Moyano: “Los gorilas no pueden conducir más el país”

“No tengo miedo de ir preso”. Hugo Moyano no pudo ocultar cuál era el principal motivo de la masiva convocatoria de ayer en Buenos Aires. Dedicó buena parte de su mensaje a los desafíos que le presenta la justicia y declaró tener “las pelotas” para hacerles frente. “ Si lo tocan a Moyano, les paramos el país….”, cantaron los trabajadores camioneros, protagonistas de la movilización.

Hubo un segundo nivel en el mensaje de Moyano destinado a los oídos de los sectores que lo acompañaron ayer, un grupo heterogéneo ubicado a la izquierda de la pantalla política. “Los gorilas no pueden conducir más el país “, dijo sobre el gobierno del presidente Mauricio Macri. Con eso debieron darse por hechos.

Un doble desafío a los jueces y al gobierno: Moyano cumplió así con los dos objetivos de una convocatoria que confirma su divorcio de los grandes gremios peronistas y su alianza táctica con los sectores combativos de la política y el sindicalismo. Una sociedad que incluye al kirchnerismo –Máximo Kirchner estuvo en la marcha– y que, como todas en la política, está forjada por el interés.

No hay dudas de que el primero de los desafíos es el que más le preocupa al líder de los camioneros. Está en juego su libertad. Moyano es investigado en al menos cinco causas por denuncias por fraude, lavado y asociación ilícita que involucran a su gremio, a un conglomerado de empresas familiares y al Club Atlético Independiente, otro de sus dominios. Su situación es incierta.

“No estoy involucrado en ningún tema de corrupción. [Pero] Si tuviera un problema, tengo las suficientes pelotas para defenderme solo”, dijo ayer Moyano sobre el frente judicial y la búsqueda de apoyos en el sindicalismo y la política. Fue durante el primer tramo, el más aguerrido, de un mensaje en el que abundó el lenguaje callejero. “Macri hijo de puta, la puta que te parió…”, le respondieron sus seguidores. Una rápida evaluación de riesgos llevó a Moyano a parar los insultos.

El otro plano del mensaje fue más inclusivo. Contempló a los sectores que lo acompañaron en la marcha. Muchos sus dirigentes encontraron en la figura de Moyano una oportunidad inesperada de protagonismo. Y una expectativa impensada de unidad en un escenario opositor –tanto político como gremial– en el que manda la fragmentación.

“Toda victoria es relativa, toda derrota es transitoria”, dijo Moyano en una cita que se atribuye a Octavio Paz. Se le ha escuchado ya varias veces en estos tiempos al canillita Omar Plaini. “Preparémonos los trabajadores cuando llegue el momento de expresar la voluntad democrática, sepamos elegir”, propuso Moyano. ¿Una invitación desde los gremios a la reorganización del peronismo?. Habrá que ver qué opinan de eso los “poderes reales” del partido del Perón.

Hubo cinco discursos previos al de Moyano. Hablaron Juan Carlos Schmid, de la CGT moyanista, que concentró la lista de reclamos formales al gobierno; Hugo Yasky, de la CTA kirchnerista; Esteban Castro, de los piqueteros de la CTEP, Sergio Palazzo, bancario y Pablo Micheli, de la otra CTA.

Micheli fue el único que subió la apuesta y propuso llamar a un paro si no se da respuesta a las demandas. No tuvo eco: la idea no está en el ánimo de Moyano. Tiene otras urgencias.

“No estoy implicado en ningún tema de corrupción. Pero tengo las suficientes pelotas para defenderme solo”.

Hugo Moyano,

líder camionero

“Venimos a expresar nuestra solidaridad y acompañamiento a Hugo y a todos los dirigentes objeto de persecución”.

Sergio Palazzo,

bancarios

“Hay que seguir la continuidad de esta lucha. Y si no hay respuesta, seremos capaces de construir un paro nacional”.

Pablo Micheli

CTA Autónoma

“Por último: el papa está al lado de los humildes. ¡ Y ha sido vilipendiado por los medios! ¡Viva el papa Francisco!”

Esteban Castro,

CTEP

Un probado poder

de convocatoria

Hugo Moyano tiene un probado poder de convocatoria. Quedó demostrado ayer.

Camioneros llamó a movilizarse y fue protagonista de la marcha en Buenos Aires, de la que participaron otros gremios combativos.

Fuentes de la organización estimaron en 400.000 los asistentes. Para la Policía de la Ciudad fueron 85.000.