Una obra abandonada tiene en jaque los vecinos del barrio Huiliches

Durante siete años una obra abonada por una sociedad con varios propietarios mantiene en jaque a los vecinos del barrio Huiliches. El martes por la noche un intento de robo fue la gota que derramó el vaso, desde la vecinal salieron a exigir respuestas de los propietarios y del municipio para que se tomen medidas en el lote.

Se trata de tres dúplex abandonados que se ubican en la esquina de Lucero y Violeta Parra, un lugar donde se los yuyos y la basura se acumulan con frecuencia y donde los vecinos se hacen cargo de mantener el orden: “estamos cansados de este lugar que es un aguantadero, la gente tiene miedo de pasar porque siempre suele haber gente en el interior, hay consumos de todo tipo y hasta hemos encontrado parejitas”, denunció Alfredo Aguilera, titular de la vecinal.

El vecinalista señaló que desde “desde febrero a la fecha hemos denunciado como mínimo 10 hechos delictivos, la policía viene enseguida pero el problema de fondo sigue. Esta obra está abandonada y sus dueños no se hacen cargo, la municipalidad debería comenzar a intimar por las denuncias que ya realizamos”.

El martes por la noche los vecinos denunciaron una situación inédita porque advirtieron que un hombre había tomado un taxi, fue hasta el lugar y comenzó a cargar elementos de construcción en el vehículo, por ese motivo advirtieron a la policía y finalmente detuvieron al ladrón. El taxista fue demorado pero luego se comprobó que no sabía nada sobre el hecho y que solo estaba llevando el pasaje.

Aguilera explicó que “por lo que pudimos averiguar esos edificios pertenecían a la familia Farizano, pero actualmente no tenemos información de en que estado se encuentra. Al parecer se trata de una sociedad con varios propietarios que tiene embargos y si alguna persona se responsabiliza por la obra, le caen todos los embargos. Hemos llamado a varios números que conseguimos y nadie atiende por el tema”, explicó.

El pedido de los vecinos es para que alguien se responsabilice por la obra ya que los problemas son constantes, tras el hecho del martes fueron las personas que viven en las inmediaciones quienes se ocuparon de tapar el ingreso al lugar con maderas y otros elementos: “la gente se está exponiendo por algo que no les corresponde. En los últimos días se tomaron el trabajo de limpiar el lugar, pero también se organizan para desalojar el lugar ellos mismos y es peligroso”, denunció el vecinalista y agregó que “la gente tiene miedo de pasar, hay personas que vuelven tarde de sus trabajos caminando y tienen que dar toda la vuelta a la manzana para evitar el aguantadero”.