Vecina de Cervantes denuncia que sufre los olores del pozo cloacal abierto hace más de tres meses

Una vecina de Colonia Fátima en Cervantes reclama que hace tres meses sostiene un reclamo, hacia la empresa que construyó su vivienda y al IPPV, para que reparen un pozo con desborde cloacal que se encuentra frente a su casa. Aún no obtuvo ningún tipo de respuesta por parte de las autoridades. 

«Estoy reclamando hace tres meses por un pozo abierto en mi patio. Son aguas servidas con caca y fluidos que el biodigestor no está haciendo el trabajo que debe hacer, ya que al hundirse, se desconectó de los caños que permitían convertir la materia fecal y fluidos, en agua«, relató Elizabet Neira, vecina afectada.

Los biodigestores son tanques que permiten un efectivo tratamiento de dichos efluentes cloacales, es una solución integral para su depuración ya que las mismas podrían ser reutilizadas de manera doméstica.

La precaria medida que esta familia pudo tomar -por cuenta propia-, fue conectar un motor que utilizaban para sacar el agua de la pileta en verano, con la finalidad de que el baño no se rebalse por el agua y materia fecal.

Según explicó Neira, se encuentran cansados de reclamar sin tener respuestas del IPPV ni de Zigma, empresa contratada para la construcción de las viviendas entregadas en el año 2019. «Vino la intendenta a ver la situación, le escribí a la Defensoría del Pueblo, pedí una ley de amparo en tribunales y me la rechazaron. Nadie me da una respuesta«, sostiene.

El argumento que recibió la vecina por parte de la constructora fue que sólo poseía seis meses de garantía por las viviendas otorgadas y que por ese motivo se ven desligados de responsabilidad. En tanto, desde el IPPV -según el relato de Neira-, recepcionaron su reclamo y le comunicaron que están tramitándolo en las oficinas administrativas de Viedma. Aún siguen sin obtener respuestas ni solución alguna.

«No se aguanta estar en estas condiciones, tenemos niños pequeños en casa. No puedo abrir las ventanas de mi casa del lado del patio por el fuerte y nauseabundo olor que entra. Ya no sabemos a quien más recurrir para que nos den solución a nuestro problema», concluyó la vecina.