Cantando bajo la lluvia: Leicester goleó en casa

Fútbol Exterior

ap

Merecía festejar con un triunfo así, Leicester. Porque después de tanto esfuerzo, llegado el momento de regalarle el trofeo a su gente, lo más justo era hacerlo con una victoria. Y, una vez más, los Foxes cumplieron.

Con un contundente 3-1 al Everton, los azules celebraron el inesperado título en una fecha que difícilmente pasará al olvido.

Para comprender la magnitud de semejante celebración, vale la pena hacer un breve repaso. Leicester se consagró campeón de la edición 2015/16 de la Premier League, en una hazaña casi sin precedentes. Es que “los Foxes” venían de salvarse del descenso en la campaña anterior, y el objetivo (lo habían dicho los mismos protagonistas) era mantener la categoría una temporada más.

Pero el elenco inglés, que contó con el roquense Ulloa entre sus filas, fue enarbolando la bandera del trabajo duro y silencioso a lo largo de las 36 fechas que le llevó conseguir el título. Y no sólo fue sumando puntos: en un fenómeno a escala mundial, el espectador futbolero promedio comenzó a encariñarse con Leicester, y como pocas veces ocurre en un deporte donde la billetera pesa demasiado, la historia tuvo un final feliz.

En ocho años, los Foxes pasaron de jugar la tercera división a ser campeones de la Premier, tras 132 años sin conseguirlo.

Y, si la foto se recorta un poco, hace sólo tres años perdían la posibilidad de ascender en el recordado cruce ante Watford donde Leicester desperdició un penal en tiempo adicionado y, en el contraataque, el local sentenció el global con el 3-2.

Por eso el festejo fue acorde a la hazaña, con una lluvia incesante y una masa de 35.000 personas que, por el tramo de poco más de dos horas, se convirtieron en un único ser al cuál no le importó el clima o el horario. Festejaron con música, con goles y, sobre todo, con alegría; porque una vez más el fútbol demostró que el esfuerzo incesante, con un empujón de suerte y mucha convicción, puede más que un cheque en blanco.

Salud, Leicester. Y, de parte del público, gracias. En un contexto que encuentra a la FIFA (y al fútbol mundial) plagado de acusaciones de fraude, arreglos, lavado de dinero y demás artimañas poco acordes al espíritu mismo del deporte, era necesaria una historia como esta, para renovar la ilusión que nos haga creer que en la cancha todos son iguales. Por muchas hazañas más, entonces.

afirmó Ranieri sobre el goleador del Leicester (anotó 24 tantos).