El audiovisual regional despega y gana pantallas

Además de profesora del Departamento de Cinematografía y Nuevos Medios del Instituto Universitario Patagónico de las Artes (IUPA), Lara Decuzzi (40) trabaja en producción de realizaciones para cine y otros formatos en la región y coordina las proyecciones del Espacio Incaa en Roca. En un encuentro con “Río Negro, hizo un repaso de las principales producciones audiovisuales realizadas en la región en el último tiempo.

P- Repasemos el resto del material que venís elaborando como productora. “La leyenda de Río Chico”, de Federico Lafitte.

R- Río Chico es un lugar en el que te preguntás cómo hicieron para encontrar una historia que brilla. Nos pasó algo muy lindo, aunque todavía no la estrenamos formalmente porque todas las producciones de Televisión Digital Argentina (TDA) están con deuda, sin pagar. Nosotros la terminamos porque le pusimos el pecho, pero la actual gestión está haciendo oídos sordos en cuanto al pago de los concursos anteriores…

Viajamos dos veces allí, porque también trabajamos en la serie “Érase una vez en la Patagonia” y fuimos alternando. Hicimos pre-producción en Río Chico, marchamos al norte neuquino a grabar, volvimos a la línea sur. Fue una tarea respetuosa del espacio, del ambiente, con una cámara que acompaña y registra, no se entromete e interrumpe.

La historia de Mariela, de los Michelena, Federico la conoció hace seis años, siete, cuando hacía el programa “Emprender Patagonia”; la grabó y quedó como dando vueltas. Pensando un documental, apareció el concurso que acompañó la propuesta.

Trailer miniserie Reinas. from mariano benito on Vimeo.

P- Además vi el muy bien tramado primer capítulo de “Reinas”.

R- De “Reinas” nos deben la cuarta cuota y la terminamos nosotros, la mandamos al Festival Audiovisual Bariloche (FAB), ganó el premio Mejor Serie Patagónica, pero es de esos proyectos que comienzan tan felizmente y la coyuntura hace que se complique. Filmar en Bariloche posee una dinámica muy distinta a hacerlo en otra parte de la provincia, tienen más desarrollo de todo, hay técnicos más capacitados y exigentes. La industria en la ciudad está más desarrollada, tiene un recorrido.

P- Vi también fragmentos de “Territorios extraordinarios. La cordillera del viento”, el documental neuquino cuya fotografía es como su título.

R- Tremendo. Es de Diego Lumerman, un realizador de Neuquén. Lo pasé en el Espacio Incaa hace muy poquito… Cuando grabamos la serie en el norte neuquino nos cruzamos los rodajes porque habla también de gente muy añosa de allí, con una relación muy especial con su hábitat, y el director de fotografía es Iñaki Echeberría, el mismo de “Érase una vez en la Patagonia”, un crack. “Territorios…” es alucinante, en la pantalla grande te vuela la cabeza.

P- Hablemos de “Valletano, frutos de un sueño”.

R- Salió de un concurso de telefilmes que sacaron con Pantallas Asociadas, para darles aire. Lo ganó un grupo de alumnos del IUPA y me tocó ser tutora del proyecto. Los chicos tomaron justo la crisis del 2010, con cortes de ruta y movilización de fruticultores. Es un laburo muy profesional de jóvenes que se tomaron el compromiso de detenerse a pensar y mirarse para adentro. Después de la proyección el 30 de noviembre en Espacio Incaa Casa de la Cultura, contaron que se pasaron cinco años viajando de Neuquén a Roca, por la ruta 22, viendo la transformación de la zona de chacras por la ventanilla del colectivo. Su reflexión es muy interesante.

A “Valletano” le tengo un cariño enorme, a sus realizadores, porque ya crecieron, ya volaron, son colegas.

P- Después vi dos capítulos de “Nehuén y la Cueva de los dinosaurios”, producida originalmente para Paka Paka y que -según me anticipaste- la nueva gestión no emite por venir de la anterior gestión.

R- Es así. No solo pasó con nuestra serie, sino con todas las federales. La entregamos completa, trece capítulos de quince minutos, pero no la van a pasar porque fue hecha durante la gestión anterior. Con Pablo Degliantoni, su director laburamos un montón en ella y ahí está. Es muy frustrante que no la emitan, tal cual indicaba el concurso que ganamos en el Incaa. Es un asunto coyuntural absurdo, pero igual la vamos a empezar a mover. El material funciona. En el encuentro “A Rodar Escuela”, lo pasamos y a los pibes les copó, les gustan los dinosaurios, está bien contado, y los cachetazos que nos pega la nueva administración en el modo que concibe la televisión, los muestra desprolijos en la transición. Ahora lo estamos pasando en Canal 10 de Roca, a la mañana y a la tarde y ni bien terminan de dar un capítulo, lo subo a YouTube. Podrían decirme, ‘Lara no me gusta, reeditá todo porque tenemos una nueva línea editorial’, y yo decido qué hacer. Pero, el silencio me parece tremendo. No nos merecemos este destrato.

