Solución rápida y económica

La relación costo-beneficio suele ser clave a la hora de planificar la construcción de una vivienda, sea que la misma constituya la primera casa habitación o que esté pensada como herramienta de inversión.

Habitualmente, se utiliza el precio de un metro cuadrado de edificación para comparar las distintas opciones que existen a la hora de edificar. Pero existen otros factores que deben ser considerados, y que pueden inclinar la balanza al momento de tomar una decisión.

A largo plazo, un claro ejemplo son las prestaciones de los distintos tipos de material utilizados, en cuanto al aislamiento térmico tanto en invierno como en verano. La capacidad de mantener la temperatura al interior de la vivienda hace a la sustentabilidad energética de todo el proyecto, ya que será necesario utilizar menos gas en épocas de frío y menos electricidad en la temporada de calor.

A corto plazo, un elemento clave son los tiempos de obra. Los nuevos sistemas de construcción permiten obtener plazos de finalización de obra mucho más cortos, reduciendo el costo de la espera, que si bien no se puede cuantificar como parte del precio final de la obra suele ser determinante para una familia que desea escapar al alquiler.

Son sencillamente algunos de los motivos que hacen de las casas prefabricadas una de las opciones más accesibles si lo que se desea es una solución sustentable, duradera, pero al mismo tiempo económica.

Viviendas Roble es una de las empresas que produce y comercializa este tipo de construcción en la región. Su fundador y propietario, Jorge Rey, conversó mano a mano con “Río Negro” y comentó acerca de las ventajas que presenta la vivienda prefabricada en relación a la construcción tradicional.

PREGUNTA- ¿Cuál es el tamaño estándar de una casa prefabricada?

RESPUESTA– Los modelos más pequeños arrancan desde los 30 m². En general son elegidas por gente que desea construir algo pequeño para poder alquilar, o por familias que arrancan con algo pequeño y luego van ampliando. También contamos con modelos más amplios, que se adaptan a las necesidades de distintos grupos familiares.

P- ¿Es muy diferente el costo del metro cuadrado en relación a la construcción tradicional?

R- Absolutamente. El costo de una casa prefabricada es un 70% más bajo que el de una casa tradicional. Es una diferencia muy importante.

P- ¿Cuánto sale el metro cuadrado de este tipo de viviendas?

R- Hay varios factores que influyen en el precio final, pero en general el costo del metro cuadrado oscila entre $ 5.500 y
$ 6.000. Ese valor incluye la estructura, las paredes, que pueden ser estilo cabañero o placa cementicia, interiores revestidos de mdf de 9 mm, cielo raso suspendido, aberturas de aluminio y pisos para que el propietario se haga cargo de la colocación. Las bases de la casa pueden estar a cargo del propietario, o a cargo nuestro. Para las instalaciones, se entregan los materiales al cliente y se deja todo a la vista, en especial los lugares por donde pasa la cañería de gas, para que el inspector de la empresa prestadora pueda chequear antes de dar la habilitación, y luego se cierra la pared.

P- Existen ciertos prejuicios en relación a la calidad y durabilidad de una casa prefabricada, ¿a qué lo atribuye?

R- Eso sucede porque cuando apareció este tipo de construcción en el mercado, hace 40 años, se trataba de viviendas de muy mala calidad. En los últimos años se ha mejorado mucho. Hoy gracias a los nuevos materiales que existen y se utilizan se puede hablar de una casa que no sólo es digna, sino que es una vivienda para siempre, que puede competir de igual a igual con una casa tradicional.

P- ¿Cuáles son las ventajas de una casa prefabricada?

R- Lo primero es que, en comparación con una casa de material, no tiene problemas de humedad ni de salitre. En segundo lugar, el aislamiento térmico interior de las paredes y del cielo raso hace que el rendimiento energético de la casa sea superior al de una casa de material tradicional.

P- ¿Cuánto tarda en promedio la finalización de una obra de este tipo?

R- La entrega de la casa es de entre 60 y 90 días, desde que el cliente decide contratar la fabricación hasta el momento del final de obra, lo que constituye otra enorme ventaja en relación a la construcción húmeda, ya que los plazos se acortan mucho.

P- ¿Existe algún tipo de financiación?

R- Nosotros trabajamos con financiación propia, sin la intermediación de ningún banco ni empresa financiera. Se pide un anticipo que oscila entre el 40% y el 50% del valor total, y el saldo se financia en cuotas a una tasa del 30% anual aproximadamente, lo que guarda estrecha relación con la inflación registrada durante el año pasado. Como requisito se solicitan dos garantes con recibo de sueldo o uno con título de propiedad. Sin embargo, no existe un alto grado de incobrabilidad. La gente paga, porque sabe que está invirtiendo en lo propio.

P- ¿Cuánto tiempo hace que Viviendas Roble se dedica al rubro?

R- La empresa se inició en Buenos Aires en el año 1983, y en el año 1987 se radicó definitivamente en Neuquén. Somos una de las únicas empresas de este tipo que tiene su fábrica en la región.

P- ¿Cuántas casas se hacen en un mes normal de trabajo?

R- Actualmente, siendo que la demanda está baja, se hacen unas 10 casas por mes, con unas 15 personas trabajando en fábrica. Pero en épocas de alta demanda hemos llegado a fabricar 30 casas por mes con 30 personas en fábrica.

P- ¿Cuál es la situación actual en el mercado de la región?

R- El mercado en Neuquén es muy bueno. Hoy existe un parate en el petróleo que termina afectando a todos los sectores. La gente que elige este tipo de viviendas en general son asalariados que buscan una solución económica. Y es precisamente el sector que ha sido más castigado por la coyuntura económica durante el año pasado. Las estadísticas hablan de una caída del 20% en la construcción, pero en nuestro segmento la baja fue mucho más sensible. Yo diría que comparado con el año 2015, que para nosotros fue un muy buen año, la caída roza el 50%.

Datos

En acción. Fábrica de viviendas en la ciudad de Neuquén.

Las casas prefabricadas son una solución rápida y económica, que permite a muchas familias escapar a la necesidad de alquilar.

“El costo promedio de una vivienda prefabricada representa apenas el 30% de lo que sale construir la misma superficie mediante el sistema tradicional. Es una diferencia importante”.

“La nobleza de los materiales que se utilizan garantiza alta durabilidad. Toda la madera

que utilizamos proviene de las provincias de Misiones y Entre Ríos”.

“Lo que la gente busca como prioridad es poder salir del alquiler. Esta es una opción muy accesible y confiable, con plazos de entrega cortos”.

Jorge Rey

Viviendas Roble

Prefabricadas

Páginas 2 y 3