Un testimonio en memoria de los que no sobrevivieron

Lo dio en Bahía Blanca Alicia Partnoy, hoy exiliada.

Bahia blanca (Enviada Especial) – «Al margen de lo que yo sufrí, como sobreviviente quiero hablar siempre de los que no sobreviven», dijo ayer al término de su testimonio Alicia Partnoy, principal testigo hasta ahora en la causa que se ventila en la Cámara Federal de esta ciudad sobre desaparecidos.

Desde 1981 Partnoy denuncia ante todo tribunal internacional y nacional que lo requiera la desaparición de Graciela Romero de Metz y su hijo, presuntamente apropiado por uno de los interrogadores de «La Escuelita»,un centro clandestino de detención de Bahía Blanca.

El aporte de esta mujer, que vive exiliada en Estados Unidos desde 1979, fue vital para la reapertura de esta causa por lo que se esperaba con expectativa su testimonio.

Partnoy era militante de la Juventud Universitaria Peronista en la Universidad Nacional del Sur cuando fue secuestrada el 12 de enero de 1977 junto a su esposo Carlos Sanabria. Al llegar al centro clandestino que dependía del V Cuerpo del Ejército, se encontró con Graciela Romero y su pareja Raúl Metz, ambos de Cutral Co.

«Supe que eran pareja porque cuando podían intercambiaban palabras para decirse que estaban bien», dijo Partnoy. A Metz se lo llevaron a fines de enero y nunca más supo de él. Según le confió uno de los guardias, había sido trasladado a Neuquén. Desde la década de 1980 su nombre figura en la lista de desaparecidos publicada por Amnesty International.

La joven de Cutral Co

En una oportunidad, Partnoy vio por escasos segundos la cara de Graciela Romero, después de su alumbramiento, en un encuentro casual en un baño. La joven permanecía separada del grupo, en una casilla rodante, desde un mes antes de tener al bebé y una semana después del nacimiento del niño fue sacada del lugar.

La testigo relató que según le dijo uno de los guardianes que se identificó como Heriberto Lavallén, alias 'el zorzal' o 'el vasco', el niño fue apropiado por uno de los interrogadores que no tenía hijos y quería adoptar.

Durante su permanencia en el lugar, Partnoy se encontró entre otros cautivos con Zulma Izurieta y su pareja César Braco Giordano, quienes habían sido trasladados desde «La Perla» en Córdoba hacia «La Escuelita».

A Zulma la conocía de Bahía Blanca y dijo haber estado en el momento en que les daban una inyección, presuntamente una anestesia, y después los sacaron del lugar alrededor del 12 de abril de 1977. Tres días después, figuran como muertos en un falso enfrentamiento en la ciudad de La Plata.

Con voz entrecortada Partnoy reconoció durante el desarrollo de la audiencia, los aros que le diera Zulma Izurieta antes que la sacaran del centro de detención clandestino.

Partnoy había entregado a la justicia los aros cuando declaró en 1984.

También el 12 de abril se llevaron del centro de detención a una joven de 17 años, María Elena Romero, hermana de la embarazada y su novio Benjamín, que aparecieron en los diarios de la época como muertos en el enfrentamiento de La Plata junto a Izurieta y Giordano.

Durante su estancia en el centro clandestino Partnoy dijo «me alcanzaron a dar sus nombres» Carlos Mario D'ilaqua y Hugo Daniel Lockfeld, quienes junto a otra persona conocida como Iannarelli fueron sacados el 13 de abril de 1977 de «La Escuelita». Y «nunca más supe de ellos hasta que ayer me enteré que figuraban (muertos) en un enfrentamiento en La Plata» cuando vio los nombres en una nota del diario La Razón.

Identificó a su torturador

El primer testigo de la audiencia de ayer fue Claudio Collazo, empleado municipal que trabajaba en Bahía Blanca cuando fue secuestrado en 1976. Lo central de su testimonio fue que su torturador posteriormente a la liberación del joven se contactó con él, lo visitó en su trabajo y a cara descubierta se presentó como Mario Mancini.

«Trabajaba en el Servicio de Inteligencia del Ejército, en una oficina donde lo vi varias veces y le decían 'señor' y me dijo que si había hasta 10, a mí me habían aplicado 2 o 3 de descarga en la picana», relató.

Al término del testimonio se le mostró una foto e identificó plenamente al represor, aunque dijo «más joven y con bigote». El presidente del tribunal dejó constancia que se había identificado al suboficial del V Cuerpo Santiago Cruciani, quien está citado para declarar el 13 de diciembre.

Shirley Herreros


Bahia blanca (Enviada Especial) - "Al margen de lo que yo sufrí, como sobreviviente quiero hablar siempre de los que no sobreviven", dijo ayer al término de su testimonio Alicia Partnoy, principal testigo hasta ahora en la causa que se ventila en la Cámara Federal de esta ciudad sobre desaparecidos.

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