¿Ineficiencia o persecución?

La carta destacada

En 1996, nos adjudicaron una vivienda del IPVU, en Caviahue, provincia del Neuquén.

En 1999, con las cuotas y el impuesto Inmobiliaria al día, fuimos desalojados violentamente con un juicio de dudosa reputación, que nos cortó la evolución de un comercio acreditado que funcionaba desde 1992.

En el 2014 me entero de que el IPVU había retrotraído la situación y readjudicado a mi nombre la vivienda.

Recurrí a la Defensoría del Pueblo y luego de un estudio del caso emitieron una resolución a mi favor.

Por intermedio de un amigo pude hablar con el actual presidente del IPVU, quien me derivó al asesor legal, en el mes de septiembre pasado.

Ha transcurrido el tiempo, hemos llegado y hablado con legisladores provinciales, quienes se han solidarizado, pero el tiempo pasa y las necesidades nos corren.

Junto con mi esposa hemos trabajado muy duro para sobrevivir y pagar alquileres pero hoy, a los 70 años, ya la salud no nos acompaña para seguir, y estamos quedando mal con quien confió en nosotros.

Me pregunto: ¿qué debo hacer para no quedar en la calle? ¿O están especulando con nuestras vidas?

Ricardo Guillermo Rixon

M 8.273.823

Ricardo Guillermo Rixon

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