Entre los caminos del vino y la pintura

El artista Martín Motta inauguró una muestra de arte en el corazón de la bodega Schroeder con música en vivo entre barricas de malbec y tanques de Inox.

Entre los caminos del vino y la pintura

Interesante momento se vive cuando uno puede contemplar las obras y tomarse una copa de vino en simultáneo. Sobre todo porque la obra Se Es (cosecha 2012 tardía) de Martín, tiene marcada la impronta de la transición entre Cuyo y la Patagonia y está colgada en el corazón de una bodega donde se elabora vino. Las obras de Martín duermen desde el sábado a la noche y hasta los primeros días de agosto con el vino.

También se pueden ver obras (cosecha 2017 y 2018) que surgieron para el arte de tapa del disco “Para el sur” del músico Javier Andrada que, cartón lleno y junto a Emilio Bugallo en violín estuvieron tocando en vivo entre barricas y tanques de inoxidable mientras Ezequiel González, cocinero master yedi de la bodega marchaba tortas fritas con salmón ahumado, empanadas y albóndigas de cordero, risotto de hongos y sopa de calabazas, entre vinos y espumantes de la bodega.

Rico pinot noir tintineaba en las copas del estreno, cualquier excusa es buena para abrir el portfolio de vinos de la bodega que son geniales y disfrutar obviamente de la obra de Motta que la rompe toda.

Enorme plan.

Motta le rinde culto a los viajes, el camino recorrido, el paisaje, la vid, el desierto, los desplazamientos. Es una fiesta del trazo y los colores, es un viajero entre latitudes que se unen a través de él. Motta atraviesa el viento y puede ir y venir del frío cordillerano hasta las cálidas siestas de Mendoza en todo momento. Martín puede pintar en Barloa y El Tío, mientras manduca o se toma un sodeado.

Un escrito de Motta lo define todo.

Se Es / Para el Sur

El paisaje como adaptación

el territorio como estrategia

el agua que canaliza los alamos en el desierto,

el otoño, los frutales (extraño la cordillera)

pero aca estoy

se siente bien

el ayer

se siente bien el hoy

acá

en el desierto

con los ríos, los cauces, las represas, los canales

(extraño las acequias)

como la vid, que se adapta, al frío y calor extremo,

a la noche y la helada, al sudor y al cansancio del hastío.

como la flor del cactus, que un dia dura

como la flor del cerezo,

que el final del invierno anuncia

como la quebrada

la meseta

la barda

la soledad

el amor

les amigues

me adapto

Habito.

Fotos: Daniel De Laurentis

La muestra se puede visitar hasta los primeros días de agosto en la bodega Familia Schroeder. San Patricio Del Chañar, Neuquén.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios