Viedma: se autopercibe como niña y los padres acompañan su decisión

Los padres y la escuela acompañan en Viedma la decisión de una niña que aún no ingresó a la primaria. Convocaron a especialistas para capacitar y orientar a los docentes y tutores del resto de los alumnos. No es el primer caso en la provincia.

El difícil ejercicio de aprender a respetar las decisiones de los demás, de entenderlas y aceptarlas, incluso de los niños. Y hacerlo despojados de los prejuicios que han atado a la frustración a tantas generaciones.

En este caso la lección la dio una niña que aún no cursa la primaria pero que planteó a sus padres querer ser una nena. A la aceptación y acompañamiento de mamá y papá le siguió la escuela, que convocó a especialistas para capacitar y orientar a los docentes y padres del resto de los alumnos. También a los chicos aunque sean los que menos necesitan esa ayuda porque, en estos casos, cambian de roles y, muchas veces, enseñan a los adultos cómo aceptar sin condicionantes.

Educación acompañó a la escuela viedmense, en el marco de la política que se lleva adelante de respeto a la intimidad de las personas. “Estamos de acuerdo en que las escuelas capaciten o busquen el asesoramiento”, sostuvo la psicóloga Maricel Cévoli, referente de temas transversales del Ministerio de Educación y Derechos Humanos de Río Negro al hacer referencia a una profundización de la política a favor de la diversidad que se lleva adelante.

Género, no sexo

En este marco mencionó el cambio de denominación en las fichas de inscripción y todo aquello que tiene que ver puntualmente con la referencia que se haga no sólo a los estudiantes sino también a las nuevas formas de conformación de las familias. Ya no se inscribe más consultando el sexo del alumno sino de género que “es hablar de identidad porque no podemos plantear cuál es el sexo cuando, en realidad, lo que queremos saber es con qué te identificás”.

Consultada sobre la decisión de la niña, explicó que “cuando se habla de la constitución subjetiva y de aquello que define quién decide ser alguien hablamos que hay un discurso hegemónico que lo contiene y que trabaja con la simetría entre genitalidad e identidad sexual y de lo que se trata es de desplazar o conmover ese discurso para que cada quien pueda identificarse con quien quiere ser y no con quien dicen que debe ser a partir de los genitales que porta”.

Agregó que la escuela que “contiene a esos chicos tiene que entender que el otro es quien decide y no quien yo digo que debe ser. Por eso a tan corta edad porque si trabajamos con la educación no sexista abrimos el espectro para que los chicos puedan entender que no hay un discurso único –que hasta es patriarcal– en donde las nenas juegan en el rincón de las niñas y los nenes a los autitos. Damos la posibilidad que en el desarrollo de la sexualidad esté implícita la libertad de elección y decisión”.

Escuchar y permitir

Tras sostener que en algún momento se habló de infancia trans pensando en que el adulto era quien definía su identidad a una edad determinada admitió que “hoy la posibilidad de escuchar o de permitir que circule la palabra en torno de las decisiones, en virtud del deseo hace que nos permitamos pensar en infancias diversas”.

Este no es el primer caso en la provincia que incluye el cambio hasta en el Registro Civil. Y aceptar estas decisiones con la mayor naturalidad posible es también una contención para quienes las protagonizan “porque es mucho el dolor que provoca la mirada del otro. Todavía falta trabajar mucho porque esto es un proceso que recién se inicia”, señaló la psicóloga al admitir que “es más difícil que entienda el adulto que el chico. El adulto tiene que hacer un trabajo interno de revisión del discurso con el que creció, de sus propios prejuicios”.

Desde Educación impulsan que los docentes se capaciten o busquen asesoramiento profesional: “Debemos permitirnos pensar en infancias diversas”.

“Debemos hablar de identidad porque no podemos plantear cuál es el sexo cuando, en realidad, lo que queremos saber es con qué te identificás”.

Maricel Cévoli, psicóloga del Ministerio de Educación

Se puede cambiar en la adolescencia

Para la psicóloga Maricel Cévoli “es muy raro que se modifique esa decisión porque hay una familia que acompaña en una determinación que se hace desde muy temprana edad. Es una definición respecto a que no me identifico con el cuerpo que habito. Quiero y espero poder ser lo que elijo y no lo que me dicen. La familia acompaña y la escuela debe avalar la identidad respetando las decisiones”.

Además detalló que Educación trabaja en el acompañamiento de estos procesos con un documento de “compromiso por la diversidad” distribuido en las direcciones de nivel, supervisiones para acompañar la apertura a la escucha y facilitar la circulación del deseo.

Datos

Desde Educación impulsan que los docentes se capaciten o busquen asesoramiento profesional: “Debemos permitirnos pensar en infancias diversas”.
“Debemos hablar de identidad porque no podemos plantear cuál es el sexo cuando, en realidad, lo que queremos saber es con qué te identificás”.

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