Un ajuste que deja dudas

El anuncio de que las casi 2.000 personas que integran la planta política no van a tener aumentos de sueldo este año motivó algunas lecturas sobre la efectividad de la medida en términos comparativos con el volumen de la erogación salarial total. El decreto se dio a conocer a poco de llenar todos los casilleros del nuevo gabinete de Omar Gutiérrez y de una comunicación que mantuvo con el presidente Mauricio Macri mientras éste disfrutaba sus vacaciones en Villa La Angostura.

Fuentes de Cambiemos indicaron que el presidente tuvo cierto gesto de reproche hacia el gobernador en función de las cuentas públicas. No por nada, luego de esas reuniones, que también mantuvo el presidente con los representantes nacionales de Cambiemos, se puso sobre el tapete público el sistema educativo porque éstos manejaron un número que preocupó. En doce años hubo 360 días de paro docente, es decir que si un alumno ingresó a la primaria egresó del secundario con la pérdida de dos años de clase. Sólo se valoró el no dictado por paros de maestros sin tener en cuenta la pérdida por otras razones.

Con esos datos en la cabeza, el diputado Leandro López salió a torear a la ministra Cristina Storioni por las redes sociales como si una respuesta de ella significara una solución al problema que identificaron.

Este lunes se abrirá el interrogante para el año que se inicia en marzo. Debutarán los nuevos integrantes del gabinete en una negociación salarial que tiene trazabilidad por el lado de ATE en cuanto al esquema de violencia que aplicó en diciembre y porque, luego, aceptó condiciones sin chistar en el edificio del Obispado. Por el lado de ATEN se desnudaron planteos respecto al techo y el piso que llevarán, que no está precisamente ubicado en el 16% que impulsa el gobierno nacional.

Si de muestras se trata, se mencionó que un millar de empleados públicos serían afectados. O bien no continuarán con categorías altas en términos de dirección o sus contratos quedarán si renovarse. La última información disponible indica que a septiembre del año pasado había 17.738 empleados en el escalafón general y que a igual fecha del 2015 eran 16.349. En cuanto a las autoridades superiores en comparación con las mismas fechas, había 1.879 versus 1.445.

El manejo de las finanzas del Estado es el costado flaco que no le gusta mostrar al gobierno de Gutiérrez porque se siente susceptible a los dardos que le arroja el intendente Horacio Quiroga, quien no sólo cumplió como un buen alumno la pauta salarial del 16% para todo el año sino que no requiere endeudamiento para pagar los gastos corrientes. El exgobernador Jorge Sapag se encargó de bajar el tono de esas críticas y, en un encuentro con el intendente, intentó convencerlo de que una cosa es administrar un Municipio donde el gasto salarial puede ser planificado y otra es el Estado provincial, objeto de presiones por el crecimiento poblacional que demanda servicios de salud, educación y seguridad.

Para colmo, es posible que este año haya elecciones internas, que siempre implican sensibilidad extrema para los funcionarios que necesitan el aval popular. “En enero de 2015 cuando era ministro se otorgó un aumento del 30 a los estatales en el mes de febrero, más de lo que pedían, porque en abril se hicieron las elecciones”, recordó un dirigente de Cambiemos que desempolvó aquella acción que, para muchos, significó la diferencia entre ganar o perder la provincia.

En aquel entonces se había superado la carrera interna, había sido en noviembre del año anterior y se enterraron las aspiraciones del exgobernador Jorge Sobisch, por lo cual la estrategia estaba vacía de condimentos pirotécnicos hacia dentro del partido. El mes que viene se volverá a calentar la olla en la se cocinan los intereses partidarios que probablemente choquen con el concepto de la nueva política que para algunos es negro y para otros es blanco, sin aceptar los grises.

El gobierno provincial autoajustó los sueldos en la planta política. La medida alcanza a unos 2.000 empleados, con un ahorro que es objeto de críticas en Cambiemos.

La puja salarial tendrá condimentos políticos si se pone en marcha la maquinaria del MPN para, en principio, renovar autoridades partidarias.

Datos

El gobierno provincial autoajustó los sueldos en la planta política. La medida alcanza a unos 2.000 empleados, con un ahorro que es objeto de críticas en Cambiemos.
La puja salarial tendrá condimentos políticos si se pone en marcha la maquinaria del MPN para, en principio, renovar autoridades partidarias.

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