Vacaciones en Bariloche: la niña formoseña que quería conocer la nieve
Una familia viajó 2.500 kilómetros en auto para cumplir el sueño de su pequeña hija Piyén, de 6 años. Ayer disfrutaron de la apertura de pre temporada del cerro Catedral.
Piyén, quería conocer la nieve y ayer pudo dar sus primeros pasos junto a Violeta, la instructora, en la base del cerro Catedral. Foto: Chino Leiva
Piyén estaba entumecida, pero una sonrisa tímida se dibujaba en su rostro pequeño. La niña de 6 años se acurrucaba al lado de su madre, Marcela Chaparro, que estaba sorprendida por el entorno natural que observaba y por el frío. Pero las dos estaban felices. Habían recorrido en auto casi 2.500 kilómetros desde Formosa hasta Bariloche, para cumplir el sueño de la nena de conocer la nieve, en el cerro Catedral.
“Recién ella me decía que lo había pasado rebien”, contaba la madre. “¡Es hermosísimo!”, afirmaba Marcela. La niña asentía con un movimiento de la cabeza. “Estuvimos ahorrando todo el año pasado con la ilusión de conocer la nieve. Trabajamos duro y cumplimos el sueño”, valoró.
“El frío nos cuesta mucho porque no estamos acostumbrados”, explica la mujer, con una tonada alegre. “Encontrar a la mañana el auto escarchado es algo que nunca habíamos visto”, destaca, asombrada. Viajaron con Marcelo y Nicolás, el hijo mayor de Marcela.
Bariloche recibió a los turistas formoseños con temperaturas bajo cero durante la madrugada y la mañana. Pero ayer el sol le ganó la pulseada al frío y la jornada estuvo agradable.
Cientos de personas visitaron ayer el cerro Catedral, que comenzó a desplegar sus primeros movimientos, porque la temporada de invierno oficialmente aún no arrancó.
Por eso, es que hubo un ritmo tranquilo y con poco movimiento en el centro de esquí. Se espera la mayor afluencia de visitantes a partir de este fin de semana.
La empresa Capsa ofreció espacios de nieve artificial en la base del centro de esquí para el deleite de los visitantes. Allí, los principiantes que pagaron sus pases pudieron practicar esquí y snowboard, sin que nadie los molestara y tuvieron a disposición las magic carpet para el ascenso permanente.
Otros turistas aprovecharon al máximo un sector con nieve artificial gratuito, para deslizarse con los coloridos culipatines. A los lejos, esos espacios blancos parecen como un oasis ante la inmensidad de la montaña, que todavía no tiene nieve.
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