ganadores del período.  

Darío Barassi, junto a su esposa Lucía Gómez Centurión.

Hasta aquí, la data biográfica (semi)dura de Barassi. Dialogamos con él, vía correos electrónicos, para saber más de la persona detrás del personaje. Aunque, como verán (es un spoiler, si es que acaso las entrevistas se pueden spoilear), la persona y personaje conviven en una misma dimensión.  

P: Alguna vez me dijiste que querías tener programa propio y, al parecer, ese momento llegó. Sos abogado y actor, el ping-pong que tenés con el público ¿hace a la empatía?  

R: No recuerdo por qué te dije que en algún momento tendría programa propio, pero calculo que tenía que ver con que en ese momento lo estaba acompañando a German Paoloski en “NET” (Nunca es tarde por FOX). Hay algo en el formato de Late Night que a mí siempre me sedujo entonces iba por ese lado. La verdad es que no esperaba esto de enfrentar este formato y hacerlo propio. Lo estoy disfrutando una barbaridad, mucho más de lo que pensaba y esperaba. Ser conductor nunca fue un objetivo, un norte. No sabía que lo iba a disfrutar tanto y a sentirme tan cómodo como me está pasando. Muy pleno, muy entregado, corrigiéndolo y haciéndolo propio. Soy simpático por naturaleza, la gente me cae bien y me comunico muy rápido, busco identificarme con todos desde algún lugar: por alguna cuestión física, social, por alguna característica de personalidad, algún gusto… me gusta que la gente crea que soy el tío, el primo, algún amigo, un poco porque me da placer y un poco lo busco.   

P: ¿La familia es fundamental para vos? Me refiero a tu mujer y tu hijita, «La Pipi».  

R: Mi familia es fundamental y obvio, cuando, hablo de familia hablo de mi mujer y mi hija. Mis amigos también, pero este triunvirato es la base de mi vida. Necesito que eso este cuidado, conservado, este bien y no se contamine con nada de lo que a mí me pueda pasar con el laburo. Mi casa, mi hogar es mi lugar en el mundo, las chicas son todo para mí: son las que me dan fuerza, mi entereza, mi apoyo, mi conquista, litros de baba para hablar de mis dos mujeres.     

Tengo un proyecto de cine para fines de este año con un elenco divino y un libro espectacular. No puedo contar mucho más».

P: Usas también mucho Instagram ¿Es un escenario posible?   

R: Es un escenario posible y es un escenario distinto: es una plataforma que me divierte, que uso mucho, con la que me siento muy cómodo y la verdad es que se volvió empresa (por eso los chistes sobre los canjes). Las empresas y las marcas pautan ahí. Si bien es disfrute, también es un poco de trabajo. Me cierra bastante bien y es bastante equilibrada. No me considero un instagramer pero si considero Instagram una plataforma que uso casi el 90 por ciento de mi vida.     

P: ¿Cuándo saldrá tu próxima película y en que plataforma?  

R: Lo último que hice en cine fue la peli con Suar, Villamil y Toscano que está en Netflix (“Amor loco”) que no se pudo estrenar en cine. Tengo un proyecto de cine para fines de este año con un elenco divino y un libro espectacular. No puedo contar mucho más.   

P: Ahora que sos conductor ¿extrañas actuar o es posible hacerlo en paralelo?  

R: Nunca me desprendo del “actor”, en el programa hago uso de recursos del actor. Los actores somos un poco la respuesta a propuestas, al instinto, de pronto sale una canción y a mi algo ya me pasa en el cuerpo, un participante me propone algo y yo respondo a ese estimulo. Al actor no lo suelto nunca. Siempre voy a tener ganas de subirme a un escenario, a contar un cuento, a darle vida a un personaje y esa es una necesidad que tengo que satisfacer.   

P: En el programa bromeas con el hecho de ser abogado, incluso «amenazas» como si fuera una herramienta legal ¿Te divierte?  

R: Esta dentro de mi bagaje cultural, ideológico y de formación el hecho de ser abogado. Es un lenguaje que lo tengo propio, es un “color” muy cercano. Si tengo que ir a camina por debajo del Obelisco, con el traje, la carpeta, a procurar la veo complicada (risas). La verdad prefiero ponerme a dieta (risas). Lo más importante para el actor, para mí, es el juego y la veracidad. En la medida que el juego esté claro y el recorrido lúdico, cualquier actor está haciendo bien su trabajo.     

“100 argentinos…” llego para quedarse y que dure lo que tenga que durar. Lo estoy disfrutando un montón, el actor me seduce y me tira, tengo que ver cómo hacer coincidir todos los proyectos».

P: ¿Cómo es tu relación emocional con Abel Pintos, que a esta altura es reconocido a nivel nacional e internacional?  

R: Me mata esta pregunta. No soy tan fanático de nadie, el virtuosismo vocal de un cantante me genera admiración. Me parece que es la mejor voz del país y lo amo, que querés que te diga.     

P: ¿Habrá un «100 argentinos dicen» 2023?  

R: “100 argentinos…” llego para quedarse y que dure lo que tenga que durar. Lo estoy disfrutando un montón, el actor me seduce y me tira, tengo que ver cómo hacer coincidir todos los proyectos. De mi parte este formato y este Barassi, conduciéndolo, va a durar eternamente. Un disfrute total.   

P: ¿Habrá finalmente un «100 argentinos cantan»?  

R: No lo sé, pero si a algún productor le interesa que sea el conductor o el jurado de algún programa de canto, espero la propuesta (guiño).  Lo quiero a Abel Pintos en la silla de al lado (¡Dios mío, mi mujer y mi hija, algo me está pasando con ese hombre!).    

Si tengo que ir a camina por debajo del Obelisco, con el traje, la carpeta, a procurar la veo complicada (risas). La verdad prefiero ponerme a dieta (risas)»

P: ¿Qué más pensás que podés sumar a tu desempeño artístico como actor, conductor, humorista y abogado?  

R: El humor no tiene que tener límites, sino se ve coartado. Se tiene que poder transitar sin limitaciones. El límite del humor siempre es el otro. Si siento que algún participante me está abriendo el juego para el humor, hay que tener la empatía y el criterio para no pasarse. En la medida que sienta que el juego esta para jugar, me mando.    

P: ¿Pensás que sos un «buen padre»? 

R: Eso habría que preguntárselo a mi hija. Lo que siempre mame de mis viejos es lo que estoy haciendo. Es la mejor versión de papá que pueda. Mi hija es

, básicamente, el amor de mi vida y me corrió a mí totalmente de un lugar protagónico (risas). Pobres, la gorda y yo, que quedamos totalmente secundados. Ahora la reina y la numero uno es esa pelota de 15 kilos que es la mujer más hermosa del mundo.   


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