Tres playas para (re)descubrir

En temporada baja y con descuentos, el golfo San Matías es un escenario ideal para recorrer antes del desembarco del turismo masivo. La Mar Grande, Piedras Coloradas y La Conchilla invitan a una escapada de primavera.

Se acercan las vacaciones y la idea de reencontrarse con el mar empieza a nutrir esas fantasías que nos asaltan cuando buscamos despejarnos de las obligaciones cotidianas. Claro que las playas que se dibujan en nuestras cabezas no son aquellas atestadas de gente que, en pleno verano, impiden que la desconexión sea completa.

Son playas despejadas, con un mar que se despliega invitador. Con horizontes amplios surcados por gaviotas. Y con el murmullo de las olas como única banda sonora. Es decir, balnearios como los que pueden visitarse en esta época, en la que el turismo masivo todavía no llegó al destino y cada rincón de la costa se muestra tan agreste como un pequeño paraíso.

La buena noticia es que, hasta el 8 de diciembre inclusive, estará vigente una promoción que rige para los alojamientos locales. La idea, que lanzó el directorio del Ente Mixto de Promoción Turística (Emprotur), es que los que se alojen 3 noches paguen sólo 2.

Con esta opción, los que quieran cumplir con el anhelo de playa idílica tendrán una ventaja. Y, para reforzarles las ganas, los tentamos con 3 balnearios que están entre los más lindos de la zona. Ideales para disfrutar a pleno en lo que resta de temporada baja.

La Conchilla

A 65 km de Las Grutas por Ruta 3, las playas de La Conchilla asoman como un espejismo en el Puerto San Antonio Este. Se ven al atravesar un recodo del camino, que antes sólo nos depara el paisaje sobrio de las áreas desérticas. Mucho cielo y arbustos chatos. Pero esa postal cambia como por arte de magia cuando la costa irrumpe. Allí se terminan los sepias. Y el mar, verdoso si hay mal clima o en juego de azules a pleno sol, se nos mete en los ojos sin pedir permiso. Recordándonos lo lindo que es. Así, a pura prepotencia. Burbujeante de espuma y abrumador.

El agua contrasta con la blancura. Porque allí la arena está tapizada por valvas de moluscos que la acción del tiempo erosionó. Y forman un lecho pálido y crujiente, que suena a cristales rompiéndose cuando uno camina para aproximarse a la orilla.

En ese extenso balneario la naturaleza domina. Pero existen, en sus dos extremos, sendos paradores que funcionan a pleno durante el verano.

Además, la zona es el paraíso de los pescadores, que a lo largo del año despuntan su afición. En el lugar se dan pejerreyes y cazones. Una variedad, en el caso de esta última, muy buscada por los fanáticos de los buenos piques.

La Mar Grande

Claro que, si hablamos de paraíso, hay uno que está hecho a medida de los amantes del kite-surf, esa disciplina en la que una tabla de surf es propulsada por un cometa, que embolsa el aire y permite disfrutar de increíbles saltos. Se trata de La Mar Grande, una playa de San Antonio Oeste que también es refugio de los amantes de las jornadas familiares y tranquilas. Para llegar allí hay que dirigirse al cruce de las rutas 3 y 251, en cuyas inmediaciones se inicia un camino ubicado sobre la Ruta 2 que conduce a la firma Alpat, y posee cartelería indicativa para guiar al sector.

En el caso de los que practican kite, la dirección de los vientos y la baja pendiente de la costa se conjugan para convertirla en un rincón soñado para realizar este deporte. De hecho, existe una escuela de la disciplina que organiza allí sus prácticas y eventos.

La baja pendiente, además, provoca que los niños puedan disfrutar a pleno del lugar, porque por más que el mar esté en su punto más alto hay que internarse mucho para que el agua supere la altura de las rodillas de una persona de estatura promedio. Esto hace que los papás se relajen durante la jornada de playa, y no tengan que estar tan pendientes de las travesuras de los “peques”.

Al igual que La Conchilla, es una zona muy buscada por los pescadores deportivos. Y por los amantes de la naturaleza, porque pueden verse flamencos y una variada avifauna.

Piedras Coloradas

A 5 km de Las Grutas en dirección al sur Piedras Coloradas es otra de las alternativas que deslumbra con su belleza.

Estas playas, agrestes y tranquilas, son el portal de otros bellísimos rincones costeros que se extienden por el sector.

Allí la arena está salpicada de inmensas rocas rojizas que le dan su nombre al balneario. Es por la presencia de feldespato, un mineral.

La caprichosa disposición que este paisaje rocoso le impone a la costa hace que, además, se conviertan en el refugio ideal. Para resguardarse del viento durante la jornada al aire libre. O relajarse al sol, usándolas de ‘camastro’ natural.

Los altos médanos también son un atractivo del lugar. En el verano, funcionan dos paradores que ofrecen todo tipo de servicios. Y también se habilita una pequeña biblioteca que se levanta en una adorable construcción hecha de adobe. En temporada baja, sin embargo, dejar pasar el tiempo frente al mar y disfrutar de la calma es un lujo posible.

Desde allí, se puede regresar caminando hacia las bajadas céntricas, deleitándose con las vistas. O seguir camino hacia el sur, y descubrir lugares de ensueño.

La amplitud de la costa y la arena seducen en La Mar Grande.
Martín Brunella

Poco antes del ingreso al puerto San Antonio Este. La Conchilla deslumbra con su blancura.
Martín Brunella

A 5 km al sur de Las Grutas, Piedras Coloradas ofrece un paisaje distinto con sus rocas rojizas, playas y médanos.
Martín Brunella

Las playas del balneario Las Grutas se disfrutan distinto en estos días.
Martín Brunella

La promo

Datos

3×2
Pasás 3 noches y pagás 2, la promo vigente en alojamiento hasta el 8/12 inclusive en el golfo San Matías.

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios