Una historia triste que se repite

Para algunos, las presiones y la exposición son insoportables.

Tal vez tome semanas hasta que la autopsia completa revele la causa de la muerte de la cantante Whitney Houston, pero tras su triste desaparición el sábado pasado a los 48 años, de inmediato surgieron sus problemas con las drogas y su adicción a la marihuana, la cocaína y el alcohol, de los que la prensa tan ampliamente informó en el pasado. Y la con frecuencia bien informada página web TMZ.com, centrada en celebridades, citó a miembros de la familia señalando una mezcla letal de alcohol y las pastillas contra la ansiedad Xanax. Si esas declaraciones se confirman, la muerte de Houston seguirá una pauta que ya empieza a ser común en el exclusivo mundo de las estrellas, donde la vidas a menudo quedan deslumbradas por esa presión en el mundo del espectáculo que surge de la necesidad de suscitar creatividad y de complacer a los fans, todo ello alentado por una personalidad narcisista y el fácil acceso a las drogas que proporciona la fama y la fortuna. De Elvis Presley a Michael Jackson, de Marilyn Monroe a Anna Nicole Smith, la historia de estrellas fulgurantes que desaparecen por las drogas empaña el sueño de Hollywood. El problema se ha intensificado en los últimos años sobre todo con el amplio acceso a todo tipo de drogas. Pero las muertes por drogas de las celebridades tal vez refleje también cómo se ha amplificado la cultura de las estrellas, lo que no sólo crea más estrellas, sino que las coloca en una suerte de caja de cristal, pues los medios de comunicación hacen que todo el mundo pueda seguir todas y cada una de sus indiscreciones. La muerte de Michael Jackson en 2009 de un ataque al corazón, causado por el uso del anestésico propofol como ayuda para dormir subraya la existencia de este problema, que se ha agudizado en la actualidad. Su médico Conrad Murray fue hallado culpable de homicidio involuntario el año pasado y condenado a cuatro años de prisión. Pero mientras los legisladores se han mostrado a favor de procesar a los médicos que se apartan de su práctica general para complacer los deseos de las estrellas de medicinas con receta, no se castiga a nadie más por ello. Entre las otras estrellas que han muerto en los últimos años por sobredosis de medicamentos con recetas figura la actriz Brittany Murphy, cuya muerte en diciembre de 2009 fue atribuida a una neumonía asociada con la ingestión de una gran cantidad de medicamentos para la gripe y el dolor. “Esta muerte se podría haber evitado”, dijo entonces el juez de instrucción Ed Winter. Un año antes, el aclamado actor Heath Ledger murió en su apartamento de Nueva York de una sobredosis accidental de tranquilizantes, pastillas para dormir y píldoras para la ansiedad. Y antes de él, la chica Playboy Anna Nicole Smith fue hallada inconsciente en un hotel de Florida y murió poco después.

Michael Jackson, uno de los casos más dramáticos del abuso de fármacos y que llevó a la cárcel al médico del astro.


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