P- Nombraste “Érase una vez en la Patagonia”. Vi el capítulo uno. Preciosa elección de las posiciones de la cámara, iluminación y sonido.

R- Hace un año finalizamos el rodaje y un poquito menos que la terminamos. Estuvo buenísimo y fue súper enriquecedor, pero perdí la razón cuando me entusiasmé. Maxi Anríquez fue alumno mío, de esos impecables, ahora ya concluyó la carrera y el guión de la serie lo escribió para una materia que doy en segundo año. Lo mandó a un concurso, no quedó; en el verano le ayudé a reescribirlo. Lo volvió a enviar y quedó preseleccionado. Le pedí a Maxi dos o tres puestos, lo llevé a Fede (Lafitte) como asistente de dirección y a Iñaki que dirigió la fotografía. Pensamos en el respeto de los roles y en ese aspecto Maxi nos dio una lección porque se atrevió a bancar la asistencia y que no le invadiera la dirección. Hubo mucha confianza mutua. Armamos el equipo con casi todos alumnos del IUPA y fue como un campamento porque estuvimos un mes viviendo juntos en el norte de Neuquén, la mitad en Tricao Malal y el resto en Chos Malal, más los actores que iban y venían. Esperamos que pasara la nevada grande y tuvimos mucha suerte con el clima que nunca fue un impedimento.

“Érase una vez la Patagonia” Trailer #1

P- Me gusto mucho la fotografía, el trabajo de luces, la pintura que Echeberría hizo en algunas escenas…

R- Iñaki es otro crack y pudo resolverlas con dos faroles. Filmamos en parajes extremos y se requería alguien sumamente versátil para lograr una puesta cuidada con muy pocos recursos. Iñaki es de Neuquén pero estaba trabajando en Misiones y se vino para subirse a este bello delirio. Los actores, un amor, qué tipo se aviene a vivir cuarenta días en condiciones duras, andar a caballo, meter la pata en la nieve. Ellos son la mayoría de Luis Beltrán, todos regionales. Después se nos vino la posproducción. Hubo dos cuestiones que fueron un gran acierto, empezamos a editar allá, al final de cada semana teníamos un editor (Juan Sabio) que armaba el día a día y sobre el fin de semana podíamos ver todo lo grabado, y nos permitía reconocer qué funcionaba y qué no. Un hallazgo. Y la otra cosa fue que desarrollamos la música al mismo tiempo que rodábamos, y podíamos ir pegando. La hicieron Arístide y Falcón, otros campeones.

El asunto es que, de vuelta, cobramos la mitad del premio, las cuotas tres y cuatro están ahí trabadísimas, peleadas entre el Banco Audiovisual de Contenidos Universales Argentino (Bacua), el Incaa, Sistema de Medios Públicos y la mar en coche… Dicen que nos van a pagar, pero hasta el momento sin novedad. La concluimos porque le planteé a Maxi que era un desperdicio haber hecho ese proceso, ese crecimiento, para no terminarla. La exhibimos en el Español de Neuquén, la estrenamos en Canal 10… Ahora estamos tratando de pasarla por Canal 7 de Neuquén. Creo que nos va a ir bien…

P- Estas fotos que fuimos sacando de cinco producciones de la región, ¿qué muestran?

R- Los pibes tienen ganas de contar y aunque les resulta más fácil mirar hacia afuera que para adentro al contar una historia, han despertado un bichito de realizadores que vieron y entendieron la posibilidad de quedarse en la zona a filmar, porque hay equipamiento, ideas; porque pueden escribir un guión. Diego Lumerman se fue a estudiar a Buenos Aires, volvió y grabó “Territorios extraordinarios…”. Ese fenómeno, si no sostenemos la producción acá, con financiación, ventanas de exhibición, quedará en la alternativa de solo desarrollarse afuera. Sacando este pronóstico, los chicos se dan cuenta que sus lugares son más interesantes que la cotidianeidad que conocen.

Las provincias están haciendo un gran laburo, Neuquén tiene su ley de cine y Río Negro, también. El FAB crece sin parar y es un espacio de pertenencia de todos nosotros… Por ahí va la proyección. Nosotros tenemos que filmar para construir una identidad, porque queremos llevar nuestras historias en la pantalla, el resto viene solo.

Zona de trailers

Territorios Extraordinarios- SPOT #1

Territorios Extraordinarios- SPOT #2

Territorios Extraordinarios- SPOT #3

Territorios Extraordinarios- SPOT #4