Jimena Barón en Esquel: esquí en La Hoya, paseos y el recuerdo de su viejo

Jimena Barón se encuentra descansando junto a su familia, y disfruta de un amplio cronograma de actividades en este lugar mágico de la Patagonia. Invitada por el Ente Mixto de Promoción Turística de Esquel, junto con el sector privado y Trevelin, la artista e influencer fue a esquiar a La Hoya, a recorrer otros atractivos turísticos y en las calles de la ciudad se encontró con la casa en la que vivió su papá de niño.

«No conocía Esquel. Es hermoso. Amamos esquiar. Argentina es el mejor país del mundo y el más bello. Mi novio es de película. Mi hijo de otro mundo. El hermano un capo. Todos felices», posteó Barón en Instagram junto a los imágenes de su paseo.

Compartió también la foto en el exterior de la casa en la que vivió su papá en 1967, y otra que muestra a su padre durante su infancia en la escuela.

«Y les dejo una sorpresa al final. La casa donde vivía mi papá de chiquito (es el de la bici). Después de la foto lloré un poco en el auto pero ya se me pasó y me quedo con que la vida es un ratito y nunca se sabe. Acá elegimos disfrutarla», escribió.

La agenda de actividades es amplia e incluye la excursión al Viejo Expreso Patagónico, La Trochita, visita a los viñedos Viñas del Nant y Fall y Contracorriente de Trevelin, Té de campo en Pueblo Alto, snowscoot en La Hoya, Té Gales en Nain Maggie, vuelo con Patagonia Bush Pilot, Spa en La Paz, entre otros.

El plan súper divertido que incluyó al novio de Jimena, Matías Palleiro, a su hijo Momo y a Gianluca, el mayor de Daniel Osvaldo. Morrison se lleva bárbaro con su hermano y no quiso dejar de compartir con él estos días de receso escolar en la nieve. Así, el grupo a pleno armó las valijas y partió rumbo a Esquel, un destino que sorprendió a la con su belleza y sus propuestas y actividades.

Se trata de uno de los centros de esquí con más historia de la Argentina, que fue inaugurado en 1974. Está a 15 km. de Esquel, y recibe su nombre por la forma de la montaña, un amplio circo glaciar, en el que todas las pistas convergen en un mismo punto en la base. El centro invernal cuenta con 24 pistas, 14 km. esquiables, y un desnivel máximo de 860 metros.

Posee 10 modernos medios de elevación. La distribución de los mismos permite el total aprovechamiento de la montaña y sus características técnicas los hacen rápidos y cómodos. Sus pistas están totalmente conectadas entre sí por pasos y travesías de montaña, y además todas convergen en la misma base, lo que convierte a La Hoya en uno de los centros más adecuados para la familia.

A Jimena la invitarían a hacer snowscoot, una disciplina única que combina la adrenalina de deslizarse por las pistas con la emoción de una bicicleta. Con clases grupales e individuales a cargo de un profesor especializado, esta actividad promete ser de las favoritas. Se lleva a cabo en la cota 1600.

Si vas a esquiar a La Hoya los precios son súper competitivos en relación a los de otros cerros de la Patagonia. En la temporada alta -hasta el 30 de julio-, la tarifa es de $ 13.100 mayores, $ 11.300 menores y $ 7.900 mayores de 70 años por día.

Mientras que, en la temporada regular, que va hasta el 30 de septiembre, el pase diario es de $ 10.400 mayores, $ 9.000 menores, más de 70: $ 6.300.