Escapada a la aldea mágica de la Patagonia: Villa Pehuenia, donde la nieve nunca falla

Vacaciones de invierno en Villa Pehuenia Moquehue.

En este rincón de la Patagonia, el paisaje se escribe en verde profundo. Te van a recibir araucarias que se elevan majestuosas hasta los 50 metros, con la calma sabia de quienes llevan más de mil años ancladas a la tierra. Avanzarás entre ellas para comenzar a vivir aventuras en tus vacaciones de invierno en Villa Pehuenia Moquehue: un paraíso donde la Patagonia late en su estado más puro.

En el cerro Batea Mahuida no se habla del invierno en potencial, allá nieva. Y aunque este año la temporada viene con vaivenes en toda la cordillera, en este rincón mapuche la nieve nunca dejó de estar. “Somos uno de los pocos centros que realmente tiene nieve, y la tuvimos siempre”, dice Javier, parte del equipo del parque de nieve, con esa mezcla de orgullo y alivio que solo da la montaña blanca.

Por estos días todos miran el cielo. Comenzaron a llegar más nevadas importantes, con acumulación para rato. Si se confirma el pronóstico, la próxima semana podría ser una de las mejores de toda la temporada y eso es una invitación irresistible.

Es uno de los pocos centros que mantuvo nieve constante.

El Parque de nieve Batea Mahuida no es un centro de esquí cualquiera. Acá, el ritmo es otro, más amable, más tranquilo, pensado para las familias, para quienes esquían por primera vez o simplemente quieren jugar con la nieve sin preocuparse por las pistas negras ni los apretones del turismo masivo.

“La entrada al cerro y el estacionamiento para peatones son gratuitos. Solo se pagan los pases para los medios de elevación, que son exclusivos para quienes esquían o hacen snowboard”, aclara Javier, y el dato no es menor, mucha gente que sube por primera vez no lo sabe, y se sorprende al ver que puede disfrutar del paisaje, tirarse en trineo o tomar un chocolate caliente sin tener que gastar en un pase de esquí.

Para jugar todo un día en culipatín hay una pista gratuita para deslizarse en familia, ideal para los más chicos, o para los adultos que recuerdan que la nieve también es juego.


Tres medios: montaña viva


Este año, Batea sumó novedades. Ya están funcionando tres medios de elevación sobre los cuatro con los que cuenta el cerro. Uno de ellos, el telesquí, acaba de ser reinstalado. “Eso nos da más capacidad de arrastre y mejora mucho la experiencia”, cuenta Javier. La otra buena noticia es el regreso de las bajadas de antorchas, que se harán los viernes por la noche. Pronto se confirmará la fecha exacta en redes sociales, pero la propuesta ya genera expectativa.

Una pista gratuita permite disfrutar sin comprar pase.

La gran cita de la temporada, sin embargo, será el fin de semana largo del 15 de agosto, con la Fiesta Pirrén, una celebración que une cultura mapuche, gastronomía, nieve y comunidad.


Motores y raquetas


Más allá del esquí, el parque ofrece otras experiencias para quienes buscan una forma distinta de recorrer la montaña. Se puede andar en motos de nieve o sumarse a las caminatas con chihuas, una especie de raquetas de nieve artesanales, hechas por integrantes de la comunidad, que permiten adentrarse en la nieve virgen con paso firme y silencioso.

Se puede andar en motos de nieve o caminar con chihuas

Y para los que prefieren mirar el invierno desde una ventana con la vista más linda, el restaurante del cerro tiene un menú sencillo y cálido: plato del día, minutas, hamburguesas, tortas caseras y café humeante. Ideal para cerrar la jornada con las mejillas rojas y las botas secándose al lado de la estufa.

Desde hace poco, el parque tiene una nueva página web (cerrobateamahuida.com) con venta online de pases y alquileres. Hay packs promocionales pensados para grupos y familias, con precios accesibles: por ejemplo, un pase diario individual cuesta $43.000, pero los combos de tres días o para cuatro personas tienen descuentos que alivian el bolsillo.

“Batea Mahuida está pensado para familias, para quienes están aprendiendo o para los que quieren disfrutar de la nieve sin correr. Es un lugar para venir con calma, a disfrutar”, resume Javier. Y tiene razón, porque si algo tiene esta montaña, además de nieve garantizada, es esa forma amable de invitarte a quedarte un rato más.


Pasear por Villa Pehuenia


Conectados por el breve y pintoresco río Angostura, de apenas 500 metros, los lagos Aluminé y Moquehue despliegan su belleza en plena cordillera neuquina. El primero, de aguas relucientes como su nombre en mapudungun, ofrece playas de arena fina y experiencias náuticas en un entorno sereno.

El segundo, encajonado a 1.090 metros de altura, guarda historias como la del francés Albert Lepén, cuyos restos descansan en la isla que lleva su nombre, frente a la imponente silueta del cordón montañoso de la Bella Durmiente, conformado por los cerros Chenque Co, el Cerro Colorado y el Cerro Bella Durmiente.

Desde el aire frío de los miradores al atardecer hasta los senderos que se adentran en el Bosque Andino Patagónico, cada rincón invita a detenerse. El circuito Pehuenia, con más de 70 kilómetros de recorrido escénico, permite conocer lagos como Ñorquinco y Pulmarí, cruzar el mítico Puente Rojo y descubrir pinturas rupestres en la Piedra Pintada.

Vacaciones de invierno en Villa Pehuenia Moquehue.

En época invernal se podrá conocer gran parte de toda su extensión, quedando un sector aislado en caso de acumulación de nieve y camino intransitable. En dicho caso, se puede disfrutar de un trayecto de 73km hasta el Lago Ñorquinco comenzando el recorrido desde el centro de Villa Pehuenia, circulando por RP23 y luego por RP11.

En el corazón de la villa, el Paseo de los Artesanos es parada obligada: sabores del piñón, tejidos a mano, madera tallada y dulces caseros celebran la identidad local. Para quienes buscan aventura o conexión con la naturaleza, la oferta es amplia: caminatas con raquetas, kayak, paseos lacustres, esquí, snowboard y excursiones guiadas por quienes conocen cada rincón de este paraíso nevado.

Y no te olvides que Villa Pehuenia Moquehue es reconocida como la capital provincial de la gastronomía, y todo el año es un buen momento para disfrutar los restaurantes, casas de té, chocolaterías, heladerías y las casas de productos elaborados a base de piñón. Premiadas cervezas artesanales de variedad de estilos y vinos Patagónicos, complementan la tradicional comida de montaña.

Las bajadas de antorchas regresan los viernes y prometen una experiencia inolvidable.

Como llegar a Pehuenia en invierno


Al llegar a Zapala debés llamar para que puedan informarte el estado de las rutas. Consultá a Vialidad Provincial al 0810-333-7882 o la oficina de turismo local 02942-498044. Ver estado de las rutas

Hay 3 rutas posibles: Por Ruta 13: Llamada Primeros Pinos. Son 120 km en total de los cuales 55 km son de ripio. Está en buen estado pero puede estar cerrada si hay nieve o hielo. La Ruta 23 llamada Pino Hachado está cerrada hasta que termine la temporada.

Por la Ruta 46 llamada el Rahue son 210 km de los cuales 50 son de ripio (en dos tramos), esta es la que siempre está abierta, aunque es un poco más largo el camino. Se recomienda, siempre avisar en Zapala a los del alojamiento que los esperan, cuando salen de Zapala, por qué camino irán.


Vacaciones de invierno en Villa Pehuenia Moquehue.

En este rincón de la Patagonia, el paisaje se escribe en verde profundo. Te van a recibir araucarias que se elevan majestuosas hasta los 50 metros, con la calma sabia de quienes llevan más de mil años ancladas a la tierra. Avanzarás entre ellas para comenzar a vivir aventuras en tus vacaciones de invierno en Villa Pehuenia Moquehue: un paraíso donde la Patagonia late en su estado más puro.

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