Vecinos insisten en detener la obra de Laguna El Trébol

MEDIO AMBIENTE

La Junta Vecinal de El Trébol insistió en reclamar que la municipalidad paralice la obra en construcción en una zona de mallín en la laguna a metros de la ruta del Circuito Chico por considerar que el avance de la construcción genera daños ambientales.

En octubre pasado el Superior Tribunal de Justicia entendió que la vía del amparo colectivo no es idónea para revertir la autorización del municipio que permitió iniciar una construcción sobre el mallín de Laguna El Trébol y anuló el fallo del juez Civil Jorge Serra que había denegado la medida cautelar pero imponiendo condiciones a los propietarios de la obra para minimizar el daño al medio ambiente.

La Junta Vecinal El Trébol realizó presentaciones administrativas para frenar la construcción de una vivienda unifamiliar implantada sobre el mallín degradado de la Reserva Natural Urbana de Laguna El Trébol.

Tras esa decisión judicial, de indicar que se resuelva en vía administrativa y retrotraiga la decisión del juez Civil, fue cuestionada por la Junta Vecinal que volvió a reclamar la paralización de la obra y acusó al municipio que en vez de resolver la cuestión “decide unilateralmente y contradictoriamente continuar con la obra haciendo oídos sordos a los reclamos y alertas ambientales presentados por los vecinos”.

Recordaron que el Departamento Provincial de Aguas (DPA) en un informe a pedido de los vecinos, indicó que en la zona el agua emerge a 60 centímetros de profundidad, “sin que ese material depositado inhiba la afluencia del agua” y determina que “el terreno no tiene ninguna capacidad para infiltrar líquidos clocales”.

Admitió la Junta Vecinal que el municipio para evitar esta infiltración autorizó una planta de procesamiento de residuos cloacales que para los vecinos afecta aún más el sector natural porque se debe extraer “40 camiones de tierra para realizar un mallín artificial que utilizaría 400 juncos para depurar el agua, que aún no sabemos cuál de nuestros lagos o lagunas serán diezmados con la extracción de los mismos (no se producen en los viveros locales) y para controlar los posibles derrames”.

La Junta Vecinal remarcó que el mallín “sigue funcionando” y no hay medidas de remediación o de prevención de daños por parte de las autoridades de Medio Ambiente.

“La decisión de los ‘entendidos’ y de nuestras autoridades pareciera ser la de avalar la destrucción total, y nuevamente priorizar los intereses de un privado a los del bien público”, apuntaron los vecinos que instaron al municipio a revertir la decisión y “prevenir la degradación del ambiente”.

DeBariloche