Yanina Frankel habla de la migración en tono de humor

Formada como docente teatral en el Profesorado de Teatro de Morón y en mimo, máscara neutra, bufón con diferentes maestros de Buenos Aires, Yanina Frankel cumplirá 34 años mientras recorra el Circuito de La Hormiga.

Tras un largo período de varietés y pequeños números, desde 2013 Yanina presentó el unipersonal de clown “Ingue” –del cual es creadora, dramaturga y productora general– dirigida por Levín, en festivales de Neuquén, El Bolsón, Córdoba capital, San Pedro, Salta, Santa Fe, CABA, provincia de Buenos Aires, Chile y Colombia. Seleccionado para el catálogo de INT 2014, le demandó unos dos años de preparación y ya superó el medio centenar de funciones. Parte de la imagen de su abuela paterna Ingebord, judía alemana que a comienzos del nazismo tuvo que dejar su país y emigrar a Argentina.

“Ella es una figura fuerte para mí, sus vivencias también… En las primeras funciones, yo estaba mucho más atravesada por la historia que ahora. Como la llevamos a la ficción, es más dramática que la verdadera vida de mi abuela. Hoy en día, ya no me representa tanto como al principio. Como viajé por diferentes países, me di cuenta que es una obra universal por el tema de la migración que sucede en todas partes. La gente se identifica mucho con la historia de Ingue que dejó de tener el peso que tenía dentro de mi pasado familiar. Muchas personas, al saludarme después de la función, me llaman por su nombre (ríe Frankel). Ahora me llamo como mi abuela”, recuerda la actriz.

“Cuando en noviembre del año pasado estuve en Colombia, precisamente en Medellín, me comentaban cómo los representaba por la cantidad de colombianos que se fueron a vivir a los Estados Unidos, a España. Ingue se escapa de Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial, pero representa a todos los que andan dando vueltas por el mundo, escapando de diferentes situaciones sociales, políticas, económicas, de guerras, buscando nuevas familias en otras tierras. Nos vamos a vivir a otras partes, llevando nuestra vida a cuestas”, agregó.

P- La actual, no es la primera vez que, con la obra a cuestas, recorrés nuestras provincias.

R- Claro, ya estuve en La Hormiga Circular hace muchos años (2010), con otra pieza que tenía de un dúo (“Mañosas, dúo del bolsillo”, junto a Valeria Maldonado) y fue una experiencia muy potente porque nos encariñamos con los referentes de Roca, nos trataron como su familia, nos llevaron y trajeron, y a la mañana siguiente partimos a otra ciudad, llegó alguien nuevo a recibirnos y vuelta a empezar… Es hermoso, maravilloso el Circuito. Más allá de que viajé con “Ingue” por muchos festivales, es la primera vez que van a ser cinco funciones corridas. Estoy cuidando mucho el entrenamiento porque es una obra muy física, casi no hablo y cuando lo hago, es en un alemán payasesco, me muevo constantemente, corro, voy, vengo. En la quinta función me van a ver muy flaquita (suelta su risa Yanina).

p- ¿Cómo son estos días previos a viajar?

r- Ya sé desde enero que voy al Circuito, así que tengo una preparación mental de mucha organización durante lo que va del año, porque acá (en Morón) doy clases, tuve que buscar reemplazo, en la facultad pedí una licencia. Pero también estoy acostumbrada a las giras, cada tanto me voy… Ahora estamos preparando las valijas, los bolsos, mandando a hacer una estructura escenográfica fácil de armar y desarmar, porque todos los días vamos a estar en salas diferentes, unas bambalinas más sencillas de llevar y montar. Andamos coordinando el pasaje del asistente, bue… Toda la producción del viaje.

P- ¿Y la vuelta, el después?

R- Esta vez seguimos para Viedma, porque nos invitaron unos amigos que tienen la sala El Tubo (Belgrano 747), donde actuaré el martes 20 a las 21. Y además voy a dar un seminario de clown el miércoles 21 y jueves 22, en Espacio Rakesh (Bulevar Ituzaingó 1297), así que se armó una linda recorrida. Por eso, me voy dos semanas. ¿Volver? Se vuelve con una mezcla de cansancio, alegría y satisfacción muy grande. Es muy enriquecedor viajar y llevar la obra, lo más hermoso que nos puede pasar a los artistas. Irnos y tomar distancia de este Buenos Aires agotador, también hace bien. Más haciendo lo que nos gusta. Estamos muy felices.

Mi director (Darío Levín) ya hace dos años (febrero de 2014) que vive en el sur (en Lago Puelo), y puede ser que venga visitarme a Roca… Hace rato que no me ve, ya soltó la obra, y reencontrarnos es otro motivo de alegría.

P- ¿Qué desafío te presenta la obra?

R- En “Ingue”, podría decir que tengo como un resumen, una fusión de mi formación, porque es una obra de clown pero tiene una dramaturgia importante, un poderoso peso teatral, una puesta de luces, un vestuario muy rico. También tiene el desafío de actuar sola, yo venía muy acostumbrada al trabajo de dúo, con un grupo de muchos payasos. Vengo hace años actuando y ahora también dirigiendo, siempre con las clases y muy enfocadas en este mundo teatral.

P- Digamos, la mitad de tu vida…

R- Es así, aunque suene fuerte. Por momentos, me doy cuenta que soy joven y hay un montón de cosas que quiero aprender y hacer. El trabajo hasta ahora fue descubrir. Primero como un juego y luego con Valeria Maldonado nos dimos cuenta que estábamos actuando y viviendo de esto, haciéndonos trabajadoras del arte del clown.

El circuito

Teatro de Haedo andará por el Circuito de La Hormiga Circular con “Ingue”, desde mañana cuando subirá al escenario del Teatro Municipal de Cipolletti; el 15 estará en Sala II de Casa de la Cultura de Roca; el viernes en el Teatro Ámbito Histrión de Neuquén, funciones todas a las 21:30; el sábado a las 22 en La Hormiga Circular, Villa Regina; y el domingo 18 en el Teatro de la Barda en Río Colorado, a las 21:30.

NL2EDPjY994