Virgen de Lourdes: la larga peregrinación de los jinetes en el Alto Neuquén
Cada año, recorren senderos de montaña en honor a la Virgen de Lourdes, patrona de los crianceros y los enfermos. Durante tres días, la peregrinación une a comunidades en un recorrido de fe que culminó ayer con la celebración central.

Jinetes de distintos puntos del norte de Neuquén recorren recorrieron durante tres días los senderos que unen Tricao Malal con la capilla de Ailinco, atravesando paisajes de montaña y valles. Es que el Alto Neuquén es, desde hace unos años, escenario de una de las manifestaciones de fe más profundas de la región: la Cabalgata en honor a la Virgen de Lourdes.
Cada jornada del recorrido tiene momentos de encuentro y reflexión. La devoción acompaña a los peregrinos en cada tramo, mientras avanzan en una travesía marcada por la espiritualidad y el respeto a las costumbres transmitidas de generación en generación.
El lunes, la peregrinación alcanzaba uno de sus momentos más emotivos con la procesión de antorchas hasta el calvario. Cada año, a la medianoche, los fieles se reúnen para entonar el “Feliz cumpleaños” a la Virgen de Lourdes, en un gesto de gratitud que da paso a la jornada central de la celebración.

Ayer, la capilla de Ailinco abría sus puertas para recibir a los peregrinos en la misa principal. Allí, se realizan bautismos y casamientos, rituales que refuerzan el sentido de comunidad y compromiso con la fe. Luego, los asistentes compartieron un almuerzo popular, cerrando la celebración con un espacio de encuentro y camaradería.
La devoción a la Virgen de Lourdes

Tiene su origen en las apariciones que Bernardita Soubirous, una joven de 14 años, presenció en la gruta de Massabielle, Francia, en 1858. Durante varias semanas, la Virgen se le presentó en distintas ocasiones, dejando mensajes de fe y esperanza. Uno de los momentos más significativos ocurrió cuando Bernardita encontró un manantial de agua en la gruta, que con el tiempo se convirtió en un sitio de peregrinación y sanación.
A partir de estas apariciones, la devoción a la Virgen de Lourdes creció en todo el mundo, consolidándose como símbolo de protección para los enfermos y de guía espiritual para comunidades que, como la del Alto Neuquén, mantienen vivas sus tradiciones en su honor.
En la región, la Virgen de Lourdes es considerada la patrona de los crianceros, cuya vida está marcada por la trashumancia y el contacto con la naturaleza. Su figura representa la fortaleza y la fe con la que las familias enfrentan los desafíos de la vida en la cordillera.

La Cabalgata a Ailinco no sólo es una manifestación de devoción, sino también una reafirmación de la identidad cultural de las comunidades del norte neuquino. A través de esta peregrinación, se transmiten valores, costumbres y relatos que fortalecen el vínculo entre la fe, la historia y el territorio.
Cada febrero, el sonido de los cascos de los caballos, las plegarias y el brillo de las antorchas iluminan el camino de los peregrinos, recordando que la fe y la tradición siguen vivas en el corazón del Alto Neuquén.
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