Gutiérrez, entre el crudo y el tarifazo

Panorama de Neuquén

Dos alarmas que sonaron esta semana forzaron al gobierno de Omar Gutiérrez a repensar estrategias para defender espacios ganados en los terrenos de mayor interés de su gestión: el derrame que provoca la industria petrolera sobre las finanzas provinciales y la economía en general.

El primer semáforo en rojo se encendió cuando comenzó a tomar cuerpo la idea de reducir en forma gradual el precio interno del barril de petróleo establecido en 67,5 dólares. El martes último, Gutiérrez salió disparado hacia el despacho del ministro del Interior Rogelio Frigerio y encontró en el ala política del gobierno nacional una respuesta favorable que contrarrestó lo que se estaba engendrando en el Ministerio de Energía, un área que mira el tablero con la lógica de los números. En compañía del senador y dirigente del gremio de los trabajadores petroleros, Guillermo Pereyra, el gobernador se entrevistó con Frigerio y al finalizar ese encuentro ofició de vocero para transmitir tranquilidad: dijo que no cambiará el precio sostén del crudo.

Más allá de las explicaciones ofrecidas, la intervención del gobernador y su acompañante fue de características gestuales, porque el llamado barril criollo ya está afectado por una combinación de factores, entre ellas la importación de petróleo para completar la demanda interna a un precio menor que el local, un movimiento que incide en la conformación del valor final.

Fuentes del gobierno estimaron que, si se pasa el peine fino en el negocio, ya se puede hablar de un precio de referencia en el mercado interno del orden de los 62 y hasta de 61 dólares por barril.

El otro asunto que sacude a la gestión del MPN es la obligada revisión del tarifazo a partir del fallo de la Corte Suprema de Justicia que convalidó el freno del aumento para la franja de usuarios residenciales y ordenó, además, que se lleve a cabo la audiencia pública, un paso que el macrismo salteó cuando dispuso el polémico incremento.

El fallo judicial se transformó en una derrota política del gobierno nacional, de la que no está ajeno el oficialismo local. La modificación del precio del gas en boca de pozo, que deberá ventilarse en la audiencia fijada para el 12 de septiembre, es la madre de tarifazo, porque esa instancia inicial de la cadena del negocio es la que tiene mayor incidencia en la composición última del precio.

Sucesivas gestiones de gobiernos provinciales batallaron para que ese número, hoy por debajo de los 4 dólares el millón de BTU, se modificara, y cuando se logró dar el paso, en los primeros meses de este año, aquí hubo fiesta. Por el carácter rentístico de la economía de esta provincia, lo primero y único que evaluó el gobierno fue el beneficio traducido en mayores regalías.

En el momento de las definiciones políticas –de eso también se trata la fijación de una tarifa–, el MPN no reclamó una discusión más horizontal como la que ofrece la audiencia pública, una instancia que no es vinculante con la decisión final pero que obliga a escuchar a todas las voces. El gobierno neuquino se encandiló con el triunfo y hoy, ya transitando la derrota política que implica el fallo judicial, sus representantes se desplazan con mayor cautela.

En este nuevo escenario, un vocero del oficialismo dijo que el gobierno nacional tiene que tomar el fallo de la Corte como “una oportunidad” para resolver de “manera inteligente y creativa” el escenario adverso que se le planteó con los consumidores residenciales. “Si el gobierno va por un aumento como el que decidió anteriormente, le van a decir que no”, agregó la fuente consultada, que absorbió el impacto del resultado adverso.

En medio de este cambiante escenario, ya se escuchó al gobernador Gutiérrez plantear un debate más integral entre Nación y provincias, y en tal sentido desempolvó la idea de trabajar en un pacto federal energético. Por el momento la idea quedó plasmada en modo de consigna, pero de avanzar en esa línea de trabajo se abrirá otra dura batalla de intereses.

Se encendió un semáforo en rojo cuando comenzó a tomar cuerpo la idea de reducir en forma gradual el precio del barril criollo.

El otro asunto que sacude a nivel local es la obligada revisión del tarifazo de gas para la franja de usuarios residenciales a partir del fallo de la Corte.

Datos

Se encendió un semáforo en rojo cuando comenzó a tomar cuerpo la idea de reducir en forma gradual el precio del barril criollo.
El otro asunto que sacude a nivel local es la obligada revisión del tarifazo de gas para la franja de usuarios residenciales a partir del fallo de la Corte.

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